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Sin duda, los peluqueros han sido algunos de los profesionales a los que más hemos echado de menos durante las semanas de confinamiento. Las canas seguían su ritmo imparable en estos días de estrés, ajenas a la situación que estábamos viviendo, y no han sido pocas las mujeres que han buscado alternativas para retocar el tono de su cabello en este periodo de tiempo. Hay quienes han probado la coloración natural, dejando de lado los tintes sintéticos y aprovechando, de paso, la eficacia de una técnica más sostenible y ecológica. Para Sandra Vivancos, creadora de la firma de cosmética natural Henna Morena, si hemos hecho la prueba estos meses, tal vez debemos plantearnos que es el momento del cambio. “Aprovechémoslo y no perdamos lo que hemos ganado estos meses, los beneficios son muchísimos. Esto no es una moda, debe ser un cambio sin retorno”, cuenta. La clave está en aprovechar los beneficios de los tintes naturales.
Cuidarse a través de las plantas es uno de los rituales más antiguos que existen y, además, es algo que podemos hacer en casa. Y es que las plantas aportan vitaminas, minerales y nutrientes esenciales, además de, en algunos casos, taninos que dan color. Pasar de la coloración sintética a la vegetal requiere, ante todo, un cambio de mentalidad y después, conocer cómo va a reaccionar el cabello.
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Consejos para pasarte a la coloración natural
Hay que tener muy en cuenta, eso sí, una serie de recomendaciones que te ayudarán a dar el paso por la coloración natural:
1. La importancia de tomar conciencia
El primer paso es descubrir que hay una alternativa a los tintes sintéticos, una nueva manera de cuidar nuestra melena y la piel de nuestro cuero cabelludo. Nuestro cabello, al igual que todo nuestro cuerpo, actúa como contenedor de químicos. Algunos, poco a poco, han sido expulsados, pero otros siguen dañando nuestras fibras capilares. Es cierto que el cabello es una fibra fuerte y elástica, pero que cuando se somete a tratamientos sintéticos agresivos, se daña. Hay que tener en cuenta también el grado de porosidad de un cabello, que puede ser poroso, ligeramente poroso o extremadamente poroso. Cuando el cabello está dañado, la cutícula está herida, ha perdido capas de su barrera protectora, por lo que se vuelve más porosa.
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2. Sé paciente
Eres consciente de que debes recuperar la salud de tu cabello, pero has de hacerlo con paciencia y constancia. Por eso antes de definir el color que queremos en nuestro cabello, debemos reestructurar las fibras capilares y recuperar la salud del mismo. Y es que no podemos conseguir un tono bonito en un pelo que no está sano. Si tenemos el cabello dañado por los tintes sintéticos, antes de teñir con un tinte vegetal, necesitaremos aportar más grasas como el aceite de primera presión en frío para nutrir en profundidad el núcleo del cabello y además ayudará a reparar la cutícula de este.
© Adobe Stock3. Prepara y recupera
Los aceites de primera prensada en frío son los protagonistas en este paso. Es importante nutrir el cabello con grasas buenas, para que después pueda absorber bien los pigmentos y minerales de las plantas. Los aceites penetran en la epidermis nutriéndola y protegiendo la capa lípida. Hay que aprovechar también sus efectos calmantes, suavizantes, tonificantes y regeneradores.
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4. La fórmula perfecta
Toma nota de un último consejo útil antes de aplicar el tinte: preparar una mascarilla de gel de aloe y aceite de almendras y lavanda. Solo tienes que poner en un bol (de cerámica o de cristal) 4 cucharadas de aceite de almendras y lavanda, añade 4 cucharadas de gel de aloe, removerlo con una espátula y aplicar la mezcla sobre el cabello seco de raíz a puntas. Tienes que dejarlo actuar durante 2 horas y finalizar lavándote el pelo con agua abundante.
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Una vez que tenemos la melena bien hidratada y preparada para el cambio, ya toca escoger la mejor combinación de color para el cabello. Hay que tener en cuenta que los tintes vegetales no funcionan como los tintes sintéticos. Las plantas tienen limitaciones, pero también muchísimas posibilidades, entre las que destacan su capacidad de pigmentación y nutrición.
