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El yoga es tendencia y lo es por muchos motivos. Se trata de una poderosa herramienta para contrarrestar el estrés y la ansiedad que imperan en nuestro tiempo; un método en el que se trabaja el cuerpo pero a la vez la mente y la esfera emocional. El que lo practica experimenta nuevas sensaciones que le conducen a una reconexión consigo mismo y una mayor conciencia del presente y de las emociones que nos recorren en cada momento. Pero el yoga es un mundo en sí, con un montón de rituales diferentes con nombre propio. Uno de ellos, el yoga nidra.
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Se trata de una técnica de meditación y relajación desarrollada por Swami Satyananda Saraswati y que deriva de la antigua práctica tántrica Nyasa. Se traduce como 'sueño psíquico' o 'sueño consciente' y precisamente en eso consiste, en alcanzar un estado entre la lucidez y el sueño, en el que la conciencia es capaz de conectar con el inconsciente. Practicándolo se consigue una profunda relajación física, mental y emocional gracias a la autoobservación. Además de ayudarnos a descansar y dormir, es una excelente herramienta de crecimiento personal y espiritual.
¿Cómo se practica el yoga nidra?
Debes elegir un momento del día y practicarlo a la misma hora todos los días. Es recomendable la primera hora de la mañana o justo antes de dormir, lo que favorecerá especialmente el descanso. Solo necesitas una alfombra o colchoneta y una manta para no quedarte fría y colocarte tumbada sobre la espalda, con las lumbares bien apoyadas, los brazos y las piernas separadas del cuerpo y las palmas de las manos hacia arriba. Esta posición de relajación se llama Shavasana.
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© GtresonlineUna vez colocada y dispuesta a la relajación, teniendo conciencia de tu cuerpo, debes formular una afirmación positiva, que repites mentalmente, sientes y visualizas. El fin de esta resolución es favorecer un cambio de patrones internos que nos influyen. Con un continuado entrenamiento podrás guiar la sesión tú misma pero para iniciarte necesitas el apoyo de un profesor o de una grabación.
Rotación de la consciencia
En esta etapa del yoga nidra, recorreremos nuestro cuerpo poco a poco pero de manera fluida, poniendo toda la atención a cada zona. Cada dedo de la mano, la palma, la muñeca, el antebrazo, el codo… y continuaremos el recorrido hasta completar todo. Entonces tomaremos conciencia de las partes como un todo y, al final, de nuestro cuerpo al completo y de su relación con el suelo sobre el que está apoyado.
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En todo momento hay que dejar que la respiración fluya de manera natural y que las imágenes que nos surjan sean percibidas desde una posición de testigo, es decir, sin juicio, sin identificación y sin tratar de encontrar una respuesta a nivel mental. Es una técnica de fluir constante. Terminaremos con una profunda sensación de bienestar y estaremos preparadas para volver, primero, tomando conciencia de la respiración y moviendo lentamente los dedos. Poco a poco el resto del cuerpo, estirando y desperezando cada músculo, hasta sentirte lista para levantarte lentamente.
