Verano y sol van incondicionalmente unidos. Más aún en un país como España, donde sin duda el astro rey es el gran protagonista en los meses de la temporada estival. Nos aporta la dosis de vitamina D necesaria, pero también una exposición excesiva puede tener consecuencias negativas sobre nuestra piel. Nos hemos planteado si, al margen del uso de cremas solares, indispensable siempre, puede la toma de determinados alimentos ayudarnos a prevenir los efectos nocivos de la radiación solar. Tal y como nos explica Lina Robles, nutricionista del Hospital Universitario Sanitas la Zarzuela, sí que existen algunos productos que pueden echarnos una mano en este cometido. “Hay alimentos que contienen antioxidantes y que nos pueden prevenir de las radiaciones solares. Aunque siempre es recomendable el uso de protecciones solares”, nos explica y nos da algunas claves sobre esta dieta SPF.
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Aguacate
Entre los alimentos que pueden echarnos una mano, la nutricionista destaca el aguacate, pues rico en Vitamina E, que tiene la virtud de prevenir el daño de los radicales libres, es antiinflamatoria y mejora la capacidad de protección. Además tiene efecto reparador después de la exposición solar.
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Frutas y verduras
Son un pilar básico de nuestra dieta, y más aún en los meses de verano, cuando nos ayudan a preparar menús y platos ligeros, refrescantes y apetecibles cuando el calor aprieta. La nutricionista de Sanitas recomienda los albaricoques, el mango, la sandía, las verduras de hoja verde, como las espinacas y las acelgas, pues son ricos en carotenos también.
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Frutos rojos
Y entre la gran variedad de frutas, la experta destaca el poder de los frutos rojos como los arándanos, las cerezas, las frambuesas, frutas ricas en antioxidantes entre ellos, la vitamina A y los polifenoles, que tienen la función de inhibir el daño de los radicales libres causado por una exposición continuada a las radiaciones solares.
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Dos alimentos 'estrella'
Dos de los alimentos estrella a la hora de prevenir el daño solar son la zanahoria y el tomate. ¿La razón? Ambos contienen carotenoides, que tienen capacidad antioxidante, por lo que absorben según la experta la radiación ultravioleta y nos ayudan así a protegernos de sus efectos.
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El poder de los frutos secos
La nutricionista de Sanitas también nos anima a incluir en nuestra cesta de la compra los frutos secos, las semillas y el pescado. La explicación es su alto contenido en Omega 3, cuya función es intervenir en los mecanismos de inflamación protegiendo la piel.
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Té y chocolate
Son dos grandes placeres para muchas personas y, según nos cuenta la nutricionista, también nos pueden echar una mano en nuestro objetivo de proteger la piel. Y es que el té verde es una fuente de diversos polifenoles con efectos beneficiosos para la piel. Mientras, el chocolate con alto contenido en cacao es rico en flavonoides, que son antioxidantes potentes que mejoran la capacidad de las células para reponerse de las quemaduras.
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¿Has oído hablar de la dieta Perricone?
Hay expertos, por su parte, que recomiendan seguir pautas nutricionales concretas, como puede ser la famosa Dieta Perricone. “Es rica en antioxidantes y su función es antiinflamatoria. Esto supondrá un apoyo al organismo para combatir los radicales libres y, además, evitará los procesos inflamatorios celulares, incluyendo la piel, evitando la aparición de manchas solares”, explica la Dra. María José Burgués, del Centro Médico Estético Mesbur, en Huesca.
Para el experto que da nombre a esta dieta, la nutrición es un pilar básico de su filosofía de cuidado facial, junto con la suplementación y los tratamientos de uso tópico. Todo con el objetivo de controlar la inflamación y, de esta forma, retrasar el proceso de envejecimiento e incluso revertir parte de los daños existentes. Incluso los referidos al daño causado por las radiaciones solares. ¿La razón? Cuando nos inflamamos, por ejemplo, por procesos de glicación por un exceso de azúcares en el organismo, se pueden activar los mecanismos de defensa del organismo, entre los cuales está la producción de melanina. Esto se puede traducir en manchas solares y en un mayor trastorno del ADN celular de la piel.
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Proteínas de alta calidad
Por eso, este plan alimenticio recomienda por ejemplo incluir ingredientes clave, como son las proteínas de alta calidad. “Todos los músculos, los órganos, los huesos, los cartílagos, la piel y los anticuerpos que nos protegen contra las enfermedades están hechos de proteínas. Sin embargo nuestro cuerpo no almacena proteínas. Cada día que pasamos sin ingerir proteínas, es un día que envejecemos”, explica el doctor. Entre ellas destacan pescados frescos (primando el salmón), pollo de corral, pavo y huevos (mejor orgánicos), el tofu (también orgánico, no de soja modificada genéticamente), kéfir o yogur natural (completamente naturales, sin edulcorantes, ni azúcares, ni BGH -hormona del crecimiento bovino-), quinoa y almendras.
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Hidratos de carbono complejos y fibra
La dieta Perricone también recomienda apostar por aquellos alimentos con bajo índice glicémico que permiten una absorción más lenta y no provocan una reacción inflamatoria derivada del incremento de los niveles de azúcar en sangre. Los contienen por ejemplo moras, cebollas rojas y blancas, frambuesas, aceite de oliva, avena o limones. ¿Qué conseguimos al incorporarlos a la dieta? Con ellos se aporta una gran cantidad de vitaminas, antioxidantes y minerales que neutralizarán los síntomas de envejecimiento y pueden fortalecer la piel para hacerla más resistente a la radiación solar.
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Grasas ‘buenas’ o ácidos grasos esenciales
Coinciden en que otro indispensable, como también nos decía la nutricionista de Sanitas son los ácidos grasos esenciales Omega 3, (que podemos encontrar en el salmón, el atún, las sardinas, el aceite de lino o las semillas de chía), pues ayudan a proteger el sistema cardiovascular, a mantener un peso sano y a mejorar el funcionamiento del cerebro. Pero no hay que olvidar que también son necesarios los OmeGA 6 Y 9, presentes, entre otros, en las semillas de girasol, pistachos o aceite de oliva, que ayudan a mantener los niveles correctos de colesterol y triglicéridos.
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Ácido Alfa Lipoico y vitaminas antioxidantes
Por último, este plan alimenticio destaca la importancia de estos dos nutrientes. El primero lo podemos encontrar en verduras como las espinacas o el brócoli. Mientras, las vitaminas A, (presente en frutas rojas como las fresas), las del complejo B, (en altos niveles en las sardinas), y la C, (el limón, por ejemplo), son clave también en una dieta nutritiva antiaging, pues nos ayudan a mantener un buen estado de salud y contrarrestar la oxidación celular y los radicales libres desde el interior.
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