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¿Hay que aplicarse protección solar aunque llevemos mascarilla?

Los expertos recopilan los bulos y falsos mitos más habituales relacionados con la fotoprotección en los meses de verano


Actualizado 29 de julio de 2020 - 16:14 CEST

La crema solar es un producto indispensable durante todo el año, pero más aún en estos meses de verano, en los que es fundamental aplicar fotoprotector para tomar el sol de forma segura y evitar posibles daños en nuestra piel. Sí, también en este verano distinto a todos los niveles debido a la crisis sanitaria del coronavirus. Hay quien se plantea, por ejemplo, si al llevar mascarilla podemos prescindir de la crema… gran error. Es uno de los bulos que han surgido unidos al confinamiento obligado debido a la pandemia por la Covid-19. Así, lo constatan el Instituto #SaludsinBulos, la Academia de Dermatología y Venereología (AEDV) y Asociación de Profesionales de la Farmacia (ASPROFA), donde han elaborado un útil Decálogo de bulos en fotoprotección para acabar con los mitos y favorecer un uso correcto de los protectores solares.

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"No es cierto que con la protección solar no sinteticemos vitamina D, para que fuera así tendríamos que tener todo el tiempo una protección elevadísima, lo que no ocurre casi nunca", explican los expertos.

 

Buscando la vitamina D tras el confinamiento

“Uno de los principales bulos que circula en redes sociales asegura que este año debemos exponernos más al sol porque la cuarentena ha reducido nuestras reservas de vitamina D. Y nada más lejos de la realidad, será aún más fácil quemarnos y dañar la piel. No es cierto que con la protección solar no sinteticemos vitamina D, para que fuera así tendríamos que tener todo el tiempo una protección elevadísima, lo que no ocurre casi nunca. Con 10 minutos de exposición sin protección en los brazos es suficiente para cubrir las necesidades de vitamina D”, explica la farmacéutica María José Cachafeiro, secretaria de ASPROFA y coautora del decálogo.

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Con mascarilla, ¿sí o no?

Y, como decíamos, el otro gran bulo relacionado con la pandemia es el relacionado con el uso de mascarillas. “Hemos detectado que se afirma en diversos mensajes que no es necesario aplicar un fotoprotector bajo la mascarilla o alrededor de la misma. Sin embargo, la mascarilla, al igual que la ropa o la sombrilla no impide el paso de toda la radiación solar, siempre pasa parte por lo que es necesario protegerse igualmente. Y en el resto del rostro aún más porque la exposición es más directa”, indica la doctora María Victoria de Gálvez, dermatóloga del Grupo de Fotobiología de la AEDV.

