Besos, veladas de ensueño, regalos inesperados, escapadas inolvidables, cenas románticas y un sinfín de sorpresas. Los primeros meses de noviazgo suelen ser un auténtico cuento de hadas. Sin embargo, con el paso del tiempo, la emoción inicial y la magia pueden desvanecerse, pero esto no significa que el amor se haya acabado. Los compromisos y las obligaciones, así como el ritmo frenético del día a día y el cansancio acumulado, pueden provocar que, sin ser plenamente conscientes, estemos descuidando nuestra relación de pareja. Nos olvidamos de algunos de los gestos con los que antes expresábamos nuestro cariño, dejamos de compartir nuestras anécdotas, optamos por hacer actividades por separado y hasta podemos llegar al punto de eludir la comunicación. Se llama rutina y es una de las etapas que forma parte de la evolución lógica de una pareja. Pero, si se prolonga en el tiempo, la monotonía puede generar una sensación de 'aburrimiento' que termine agotando la relación y puede ser motivo de ruptura.
- Cómo romper con la dependencia emocional tras el confinamiento
Síntomas de que la rutina se ha instalado en casa
Hay señales que nos alertan de que la rutina ha hecho acto de presencia en la relación y que, inevitablemente, pueden distanciarnos del otro.
- Mismos lugares y mismas personas: En los primeros meses de relación, cada cita es una nueva aventura que no sabes cómo puede acabar. Sin embargo, con el paso del tiempo, los planes originales se acaban. El círculo de amigos tiende a reducirse y las visitas a los mismos restaurantes o cines se repiten. Está bien tener 'sitios favoritos', pero, cuando esto produce aburrimiento y es fruto de la dejadez y la falta de espontaneidad, puede convertirse en un problema.
- Conversaciones poco interesantes: Uno de los síntomas de haber caído en la monotonía son las conversaciones poco atractivas. Si bien antes podíais pasar horas y horas sin parar de hablar (y sin dejar de reír), ahora puede que los temas de conversación no sean interesantes. Además, cuando se cae en la rutina, las conversaciones telefónicas y los mensajes son más escasos que al principio o prácticamente inexistentes.
- Relaciones sexuales insatisfactorias: La emoción por tu pareja puede ir en declive. Este signo se ve reflejado en la falta de gestos de cariño, pero también en la calidad y frecuencia de las relaciones sexuales. En muchas ocasiones, la falta de deseo sexual se debe a que el sexo se convierte en algo monótono.
-Cinco temas de los que no deberías hablar en una primera cita
¿Cómo romper con la rutina?
Salir de esa monotonía es crucial no solo para 'salvar' la relación, sino también para que los miembros de la pareja puedan mantener una buena salud mental y emocional.
- Prohibido planificar: Muchas parejas se quedan atrapadas en la rutina por tratar de planificar todos los movimientos de su día a día. Salir de la zona de confort y dejarse llevar es fundamental para recuperar la emoción inicial. Improvisa una escapada romántica o atrévete con nuevas actividades para olvidar el ajetreo diario y recobrar la ilusión. Seguro que, en el pasado, habéis hablado de llevar a cabo un plan o idea que os parecía disparatada. ¡Es el momento!
- Comunicación: La comunicación es el pilar de cualquier relación. En muchas ocasiones, la falta de comunicación es la gran culpable de los problemas que surgen en una pareja. Es el momento de sentarte con tu pareja y ser sincera acerca de tus sentimientos. Tenemos que aprender a escuchar con atención a la otra parte y poner en común los posibles problemas que pueden existir para, a continuación, buscar soluciones. No os olvidéis de los pequeños detalles, que son los que harán que la llama no se apague nunca.