Alrededor de 200 millones de personas padecen osteoporosis y se estima que cada año se producen en consecuencia 1,6 millones de fracturas de cadera, 1,7 millones de fracturas de antebrazo y 1,4 millones de fracturas vertebrales. La OMS estima, además, que el 40% de las mujeres mayores de 50 años puede sufrir una fractura en su vida a causa de unos huesos debilitados. Y es que el sexo es uno de los factores que entran en juego a la hora de poner datos sobre la mesa: las mujeres tienen cuatro veces más probabilidad de contraer osteoporosis que los hombres. Uno de los motivos es que suelen tener huesos más finos y ligeros, pero el más relevante es la menopausia.
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Durante este proceso, que se produce porque los ovarios dejan de liberar óvulos, se da un descenso significativo en la producción de estrógenos, la hormona reproductiva femenina. Esta hormona juega un papel importante en la regulación de los tejidos del hueso a lo largo de la vida y, cuando baja su actividad, el proceso se acelera y crece el ritmo de pérdida de la masa ósea. Según las conclusiones del Study of Osteoporotic Fractures el riesgo de fractura aumenta en un 30%.
¿Cómo podemos prevenirlo?
Los huesos ganan materia hasta los 30 años aproximadamente. A partir de esa edad se va perdiendo densidad ósea, un proceso que se acentúa a partir de los 50 y significativamente con la menopausia. Por ese motivo, es fundamental la labor preventiva a partir de los 40. Según la Dra. Laura Baquedano, médico especialista en Ginecología y Obstetricia del Hospital Quirónsalud Zaragoza, esta prevención pasa por hábitos de vida saludables: alimentación (especial atención al calcio y la vitamina D), ejercicio regular y la ausencia de tóxicos.
"En general, se recomienda tomar 1.200 mg de calcio elemental diario total (de la dieta y suplemento si es necesario), y 800 unidades internacionales de vitamina D. Las principales fuentes dietéticas de calcio incluyen la leche y otros productos lácteos, como queso, yogur, verduras verdes, como la col rizada y el brócoli, las sardinillas en aceite y la quinoa. La vitamina D se absorbe en la piel gracias a la luz solar, pero dado el ritmo de vida de la población en activo pasando gran parte del día en los interiores y la utilización de cremas de alta protección solar, no es infrecuente encontrar niveles por debajo de lo normal siendo necesaria su suplementación", explica la experta.
Los ejercicios en los que trabajas con tu propio peso son los más adecuados para prevenir esta enfermedad, ya sea caminar, correr o bailar, por ejemplo. Además, es interesante combinarlos con dinámicas de fuerza para fortalecer huesos y músculos, así como ejercicios en los que se mejora el equilibrio.
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El tabaco o el alcohol, algunos tratamientos como corticoides o determinados fármacos, como los que se utilizan en casos de cáncer de mama, así como los antecedentes familiares, son otros factores que están estrechamente relacionados con la osteoporosis. Una fase en la que, además de sufrir los huesos, se producen cuadros de insomnio, irritabilidad o ansiedad, junto a cambios en el cabello y en la piel. Según apunta la doctora, cuando las medidas higiénico-dietéticas no son suficientes, es necesario instaurar un tratamiento farmacológico.