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concentracion© Adobe Stock

¿Te cuesta concentrarte? Toma nota de estos 5 consejos para conseguirlo

Evitar distracciones y activar nuestra mente son dos de los ejercicios que nos pueden ayudar a lograr nuestro objetivo


Actualizado 28 de julio de 2020 - 14:32 CEST

Aunque las cuestiones relativas a la mente preocupan cada vez más a muchas personas, algunos aspectos como el nivel de concentración de nuestro cerebro pasan en ocasiones desapercibidos, a pesar de repercutir de una manera importante en el desarrollo de las actividades cotidianas de nuestro día a día. Lograr un buen nivel de concentración es un factor de gran importancia en áreas como el trabajo o en los estudios, pero también en otras cuestiones como la toma decisiones, la capacidad de nuestra memoria o incluso en la rapidez con la que desarrollamos los actos más sencillos de nuestro día a día.
Del mismo modo que existen técnicas que ayudan a ejercitar cualquier miembro o músculo de nuestro cuerpo, muchos de nosotros podemos poner a punto nuestro nivel de concentración por medio de sencillos ejercicios que, realizados con constancia, mejoran la manera en la que focalizamos muchas de las actividades y objetivos de nuestra vida.

Disciplinas como el coaching y técnicas como el mindfulness pueden ser de gran utilizar para lograrlo. A continuación enumeramos algunos de los ejercicios más efectivos, basados en ambas áreas para aumentar nuestros niveles de concentración. Aunque no se entrena del mismo modo la atención y el recuerdo en las diferentes horquillas de edad (por ejemplo, no se trabaja igual la concentración en niños que en ancianos), existen actividades globales muy positivas para todas las generaciones:

mujer haciendo ejercicios de respiración© Adobe Stock

Un descanso reparador

Lo más importante para poner a punto nuestra mente y su capacidad de concentración es descansar las horas necesarias con un sueño de calidad. Como afirman los psicólogos de Sanitas, no dormir en la cantidad y calidad adecuadas incide directamente en la capacidad de focalizar durante nuestro día a día. Revisar nuestro colchón, evitar ruidos o luces que nos ayuden a estar despiertos o emplear nuestra habitación únicamente para dormir, son algunos de los sencillos gestos que desarrollan una rutina optima para conseguir dormir al menos las siete u ocho horas recomendadas.

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Organiza tu día

Además de ejercitar nuestros sentidos, la manera que tenemos de organizarnos puede ser un revulsivo para nuestra concentración o, por el contrario, convertirse en un gran escollo para mejorarla. Es conveniente, como señalan desde Psicología y mente (psicologiaymente.com), hacer un plan (a ser posible por escrito) de las actividades importantes de nuestro día y, sobre todo, ordenar prioridades en nuestra agenda. Con este sencillo gesto evitamos las prisas, y el caos generado por el estrés.

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Observa tu cuerpo

No importa el momento ni la actividad que estemos realizando. Observar con atención nuestro cuerpo en cualquier instante y dedicándole un tiempo (identificando nuestra tensión muscular, el contacto con el suelo, las sensaciones externas que estimulan nuestros sentidos) ayuda a centrar nuestra atención, ampliando o reduciendo el foco según la situación. Contar nuestra respiración es otro sencillo ejercicio que nos ayuda a trabajar e identificar nuestro nivel de focalización. Una sencilla técnica de conciencia plena muy efectiva para trabajar la concentración.

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La importancia de comer

O más que de comer, del proceso de alimentarse. Realizar el ejercicio de oler, saborear, comer, masticar y deglutir, dirigiendo la atención a los sentidos (el olor, el sabor y las sensaciones que nos produce morder, masticar o tragar) y siendo consciente de cómo vienen pensamientos ajenos al acto. Dejarlos pasar mientras volvemos a centrar la atención en el acto de la comida es, según los coach de Activial, una efectiva forma de poner a punto nuestra concentración.

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mujer escuchando música© Gtresonline
La música es un elemento fundamental para ayudarnos a mejorar nuestro foco y por tanto el nivel de concentración. Recordar una letra o un recuerdo que nos evoca un tema musical es una buena actividad para aumentar la concentración

La música como gran aliado

Disfrutar de una canción conocida, repasar la letra o ideas de uno de nuestros temas favoritos… La música es uno de los grandes ayudantes de para la memoria y, por tanto, para la concentración. Las notas musicales y las frecuencias que emiten activan emociones que evocan recuerdos y desengrasan nuestro cerebro. No solo eso, cualquier tema puede convertirse en el perfecto ejercicio para poner a punto nuestra concentración. Como nos sugieren los expertos de Activital, tratar de dar con los instrumentaos de cualquier pieza, focalizando nuestra atención durante 30 segundos en cada uno de los que somos capaces de localizar, mejora la capacidad cognitiva y ejercita nuestra capacidad de focalizar la atención de forma concreta.

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