La irrupción de las mascarillas para protegenernos del coronavirus, el virus SARS-CoV-2 responsable de la Covid-19, trae consigo algunos problemas a los que debemos aprender a hacerles frente, puesto que, por el momento, el uso de esta medida de protección ha llegado para quedarse. Por ejemplo, reutilizar las mascarillas desechables puede, no solo volverlas ineficaces, sino acumular en su superficie otros patógenos, si no las desinfectamos y guardamos en sobres de papel o bolsas de tela, tal como se recomienda. Pero hay otros problemas a los que nos podemos enfrentar.
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Ojo con la salud bucodental
“Las consecuencias de esta pandemia que nos obliga a usar la mascarilla nos hace descuidar de alguna manera nuestra higiene cotidiana. No sólo porque necesitamos un extra de higiene y ahora, por ejemplo, no es tan accesible el baño de los restaurantes o de las oficinas, sino porque nosotros mismos somos los que no priorizamos esta parte del cuerpo que ahora no se ve”, aclara el odontólgo Iván Malagón. Pero además, el hecho de usar mascarilla puede perjudicar la salud bucodental.
"Si por llevar mascarilla hablas menos, abres menos la boca (tienes menos exposición al aire), como puede ocurrir al dormir, favoreces que muchas de estas bacterias saprofitas que están en nuestra boca aprovechen este estado de anaerobia (falta de aire) para provocar algunas patologías: como determinadas caries, enfermedades periodontales, mal aliento, incluso el cambio de tinción en los dientes", apunta Malagón.
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Problemas en la piel
“Desde el principio, antes incluso de la alarma social y estatal, las autoridades y los medios de comunicación han difundido la importancia del uso de mascarillas y lavado de manos, pero estas medidas, número uno en importancia, están generando un daño colateral en la piel, sobre todo si no se hace uso de ellas del modo correcto”, enuncia el dermatólogo Javier Romero, jefe del Servicio de Dermatología del Hospital Quirónsalud Málaga.
La rosácea, la dermatitis perioral y el acné son las principales consecuencias del estrés y el uso de las mascarillas; pero ¿qué podemos hacer?. Una medida sería quitárnosla siempre que nos sea posible. Otro apunte importante sobre la protección de la piel ante el uso de la mascarilla es “no utilizar maquillaje bajo la máscara, ya que genera un efecto oclusivo y contaminante en la piel; se debe colocar siempre con la cara recién lavada, utilizar una nueva con frecuencia y usar un jabón suave o un agua micelar e hidratar adecuadamente al llegar a casa”.
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Molestias al respirar o dolor de cabeza
También acuden a la consulta de Alergología pacientes que tienen sensación de falta de aire mientras usan las mascarillas. A este respecto, Ignacio García Núñez, jefe del servicio de Alergología de los hospitales Quirónsalud Córdoba y Campo de Gibraltar, señala que el empleo de mascarillas cuando se hace un esfuerzo físico, como andar más deprisa o subir cuestas, puede hacer que un paciente respire su propio aire exhalado rico en dióxido de carbono, y éste se acumule en el organismo (hipercapnia) pudiendo producir dolores de cabeza, pesadez de piernas y lentitud de movimientos, entre otros síntomas. Por ello, cuando se use mascarilla, no deben realizarse esfuerzos físicos más intensos de los habituales.
El especialista recuerda, no obstante, que la distancia social, el uso de mascarillas y la higiene de manos son medidas primordiales para reducir la propagación de Covid-19, e insiste en que las molestias van disminuyendo conforme continúa el uso de las mascarillas, pues “nos acostumbramos relativamente rápido” y el beneficio de su uso “supera con creces todas las molestias que puedan provocar”.
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Dónde tiras la mascarilla importa
No solo para la salud del planeta, también para tu salud. El material sanitario cuenta con una normativa específica en cuanto a desecho y reciclaje que habitualmente es aplicado por los propios centros médicos, ya que una mala gestión de estos residuos puede desembocar en infecciones u otro tipo de efectos tóxicos. Según el Ministerio de Sanidad, tanto mascarillas como guantes, deberían desecharse en el contenedor de restos, junto a, por ejemplo, pañales, compresas, colillas o polvo.
"Respecto a la gestión adecuada de guantes y mascarillas una vez usados, debemos tener cuidado especialmente si pertenecen a una persona contagiada por COVID-19 o está bajo vigilancia por contacto próximo de COVID-19. De lo contrario, pueden suponer un riesgo de contagio para los demás. Por eso, como medida extra, hay que desecharlos en una bolsa separada, se recomienda emplear un cubo de basura específico para aislar al máximo los elementos contagiosos y proteger así la salud del resto de la familia”, explica la doctora Rosana Rouco, del Servicio de Medicina Interna del Hospital Sanitas CIMA.
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Cuidado con los materiales
Por último, debemos recordar que el material que nos ponemos para cubrir nuestra boca también tiene importancia. Tal como recuerdan desde lamasQ, las mascarillas deben protegernos y proteger a los demás de posibles infecciones y enfermedades, por supuesto; pero deben permitir que la respirabilidad sea óptima ya que, de no ser así, el uso de la mascarilla puede terminar siendo perjudicial para quien la viste.
En este sentido, el algodón 100% orgánico aporta numerosos beneficios desde su origen, ya que su producción es respetuosa con los recursos naturales y humanos, reduciendo el volumen de agua necesaria para su producción y eliminando en el proceso todo tipo de pesticidas y otras sustancias tóxicas. La seguridad y protección necesarias para cumplir con los requisitos de la norma EN0065:2020 y dar absoluta tranquilidad a quienes las visten se consigue al confeccionarlas con una doble capa de tejido con tratamiento hidrófugo y antibacteriano que repele al 100% los líquidos, tanto al inspirar como al exhalar. De esta forma, se protege la persona que la lleva puesta, así como las personas con las que se entra en contacto.
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