Hay determinados nutrientes que son fundamentales para nuestro organismo. Su carencia provoca problemas -como sucede con el déficit, por ejemplo, de vitamina D- y, por eso, tenemos que aportar la dosis que nuestro cuerpo necesita para funcionar bien. Uno de ellos es el silicio, un oligoelemento esencial para nuestro organismo, indispensable para mantener la salud ósea y preservar el sistema inmunitario. Así nos lo explica la Dra. Margarida Ribó, especialista e investigadora en Nutrición y Dietética, y miembro de Top Doctors, que detalla que está presente en los tejidos conjuntivos, llamados también “de sostén”, que encontramos en todo nuestro cuerpo: a nivel de músculos, de la piel, de los huesos, de los cartílagos, de las articulaciones, de los tendones o de los vasos sanguíneos.
“El silicio orgánico se distingue de la forma mineral por su composición. Está asociado a un átomo de carbono o a un átomo de hidrógeno. El ser humano no puede transformar el silicio mineral que ingiere en silicio orgánico, ya que el primero no es asimilable por el organismo humano y necesita de microorganismos o plantas para hacer esta transformación”, nos explica la experta en nutrición.
Lee también: ¿Cómo puedes saber si necesitas un suplemento vitamínico?
Buen aliado de tu piel y de tus defensas
Tiene varias funciones muy destacadas relacionadas con nuestra salud. Un ejemplo: el silicio participa en la síntesis del colágeno (principal elemento de los ligamentos, de los tendones y de los cartílagos), de la elastina (componente estructural de los vasos sanguíneos) y del ácido hialurónico, manteniendo la hidratación de los tejidos, por lo que está indicado para tonificar y reafirmar la piel. Además, “para estimular las defensas naturales, el silicio contribuye a la fabricación de células del sistema inmunitario y de algunos anticuerpos. Además, el silicio orgánico, elemento fisiológico de la sangre y el tejido, es fundamental para la asimilación del calcio, el fósforo, el magnesio y en la síntesis de la vitamina D”, nos cuenta la doctora. Su función es, pues, fundamental.
Lee también: Posturas de yoga para fortalecer las defensas
¿Cuáles son los síntomas de un déficit de silicio?
“La carencia de silicio puede conducir a problemas de salud. La tasa de silicio orgánico disminuye de manera irreversible con la edad, principalmente a partir de los 35-40 años, ya que el silicio presente en la alimentación se vuelve menos asimilable por el organismo. Uno de los primeros signos de la falta de silicio orgánico son los problemas articulares que afectan a miles de personas en todo el mundo y cuya causa es la deficiencia de silicio orgánico de manera continuada en nuestra alimentación”, explica la doctora Ribó.
¿Cómo se diagnostica su carencia?
Para saber si la presencia de este oligoelemento en nuestro organismo es escasa, tenemos una serie de indicadores que nos sirven para poner remedio, como son:
- Uñas y pelo quebradizos.
- Estrías, arrugas y flacidez en la piel. Envejecimiento prematuro.
- Eccemas y picores en la piel.
- Huesos frágiles y dientes sensibles.
- Fragilidad en músculos y tendones.
- Varices y arañas vasculares.
- Hipertensión y falta de flexibilidad en las arterias.
- Patologías del sistema nervioso. La falta de este oligoelemento está asociada a la concentración de metales pesados en el organismo.
- Taquicardias y arritmias.
- Sensación de cansancio.
Lee también: ¿Muy cansada? Hazte un chequeo de la tiroides aunque estés delgada
¿Cómo podemos prevenir su carencia?
Sin duda, la dieta se convierte, de nuevo, en nuestra gran aliada. Una alimentación sana y variada permite cubrir las necesidades diarias de silicio que el cuerpo humano requiere. “No obstante, la alimentación actual es cada vez más rica en productos refinados y procesados que pueden provocar un déficit de este mineral con consecuencias para la salud. Entonces, es conveniente suplementar externamente, ya sea en cápsulas o en gel líquido por un periodo determinado y siempre bajo control médico”, apunta la doctora. ¿Cuál es la dosis recomendada de silicio? “Se sitúa entre los 15 y 35 mg/día, de los que se absorben aproximadamente la mitad”, nos dice. Y la pregunta clave es dónde podemos obtenerlo. Lo encontramos, por ejemplo, en muchísimas fuentes vegetales. “Destacan los cereales integrales (arroz, avena, cebada, centeno, trigo), la judía verde, el pepino (con la piel), el apio, el rábano, la cebolla, el plátano, las setas, las lentejas rojas, los frutos secos, las zanahorias, las espinacas, la uva (con piel), el mango, la piña, la cerveza, el té, las semillas y especias como el cilantro. El mijo marrón es, por su parte, el alimento con más silicio”, nos explica la experta de Top Doctors.
Lee también: Estos son los motivos por los que debes incluir los cereales en tu dieta
Plantas ricas en silicio
Hay, además, plantas medicinales que son ricas en este nutriente, como pueden ser la cola de caballo, donde podemos encontrarlo en forma de ácido monosalicílico. Por su riqueza en silicio se recomienda para favorecer la reparación y fortalecimiento de cualquier tejido (tras cirugía, fracturas, etc.). Mientras, en el Diente de león, podemos encontrar el silicio en las raíces y en las hojas de la planta. Y en el Bambú, podemos encontrar silicio en el tallo verde, brotes y exudado. Por último, en la ortiga también podemos encontrar silicio en sus hojas.
Lee también: Otras plantas medicinales que también te ayudan a combatir el estrés y la ansiedad