  • Este año hay que exponerse más al sol porque hemos estado confinados y necesitamos más vitamina D (falso). Más bien al contrario, este año hemos de tener más cuidado que nunca a la hora de ponernos al sol. La razón es que nuestra piel, durante el confinamiento no ha estado expuesta al sol y haremos una exposición mucho menos progresiva por lo que será aún más fácil quemarnos y dañar la piel. No es cierto que con la protección solar no sinteticemos vitamina D, para que fuera así tendríamos que tener todo el tiempo una protección elevadísima, lo que no ocurre casi nunca. Ten en cuenta que con 10 minutos de exposición sin protección en los brazos es suficiente para cubrir las necesidades de vitamina D
  • Con la mascarilla, o bajo ella, no es necesario aplicar protección solar (Falso). La mascarilla, al igual que la ropa o la sombrilla no impide el paso de toda la radiación solar, siempre pasa parte por lo que es necesario protegerse igualmente. Y en el resto del rostro aún más porque la exposición es más directa.
  • Los fotoprotectores valen de un año para otro (Falso). Los expertos indican que las cremas solares se rigen por el PAO (Periodo After Opening), que es el tiempo, después de su apertura, en el que el producto mantiene sus características. Lo habrás visto en el envase de tus cremas, donde se representa con un tarro abierto marcando 3M-6M-12M, en alusión a los meses.
  • Todos los fotoprotectores son iguales (Falso). Si pasas por una farmacia donde venden cremas solares, puedes comprobar la gran variedad de opciones a tu alcance. Así en las cremas fotoprotectoras nos podemos encontrar filtros físicos, que reflejan la radiación incidente (pantallas solares) y filtros químicos que absorben parte de la misma de determinada longitud de onda y llevan sustancias químicas que pueden provocar alergias. Además, los productos son diferentes en función de su:
    -Fotoestabilidad: no es suficiente con que el producto contenga filtros, si no que estos deben ser lo más estables posible bajo la acción de la radiación solar.
    -Fotoprotección: Hay productos que solo protegen frente a la radiación ultravioleta B (UVB), mientras que otros incorporan filtros frente al UVA, el infrarrojo A o la luz visible.
    -Remanencia: es la adherencia del producto a la piel.
    -Texturas: constituyen una diferencia fundamental ya que, aunque los filtros son importantísimos, el mejor solar es que se utiliza, y el uso depende en gran medida de que la textura del producto se adapte a nuestros gustos y preferencias.
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Hay que tener mucho cuidado los días soleados, pero también cuando hay nubes, pues nos da una sensación de falsa confianza, cuando es necesario igualmente aplicar el fotoprotector.
  • Puedes encontrar protectores que bloquean el 100% de la radiación (Falso). Lo cierto es que ningún fotoprotector bloquea el 100% de las radiaciones, ni mezclando diferentes filtros lograremos bloquear la radiación por completo.
  • Una aplicación al día es suficiente (Falso). Te aplicas el fotoprotector por la mañana y listo. Gran error. La permanencia en la piel de un solar es como máximo de 2 horas. Por ello, no paramos de repetirte que es necesario reaplicarse la crema cada 2 horas. Más aún si has estado a remojo en la playa o en la piscina, cuando es necesario reaplicar el protector después de baños de más de 20 minutos, así como si existe una sudoración excesiva o si ha habido fricción en la zona como al jugar con la arena, secarse con la toalla, etc.
  • No hace falta protector en los días nublados (Falso). Es uno de los errores más habituales, pensar que como no hace sol, no tendremos daño en la piel si olvidamos el fotoprotector. Las nubes filtran la radiación infrarroja solar que es la que nos proporciona calor; sin embargo, dejan pasar parte de la radiación ultravioleta. Por eso, si queremos protegernos bien del sol también debemos aplicar protección en las zonas expuestas también cuando está nublado y en invierno.
  • Si me aplico protector solar, no me pongo moreno (Falso). Como decíamos, no existe la protección 100%, por lo que siempre habrá una cantidad de radiación solar que nos incida en la piel y que active el sistema de protección natural del cuerpo, la producción de melanina. Aunque lo cierto es que según apuntan los expertos, estar moreno significa que nuestra piel está siendo agredida por la radiación solar y está fabricando melanina para intentar protegerse, por lo que cualquier grado de bronceado indica que se ha producido daño solar y no es un buen signo.
  • La piel morena (o raza negra) no se quema y no necesita aplicar protector (Falso). La población de raza negra, o los fototipos más altos, tienen una mayor facilidad para broncearse y una mayor cantidad de melanina del tipo “Eumelanina” que tiene un tono más oscuro. Si bien es cierto que se queman con menor facilidad, eso no quiere decir que su piel no sufra los efectos dañinos del sol.
  • No hace falta reaplicar la crema si es resistente al agua (Falso). Siguiendo la regulación actual, todos los protectores deben aguantar al menos un baño de 20 minutos. Pero lo cierto es que algunos duran más tiempo, y así lo indican en sus envases con los términos: waterresistant (aquellos que demuestran eficacia tras un baño de 40 minutos); y waterproof o verywaterresistant (aquellos que continúan siendo eficaces tras un baño de 80 minutos). De todos modos, pese a ello, lo más sensato y recomendable es que tras el baño, se reaplique el producto de protección, sobre todo si te has secado frotando con la toalla.

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