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amor© Adobe Stock

¿Crees que se ha acabado el amor? Estos son los síntomas de que ya no funciona

A veces no es fácil identificar el fin de una relación. Y prolongarlo puede perjudicar aún más a los miembros de la pareja. Los expertos nos explican cómo saber que se ha acabado el amor y qué hacer.


Actualizado 23 de junio de 2020 - 16:23 CEST

Saber si tu relación de pareja está acabada y que ha llegado ya el fin del amor no siempre es fácil. O, quizá, no queremos darnos cuenta de ello, porque el apego o la dependencia es más fuerte que la realidad. Sin embargo, perpetuar algo que ya no funciona no hará otra cosa que generar más conflictos y malestar. En cualquier caso, puede que la relación se pueda recuperar y que, si los miembros de la pareja de verdad lo quieren, recuperar el cariño, la complicidad, el deseo y los proyectos en común para que la vida en común vuelva a florecer. La psicóloga Marta Araceli de la Peña, psicóloga de Grupo Laberinto, te explica cuáles son los síntomas para determinar qué el amor se ha terminado y qué podemos hacer si pensamos que aún se pueden sanar las heridas.

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¿Cuáles son las señales de que la pareja ya no funciona?

A lo largo de la vida de una pareja, puede haber diferentes momentos en los que la pareja atraviesa una crisis, sin embargo, un relevante indicador de que la pareja ya no funciona es que se pierde el interés por llegar a acuerdos y solucionar esas crisis generándose un distanciamiento cada vez mayor en donde se pierde poco a poco la comunicación o una situación continua de conflictos.

  • Ya no hay proyectos. Otra posible señal es que ya no os apetezca pasar tiempo juntos. Si bien es necesario que ambos tengan su espacio para pasar tiempo con los amigos, familiares o a solas, cuando una pareja ya no funciona este tiempo y espacio privado se busca para evitar estar con la pareja, para evitar hacer actividades en común de forma que son pocos los planes que se proponen en conjunto y cada vez sois más incapaces de visualizar proyectos de futuro en común.
  • Ejercicio de control. Otro indicador importante es que la pareja te está limitando a hacer cosas que te satisfacen impidiendo tomar tus propias decisiones, experimentando la sensación de agobio o de control por parte de la pareja.
  • Ausencia de detalles. Es posible que también el nivel de enamoramiento haya disminuido y se haya perdido el interés por cuidar de la pareja y por intentar agradar al otro con ciertos detalles cariñosos como pueden ser gestos amables, pequeñas sorpresas, expresiones afectivas…
  • Menos intimidad. Quizás otra de los signos más llamativos que muchas parejas declaran es que deja de haber momentos de intimidad y sexualidad.

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¿Cómo ha influido el confinamiento?

El confinamiento también ha provocado crisis en algunas parejas, de forma que muchos de los comportamientos que ya estaban previamente presentes en la dinámica de la pareja se han intensificado. Algunas personas revelan haber discutido más por las tareas del hogar, otras parejas informan de la sensación de invasión.

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Cuando una pareja no funciona, ¿se puede arreglar?

Hay muchas parejas que se muestran preocupadas porque perciben que algo no funciona en su relación de pareja. No todos los problemas son posibles de solucionar porque hay veces que es demasiado tarde y hay demasiado desgaste, descuido o daño causado. En este sentido, no hay recetas infalibles para los problemas de pareja, ya que cada una es única y tiene sus particularidades. De igual manera, la recuperación de una pareja es un proceso, no algo que sucede de un día para otro, y conseguirlo puede implicar asumir un escenario diferente que imposibilite volver a la casilla de partida.

El que una pareja pueda recuperar la satisfacción va a depender de varios factores, como por ejemplo, si todavía la pareja se quiere, si hay proyectos en común, del tiempo que hace que la pareja percibe que su relación ya no funciona, del tipo de experiencias que hayan marcado la vida como pareja y de la interpretación que cada uno haya hecho al respecto, de cómo estén gestionando cada uno las emociones que hayan surgido en el transcurso del tiempo en la relación de pareja, de los estilos de apego, de las soluciones intentadas, de la red de apoyo social, de lo que estén dispuestos a hacer para solucionarlo…

Una buena opción es para recuperar la relación implica escucharse mutuamente y ofrecerse apoyo utilizando un lenguaje no violento, hacer cosas en común, contar con amigos y familiares para desahogarse, buscar momentos para uno mismo o acudir a terapia de pareja.

¿Cuándo hay que proponerse la ruptura?

Las rupturas no siempre son fáciles independientemente de quien tome la decisión, sin embargo, continuar en una relación en la que no nos sentimos seguros, tranquilos y satisfechos puede ser un indicador para tomar conciencia de que algo no va bien, y reflexionar si realmente queremos seguir manteniéndola.

Hay personas que permanecen en una relación por miedo a quedarse solas, a que el otro sufra si se rompe la pareja, por miedo a la reacción del otro, por miedo a equivocarse con la decisión… Sin embargo, todo esto puede llevarnos a vivir una vida cargada de malestar. Cada persona puede tener unos motivos diferentes que hagan valorar si plantearse o no una ruptura, por lo que es muy legítimo que cada uno tome su propia decisión.

No obstante, algunos síntomas que nos darían pistas de que estamos en una crisis y que puede ser conveniente hacer un balance son: cuando no hay nada en común, cuando las relaciones sexuales han desaparecido, cuando no tienes interés por solucionar los problemas, cuando la pareja te pone obstáculos para hacer las cosas que te gustan, te dificulta vivir una vida con serenidad y plenitud, o que en casos extremos te critica, juzga, no te valora o respeta; cuando te atrae otra persona y te planteas alternativas, cuando no aceptas ciertos aspectos de su personalidad, cuando hay proyectos incompatibles.

En definitiva, y recordando la canción de Joaquín Sabina, el 'ruido' puede ser un buen síntoma de que se ha acabado el amor.

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