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Seguramente hayas escuchado esta palabra en más de una ocasión pero lo más probable es que no sepas exactamente de qué se trata. Por ejemplo, cuando se dice que una copita de vino tinto es buena para el corazón es responsabilidad de estos flavonoides. Son compuestos antioxidantes presentes en el reino vegetal y, por tanto, en un buen número de alimentos. Pertenecen a la familia de los fenólicos naturales, existen hasta 6000 tipos diferentes y son los que aportan colores intensos a las frutas y verduras, además de ejercer una función de protección y defensa.
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A su capacidad antioxidante se suma la antiinflamatoria y juntas explican por qué este compuesto está tan bien considerado en materia de nutrición y salud. Sus principales beneficios se asocian con una disminución de enfermedades cardiovasculares, aspecto sobre el que se han realizado diferentes estudios, como el que se llevó a cabo en la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud de ECU (Dinamarca) donde analizaron datos de un estudio sobre la dieta en el país que involucró la alimentación de 53.048 daneses a lo largo de 23 años. Asimismo, investigadores de la Universidad Edith Cowan también pusieron en foco en los flavonoides en uno de sus estudios y señalan que consumiendo un total aproximado de 500 miligramos al día existe un menor riesgo de morir de cáncer o de padecer una enfermedad coronaria.
Investigaciones más recientes hablan de grandes beneficios también en prevención de alzhéimer y otro tipo de demencias. Un grupo de expertos del Centro de Investigación de Envejecimiento Humano de la Universidad de Tufts ha publicado en la revista American Journal of Clinical Nutrition los resultados de un revelador estudio en el que se ha medido la ingesta de flavonoides -de una muestra de más de 2.800 personas durante 20 años- en relación a la evolución de la salud de los participantes. Las conclusiones de este cruce de datos han revelado que las personas que consumieron bajas cantidades de flavonoides tenían entre dos y cuatro veces más probabilidades de desarrollar demencias. Esta baja ingesta era equivalente a no consumir bayas, poco más de una manzana y ningún té en un mes, mientras que la ingesta alta suponía consumir aproximadamente 7 tazas de bayas, 8 manzanas o peras y 19 tazas de té en el mismo periodo de tiempo.
¿Qué alimentos son ricos en flavonoides?
El té es uno de los alimentos con más cantidad de flavonoides siendo el té verde el más rico, debido a que sus hojas no son sometidas a ningún proceso de fermentación y mantiene intactos sus antioxidantes. El cacao es otro de los recursos naturales que destacan por su cantidad de este componente, que incluso se ha llegado a relacionar con la capacidad de prevenir diabetes tipo-2 pues mejora la sensibilidad a la insulina.
Frutas como las bayas, las ciruelas, las uvas, las naranjas y otros cítricos también están en la lista. Especial mención a las manzanas, así como a verduras y hortalizas entre las que destacan la cebolla, el brócoli, las coles de Bruselas y los puerros.