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Estas son las razones por las que puedes tener un déficit de ácido fólico

Te contamos cómo puedes solucionar una posible carencia de esta vitamina fundamental para el correcto funcionamiento del organismo


Actualizado 13 de agosto de 2020 - 10:51 CEST

Hay vitaminas y minerales que son fundamentales para el correcto funcionamiento del organismo. Uno de ellos es el ácido fólico o vitamina B9, un nutriente esencial que el propio cuerpo humano no es capaz de sintetizar por sí mismo, por lo es fundamental incluirlo en nuestra alimentación. Hay que tener en cuenta que podemos encontrar la vitamina B9 de dos formas: como folato, presente en algunos alimentos y como ácido fólico, que es una variante del folato sintetizada y se encuentra en alimentos fortificados y suplementos dietéticos.

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¿Por qué es tan importante?

Hay que tener en cuenta que el folato es indispensable para la formación de coenzimas metabólicas, especialmente para aquellas que están involucradas en la síntesis de los ácidos nucleicos. Y su carencia puede producir numerosos problemas. Por ejemplo, se asocia con malformaciones congénitas como los defectos de cierre del tubo neural y alteraciones en el feto, como déficit del lenguaje, riesgo de desarrollo de enfermedades como la diabetes, autismo o leucemia. También puede provocar una elevación del marcador de la homocisteína, aumentando el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares como el infarto de miocardio. Además, puede provocar otras alteraciones hematológicas con origen en la médula ósea y, a largo plazo, alteraciones de la mucosa de la cavidad oral, depresión, irritabilidad, insomnio, deterioro cognitivo, fatiga y psicosis.

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¿Y en el caso de las embarazadas?

Un caso muy especial es el de las embarazadas, en cuyo caso, un déficit de ácido fólico puede provocar problemas importantes durante la gestación como son el desprendimiento de placenta o aborto espontáneo. Este es el motivo por el que es tan importante la suplementación antes de la concepción y durante los tres primeros meses de embarazo. Una consideración importante: el déficit de ácido fólico debe analizarse junto con la vitamina B12, ya que ambos tienen un metabolismo que está muy interrelacionado y producen, en ocasiones, alteraciones similares como la anemia.

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¿Qué causa su carencia?

El equipo de médicos de la plataforma online de análisis de sangre Melio ha recogido las que son, en su opinión, las cinco causas más frecuentes de déficit de ácido fólico.

  • Ingesta inadecuada de alimentos que lo contienen. Como hemos dicho, la alimentación se convierte en un pilar fundamental. Hay que tener muy presente que el folato lo podemos encontrar en alimentos como las verduras de hoja verde, huevos, leche, hígado y frutas cítricas. Y ojo, porque el consumo de estos alimentos no exime de sufrir un déficit de B9, ya que cocinarlos reduce significativamente su biodisponibilidad.
  • Una mala absorción de nutrientes. Sabemos que el folato se absorbe en el intestino delgado (en el yeyuno), por lo que todas las condiciones que dificulten la absorción de nutrientes pueden ocasionarnos un déficit de vitamina B9. Hay varios ejemplos claros de estos problemas que generar una mala absorción: la enfermedad celíaca sin tratar, síndrome del intestino corto, cirugías de derivación gástrica y enfermedades inflamatorias intestinales
  • Consumo de determinados fármacos. Algunos compuestos de determinados medicamentos inhiben la absorción y utilización del folato, como son el metotrexato, fenitoína, sulfasalazina y trimetoprima, presentes por ejemplo en algunos antibióticos y antiepilépticos
  • Déficit de vitamina B12. Como decíamos, existe una interacción metabólica entre ácido fólico y vitamina B12. Por tanto, todas aquellas enfermedades que producen déficit de vitamina B12 (como pueden ser el alcoholismo, el embarazo, las anemias de tipo hemolítico o la terapia de diálisis), son predisponentes para el déficit de ácido fólico.
  • Deficiencia genética de MTHFR. Se estima que uno de cada dos españoles presenta una deficiencia en esta enzima que provoca que el ácido fólico no pueda ser usado para disminuir la homocisteína. Esto aumenta el riesgo de enfermedades tromboembólicas, así como de preclampsia y abortos durante el embarazo. Teniendo este dato en cuenta, es recomendable que estas personas controlen más frecuentemente sus niveles de homocisteína y ácido fólico, por si es necesario una suplementación.

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¿Cómo tratar el déficit de ácido fólico?

Lo cierto es que tiene fácil solución y el tratamiento es sencillo, ya que con una suplementación oral (de 1 a 5 mg al día) sería suficiente para corregir la deficiencia rápidamente. Eso sí, hay que tener en cuenta que, como suele suceder, un exceso de suplementación es tan perjudicial como el déficit, ya que puede incrementar el riesgo de algunos tipos de cáncer como el colorrectal. Por este motivo, se recomienda contar siempre con el consejo del médico y realizar una suplementación específica solamente en aquellas personas que tienen riesgo de padecer este déficit y no de manera generalizada.

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