Sin duda, este verano de 2020 es diferente, no solo en lo que se refiere a las vacaciones. También son muchas las personas que afrontan los meses de esta calurosa estación trabajando desde casa. Desde que en marzo nuestra vida cambiara debido a la crisis sanitaria provocada por el coronavirus, son muchas las empresas que siguen apostando por la modalidad del teletrabajo, al menos hasta el comienzo del nuevo curso en septiembre.
Durante la pandemia, el número de personas que trabajan desde casa en España ha ascendido hasta el 34% (según datos del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas) y una de las principales consecuencias es que, en general, estos trabajadores realizan dos horas extra adicionales de media debido a la dificultad para desconectar… ni siquiera con la jornada intensiva. Los expertos apuntan a que hay que poner remedio.
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Teletrabajo y jornada intensiva
Y es que durante los meses de verano, son muchas las empresas y convenios que ofrecen jornada intensiva para que los trabajadores puedan disfrutar de mayor tiempo libre durante las tardes de buen tiempo. Así, aunque de forma habitual solo el 14% de los trabajadores españoles cuenta con un horario laboral continuado, la cifra aumenta a un 67% en momentos puntuales, como es el periodo estival. Esta jornada continuada puede complicar la organización y, por tanto, alargar la jornada y dificultar la desconexión.
A esto hay que sumar que alrededor de un 30% de los españoles afirma que no consigue desconectar durante las vacaciones (tal y como recogía el Estudio sobre la desconexión de Randstad 2019), y le resulta muy complicado desvincularse mentalmente de los asuntos que tienen que ver con el trabajo. Todo esto deriva, en los casos más severos, en el llamado síndrome del Burnout, que se manifiesta como un estado de agotamiento físico y mental permanente, derivado de un exceso de trabajo.
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Reuniones con un tiempo definido
Desde Sodexo Beneficios e Incentivos, recopilan una serie de consejos que nos ayudan a conseguir esa desconexión digital durante este verano marcado, sin duda, por el teletrabajo. Y la primera de ellas es pautar reuniones con un horario y una duración definidas. La herramienta que seguiremos utilizando serán las videollamadas, que han permitido durante estos meses mantener a los equipos conectados. El problema es que esto ha incrementado el tiempo dedicado a reuniones, lo que hace inevitablemente que los empleados alarguen su jornada para poder avanzar con otras tareas. ¿La solución? Para evitar esto, las empresas pueden implementar un horario fijo dedicado a reuniones y/o marcar una duración determinada de éstas. Los empleados, por su parte, deben aprender a decir que no a reuniones que no sean imprescindibles o que no estuviesen programadas.
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Correos y llamadas con hora límite
¿Quién no ha mirado un correo del trabajo fuera de su horario laboral? Sin duda, es algo que todos hemos hecho, sobre todo desde que los smartphones nos permiten tener la oficina allá donde vamos. Dar por terminada la jornada de verano puede ser uno de los grandes retos a los que se enfrentan los empleados en lo que se ha bautizado como “nueva normalidad”, pues con los dispositivos móviles al alcance de la mano se está disponible de forma fácil a través de una llamada o email 24/7, lo que hace que sencillamente la jornada no tenga fin.
Para facilitar la desconexión, las empresas pueden marcar una hora límite para el envío de correos o realización de llamadas, para que el empleado sepa que trabajar fuera de las horas marcadas será percibido, incluso, como algo negativo.
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Prioridades claras y trabajo ágil
La organización es vital. Y los jefes o responsables de equipo tienen mucho que decir al respecto. Para que no surjan tareas nuevas o no prioritarias que alarguen innecesariamente la jornada intensiva de verano, los líderes de equipo pueden ser de gran ayuda para guiar y ayudar a los empleados a realizar una correcta organización de sus tareas para que se cumplan a tiempo dentro de la jornada e incluso, antes de irse de vacaciones para dejarlo todo cerrado y que el empleado pueda desconectar y descansar. Por eso, los plazos de entrega y las prioridades deben estar perfectamente marcadas.
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Antes de irte de vacaciones, deja todo cerrado
Sin duda, una de las claves para conseguir desconectar antes de salir de vacaciones consiste en dejarlo todo atado, en la medida de lo posible. Por eso, las semanas previas a nuestro merecido descanso requieren que dediquemos parte de nuestra jornada laboral a cerrar tareas y, además, a dar el testigo a los compañeros que se encargarán de nuestras tareas cuando estemos de vacaciones.
En este sentido, es importante dejar enviado a los líderes de equipo un informe de status detallado con todos los asuntos pendientes y personas de contacto, para que nuestros compañeros retomen tareas sin tener que recurrir a nosotros. Y en el caso de que tengamos algún conflicto laboral, es importante solucionarlo antes de marcharnos de vacaciones, para evitar tener preocupaciones que estropeen nuestro descanso.
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¿Has oído hablar de las 'apps' para el bienestar digital?
Como decíamos, el teléfono móvil se puede convertir en un arma de doble filo, que impide nuestra desconexión digital. Hay estudios que afirman que pasamos de media casi seis horas al día conectados a Internet y tenemos acceso a la tecnología en casi todo lo que nos rodea diariamente. No es extraño que, frente a esta situación, muchos dispositivos ya cuenten con aplicaciones o funciones que fomentan el descanso y desconexión, aunque también existen numerosas apps que se pueden descargar para garantizar el llamado “bienestar digital” como Unlock Clock, que muestra el número de veces que se ha desbloqueado el teléfono, We Flip, que anima a grupos de personas a poner el móvil boca abajo para evitar distracciones, o Morph, que permite configurar qué apps funcionarán dependiendo de diferentes escenarios, como estando de vacaciones.
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