Son tiempos en los que la emocionalidad cobra cada vez más relevancia. Poner freno al estrés y la ansiedad, autoconocerse o explorar la senda del crecimiento personal son objetivos que cada vez más personas integran en su día a día. No en vano, un estilo de vida saludable ya no solo pasa por mantener una dieta equilibrada y una actividad física regular, sino que la estabilidad emocional se ha convertido en uno de los principales puntales. En esta línea son muchos los que se han dejado enamorar por el yoga y han elegido esta disciplina como una herramienta para trabajar ya no solo el cuerpo sino también la mente y las emociones.
Es una rutina que si se practica de manera regular aporta múltiples beneficios y tiene la gran ventaja de poder realizarse en cualquier espacio, incluso al aire libre. Puedes encontrar en la Red muchos canales que te permitirán hacer sesiones guiadas, pero es importante tener en cuenta que el yoga es mucho más que movimiento y, si tienes la ocasión, es interesante que te pongas en manos de alguien experto que te ayude a profundizar en la material para que poco a poco puedas tener el dominio de tus propias sesiones con total conciencia. Y es que son muchos los tipos de yoga que puedes practicar, más o menos avanzados, más o menos dinámicos. Uno de ellos es el Ashtanga yoga.
¿Qué es el 'ashtanga yoga'?
Se trata de una de las modalidades de yoga más exigentes a nivel físico y a la vez una de las que más ejemplifican el matiz espiritual de la disciplina y la relevancia de la conexión entre el cuerpo y la mente. Una de sus particularidades es que sigue una secuencia de asanas concreta, que se realizan de manera fluida, pasando de una postura a otra rápidamente. Ashtanga significa 'ocho pasos' y se diferencia del hatha yoga (la modalidad más extendida en el mundo) por la práctica del vinyasa. Vinyasa, que significa literalmente sistema de movimientos y respiración sincronizados, tal y como explican desde Ashtanga Shala en Barcelona. "Cada postura está meticulosamente diseñada con un número determinado de movimientos y respiración de manera que un alumno avanzado enlazará las postura siguiendo fielmente el ritmo de respiraciones y movimientos"
¿Cómo se practica?
Dado que son series predeterminadas, este tipo de yoga se practica en silencio, pero antes es importante aprender bien las asanas, el orden de la secuencia y sus transiciones, así como el ritmo de los vinyasas, dado que la respiración es vital en esta práctica. Elige una hora al día para practicarlo e intenta ser fiel a ella, entre 3 y 6 días a la semana. La regularidad es clave. La primera serie de 'ashtanga vinyasa yoga' se llama yoga 'chikitsa', o yoga terapéutico, y sirve para alinear y purificar el cuerpo; la segunda, 'nadhi sodhana', actúa sobre el sistema nervioso; y 'stira bahija', la más avanzada, ayuda a trabajar la fuerza y la estabilidad. Normalmente en las clases se practica el estilo 'mysore', es decir, que cada alumno lleva su propio ritmo.
Es una modalidad especialmente indicada si buscas una actividad dinámica y retadora, pues no es sencillo hacer fluir las posturas con la respiración, manteniendo la concentración interna, reproduciendo sin asistencia la secuencia y poniendo a la vez a prueba tu forma física. Si no has tenido contacto con el yoga anteriormente, buscas algo más meditativo o hace tiempo que no practicas actividad física, no será para ti. Más allá de los beneficios de tonificación, concentración o conciencia corporal, como se trata de ejercicios con actividad cardiovascular, además, te ayudará a perder grasa.