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Si me mareo al levantarme, ¿es por algo grave?

Puede haber diferentes causas que produzcan un mareo cuando te levantas de la silla o de la cama. Generalmente, no son problemas graves.


Actualizado 27 de agosto de 2020 - 14:36 CEST

Las consultas de atención primaria o de otorrinolaringología suelen atender a muchos pacientes preocupados porque sufren mareos. Sobre todo, al cambiar de posición, por ejemplo, al girar la cabeza o al levantarse de la silla. Este tipo de mareos suelen ser de inicio brusco y de duración muy corta. Son diferentes los factores que pueden estar detrás de este trastorno. En general, no suele ser por algo grave, pero sí es conveniente que te vea un médico si se repite con mucha frecuencia. Te explicamos el origen de estos mareos y cuándo debes pedir cita a un especialista para que estudie tu caso.

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¿Por qué se produce el mareo?

"El mareo, conocido médicamente como vértigo, se define como la sensación de giro alrededor de las cosas, o de las cosas alrededor del individuo. Esta sensación puede acompañarse, o no, de otros síntomas como náuseas, vómitos, palidez, sudoración y frialdad entre otros", explica el doctor Robert Téllez Velázquez, internista y médico de urgencias del Hospital Vithas de Granada. En el caso de los mareos al levantarnos, por ejemplo, de la silla después de permanecer sentados, o de la cama, los mareos suele ser de inicio súbitos y muy cortos. Se perciben como una falta de inestabilidad momentánea pero que suele angustiar mucho a las personas que lo padecen. Este tipo de mareo suele estar relacionado con el vértigo posicional.

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¿Qué es el vértigo posicional?

El vértigo posicional paroxístico benigno (VPPB) es un trastorno cuyo origen suele estar en el oído. Se trata del trastorno vestibular más frecuente. Puede durar desde unos minutos y horas hasta varios días. Las personas que lo sufren lo describen como algo incapacitante, que suele generar mucha angustia, sobre todo, si han producido varios episodios. Y es que pueden aparecer en cualquier momento, sea en reposo o en actividad.

"Es un problema bastante frecuente que suele darse más en las mujeres. El riesgo de sufrirlo aumenta con la edad. De hecho, suele aparecer en la cuarta y quinta década de la vida, aunque los niños también pueden padecerlo", indica el doctor Téllez.

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¿Cuáles son las causas de los mareos al cambiar de posición?

Como decíamos, el vértigo posicional paroxístico benigno (VPPB) es la razón principal que explica estos mareos cortos. Pero hay otros problemas que influyen:

Síndrome de Menière: es un problema que afecta al oído interno y que se caracteriza por la escucha de pitidos seguidos en el oído.

Laberintitis: es una infección e irritación de la parte interna del oído, por virus o bacterias, y que puede afectar al equilibrio o causar hipoacusia.

Ansiedad: cuando una persona se encuentra ansiosa, puede sufrir este tipo de mareos bruscos y cortos, ya que puede somatizar su estado. Los mareos asociados a los ataques de pánico suele ser frecuentes, y pueden venir acompañados de náuseas, vómitos, palpitaciones, sensación de infarto o, incluso, pérdida de consciencia.

Tensión arterial: la disminución de la tensión arterial, que se conoce como hipotensión ortostática puede provocar mareos. En este caso, el origen de este trastorno puede ser cardiovascular. Si el paciente sufre hipertensión también puede sufrirlo, aunque suele ser vértigos de muy corta duración.

Déficit de vitamina D: Se han realizado estudios que demuestran una disminución de las recurrencias de vértigo en pacientes tratados con vitamina D, en los que inicialmente existía disminución de los niveles de esta vitamina. La vitamina D favorece la correcta biomineralización de la otoconia. Estos son unos cristales de carbonato cálcico que se encuentran en el oído y que pueden migrar y quedarse en unos canales que controlan el equilibrio.

Otras causas se pueden encontrar en los efectos que pueden provocar en algunos pacientes determinados medicamentos, el haber sufrido algún tipo de traumatismo craneal, o el que se haya realizado alguna cirugía en el oído. Los vértigos también pueden producirse por la ingesta de algunos tóxicos como es el caso del alcohol, entre otros.

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¿Cómo saber si es algo grave?

Para saber si es algo grave, lo ideal es ser examinado por un médico, aunque hay características clínicas que diferencian cada tipo de vértigo. "Debemos saber que, además del vértigo periférico, que es el menos peligroso porque las causas que lo producen con mayor frecuencia no son causas graves, existe el vértigo de tipo central, que puede ser una manifestación de enfermedades como los ictus, hemorragias cerebrales y los tumores, entre otros", indica el especialista en otorrinolaringología. Este tipo de vértigos se caracteriza por durar más de dos semanas, aparecen de forma progresiva, afectan a la marcha, a la estabilidad y no cesan.

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¿En qué consiste el tratamiento?

El tratamiento dependerá del origen que causa los mareos o vértigo.

Si se trata de mareos por vértigo posicional paroxístico benigno se pueden abordar con las maniobras de Epley o Semont, cuyo objetivo es la liberación de las partículas (otoconia) que generan el vértigo a otra zona del oído interno. Así como con fármacos, como los basados en sulpirida y el dihidrocloruro de betahistina, que dan muy buenos resultados y que pueden procurar una recuperación completa.

Si hay una crisis de vértigo se suelen administrar sedantes vestibulares o antieméticos para cortar los vómitos.

Hay casos que pueden requerir colocar tratamientos intratimpánicos, como corticoides. Los más extremos pueden necesitar cirugía.

Por último, si trata de un problema de ansiedad, se deberá tratar al paciente con terapia psicológica y farmacológica si el médico lo estima conveniente. Si es un problema cardiovascular, el cardiólogo será el que establezca las pautas a seguir. Lo mismo si se sospecha que los mareos pueden tener como origen un déficit de vitamina D. "Lo importante, es identificar la causa y tratarla", concluye el doctor Robert Téllez Velázquez.

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