Si ya has pasado la barrera de los 40 años, seguro que lo has notado: te cuesta más perder peso. Nos lo confirman los expertos en nutrición. “Es habitual notar que a partir de los 40 años adelgazar suela ser más complicado. Al intentar realizar un plan de pérdida de peso, comprobamos que adelgazamos más lentamente que hace 10 o 15 años, haciendo lo mismo que hacíamos entonces. Esto suele suceder por modificaciones en nuestra rutina diaria sumados a ciertos cambios del metabolismo”, nos cuenta Silvana Iezzi, nutricionista de Blua de Sanitas. Los cambios hormonales, dicha ralentización del metabolismo, una menor actividad física y, por tanto, menos gasto calórico hace que tengamos una mayor tendencia a engordar.
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Cambiar de hábitos
Tal y como nos confirma la nutricionista, a medida que van pasando los años, puede ser más difícil perder peso, aun comiendo sano y haciendo ejercicios. Pero, de cualquier manera, se puede lograr teniendo en cuenta una serie de factores. “Nuestro objetivo no debe ser hacer una dieta para bajar unos kilos, sino lograr un cambio de hábito hacia una alimentación saludable y equilibrada que nos acompañe el resto de nuestra vida y, de esta manera, nos permita mantener lo logrado sin sentir que hay que vivir a dieta”, nos explica, a la vez que matiza que con el paso de los años, el cuerpo comienza a responder de manera diferente a las dietas y a los ejercicios.
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Respetar los horarios de las comidas
Por esta razón es importante tener en cuenta algunos tips a la hora de proponernos perder esos kilos de más. “Primero tener la certeza de que puedes lograrlo combinando alimentación y actividad física, adecuadas a ese propósito”, nos dice. Tener fuerza de voluntad es el primer paso, concienciarnos de que podemos conseguirlo. La nutricionista de Sanitas insiste en la importancia de respetar los horarios de las comidas, fraccionando en 5 ingestas diariamente: desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena. “De esta manera estarás estimulando el metabolismo desde la termogénesis inducida por los alimentos que se produce durante la digestión y por otro lado, llegarás a las comidas con menos sensación de hambre, más capacidad para elegir alimentos saludables y lograrás reducir el volumen de las porciones”, nos explica. Eso sí, ten en cuenta que a medida que nos hacemos mayores, hay que disminuir la cantidad de comida que ingerimos, sobre todo si nuestra actividad no ha aumentado.
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Las frutas y verduras, indispensables
Es fundamental, en opinión de la experta, aumentar el consumo de vegetales y frutas, sobre todo crudos, ya que de esta manera aportan más cantidad de fibra, lo que genera más sensación de saciedad, reduce la absorción de las grasas de los alimentos a nivel intestinal y previene el estreñimiento. Sin duda, han de convertirse en uno de los pilares fundamentales de nuestra alimentación si no lo eran antes.
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Mantener un equilibrio entre hidratos, proteínas y grasas saludables
La clave, una vez más, es realizar una alimentación equilibrada en la selección del tipo de alimentos, incluyendo a diario las raciones necesarias de hidratos de carbono, proteínas y grasas saludables. Y tal y como nos cuenta la experta, hay que reducir el consumo de ultraprocesados o comidas rápidas y elegir una alimentación de elaboración casera con alimentos frescos y de temporada. Además, es importante hidratarse de forma adecuada. Y es que beber 2 litros de agua al día, distribuidos a lo largo del mismo, estimula el funcionamiento de los riñones, contribuye a disminuir la retención de líquidos, el estreñimiento y mejora el funcionamiento orgánico general.
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¿Hay alimentos prohibidos?
La experta aconseja disminuir el consumo de azúcares simples, bollería, dulces y bebidas azucaradas y reemplazarlos por frutas, postres frutales bajos en azúcares y grasas. "Es fundamental reducir el consumo de grasas saturadas, para ello elige lácteos desnatados, carnes y pescados magros y métodos de cocción saludables evitando las frituras y los salteados", nos explica.
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Tándem dieta-ejercicio
Y otro pilar básico es el ejercicio. Lo más habitual es que a medida que cumplimos años nos movamos menos. Esto hace que se produzca un menor gasto calórico, se acumule más grasa y se engorde. Por eso, la otra pieza de este tándem perfecto que nos ayudará a perder peso cuando ya hemos pasado la barrera de los 40. Eso sí, has de realizar ejercicio de manera frecuente y adecuada a tu situación fisiológica y a la meta nutricional.
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