¿Nervios ante la EvAU? Consejos para afrontar el examen de acceso a la Universidad

Los estudiantes se enfrentan estas semanas a las pruebas de acceso a la Universidad, una cita que les genera ansiedad y estrés

Actualizado 23 de junio de 2020 - 13:51 CEST23 jun 2020 - 13:51 CEST

Si has pasado por él, sabes que, cuando apenas has cumplido los 18 años, es ‘el examen’. La prueba de acceso a la Universidad, que ahora se conoce como EvAU, es posiblemente el primer gran examen al que se enfrentan los jóvenes, y les abre la puerta a estudiar la carrera que desean. Muchas veces, estas pruebas generan en el alumno un estrés y un nerviosismo que les impide obtener su mayor rendimiento académico. Investigaciones realizadas por varios psicólogos, entre ellos el profesor de la Universidad CEU San Pablo Fernando Miralles, concluyen que los alumnos afectados con problemas de ansiedad en exámenes, suelen estar entre el 15% y el 25%. Y, este año, al estrés habitual hay que sumar la situación excepcional que hemos vivido a lo largo de estos meses de pandemia, cuando de repente, en el año más importante de su vida estudiantil, los jóvenes de 2º de Bachillerato han tenido que preparar el examen y acabar el temario desde casa, por medio de la enseñanza on line.

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Ansiedad, insomnio, incertidumbre... algunos de los síntomas

Por eso, como apunta el experto, este curso es previsible que se incrementen estos baremos al estar sufriendo los 217.000 alumnos que se presentan a la EvAU una gran incertidumbre, ya que hasta hace unos días había dudas, por ejemplo, sobre el lugar donde van a realizar el examen, si en sus colegios e institutos o, como ha ocurrido finalmente, en las universidades correspondientes. A ello ha y que sumar que también ha habido cierto desconcierto con el temario final que entraba para la EvAU, al margen de todo lo que conlleva la distancia social y el uso de mascarilla, algo a lo que no estábamos acostumbrados hasta hace unos meses. Todo esto les puede crear un nivel muy elevado de ansiedad, cuyos síntomas son irritabilidad, susceptibilidad, mal humor, insomnio, algún malestar físico, aparición de pensamientos negativos, miedo al fracaso y a “quedarse en blanco”.

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Por eso, para intentar ayudar a los jóvenes a enfrentarse a esta situación, el profesor Miralles resume una serie de consejos de utilidad en estos días:

Antes del examen:

Es importante cuidar bien el entorno en el que se estudia. Por eso, adapta y ordena tu habitación. El psicólogo recomienda, eso sí, que si puedes y te dejan, estudies también en el salón para no estar siempre metido en el mismo sitio.
La organización es fundamental. Por eso es importante que lleves tu agenda organizada para saber lo que tienes que repasar en cada momento.
Diariamente, empieza estudiando las asignaturas menos atractivas o que peor se te den. ¿La razón? Estarás menos cansado que si las estudias al final del día.
Elige bien la técnica para estudiar. Puedes optar por la que mejores resultados te haya dado, estas son algunas de ellas: lectura rápida, lectura comprensiva, subrayado, esquema/resumen, reglas nemotécnicas y memoria fotográfica.
Tienes que dormir bien, por lo que te puede servir de ayuda realizar alguna técnica de relajación antes de acostarte, como por ejemplo las técnicas de relajación Jacobson, al ser fáciles de hacer y no tener de invertir mucho tiempo.
No estás solo. Recuerda siempre el apoyo incondicional de padres, familiares, amigos y profesores.
Llevar una vida saludable también es importante. No tomes fármacos; si no duermes lo suficiente, el examen no saldrá bien, pues el cerebro estará cansado. Tampoco conviene que hagas comidas copiosas ni bebas alcohol.
Seguro que tus profesores te los han facilitado y has ‘ensayado’ el examen con ejemplos de años anteriores. De no ser así, intenta conseguirlos (todos están en Internet), y así podrás hacer simulacros de la prueba.
Si tienes ocasión, visita online días antes del examen, el lugar donde va a ser tu EvAU, para evitar miedos infundados y sorpresas de última hora.

El día del examen, antes de la prueba

Es difícil, lo sabemos, pero necesitas descansar la noche antes del examen. Para dormir tranquilo y que no haya sorpresas negativas de última hora, deja preparado todo el material necesario para el examen antes de acostarte.
Ve con tiempo al lugar del examen, y si puede ser, en transporte público. El experto nos cuenta que el día de la prueba, muchos padres llevan a sus hijos en coche y se generan grandes atascos que pueden incrementar la ansiedad.
De nuevo, recalcamos la importancia de los hábitos: desayuna bien, lleva agua y algo sólido por si la prueba o el tiempo de espera se alarga.
Es algo que solemos hacer, pero evita un último repaso en profundidad, puesto que esa información ya está almacenada en tu memoria, aunque tú no lo creas.
No comentes el temario con tus amigos, pues saldrán preguntas tan difíciles que ni el profesor que lleva años impartiendo clase se habrá planteado poner en el examen.
Y, del mismo modo, evita hablar con amigos que estén muy nerviosos, ya que pueden transmitirte su intranquilidad.
Si notas que estás nervioso, la respiración puede ayudarte, empezando a respirar con el abdomen.

Durante la realización de la prueba

Lee con detenimiento todas las preguntas y, si hay alguna que no entiendes bien, el psicólogo recomienda consultar al examinador, pues aunque creas que está sólo para vigilar, también te podrá ayudar. Recuerda que es un profesor que intentará orientarte.
Llega el momento de empezar. ¿Por dónde? Comienza el examen por la pregunta que mejor sepas, así irás consiguiendo puntos y aumentarás tu seguridad. Al mismo tiempo, sin que tú te des cuenta, tu cerebro irá buscando las respuestas al resto de preguntas.
Lleva un reloj y controla el tiempo que te queda de examen. Para ello, ponlo sobre la mesa y calcula el tiempo que te han dicho los examinadores. Si no lo tienes claro, no dudes en consultar.
Expón cada idea en un párrafo, destacando las más importantes.
Si puedes, deja algo de tiempo para repasar y, sobre todo, si no estás seguro de alguna palabra, cámbiala por un sinónimo, las faltas de ortografía en la universidad están muy penalizadas.
A todos nos ha pasado: el temido momento en el que te quedas en blanco. Si eso sucede o te pones nervioso, intenta parar, respirar despacio y escribir en un folio 15 palabras que empiecen por la misma letra; así desconectarás un momento del examen y podrás volver en pocos minutos a estar concentrado.

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Después del examen:

Ya puedes respirar y celebrar con los tuyos que el examen ha finalizado y que lo normal es que lo hayas aprobado. Recuerda en todo momento que lo peor que puede pasar es suspenderlo (suspenden la EvAU menos de un 3% de los alumnos que se presentan) y en septiembre volverás a tener otra oportunidad con el mismo temario, el mismo tiempo para hacerlo y habrás podido repasar todo más despacio.

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