Seguro que habrás escuchado hablar del hígado graso, una patología que no siempre está asociada al consumo de alcohol. De hecho, cuando no se debe a esta causa se le denomina hígado graso no alcohólico (HGNA).
Este problema que, a la larga, puede aumentar el riesgo de cáncer hepático, es una patología presente en el 90% de los pacientes con obesidad y hasta en el 75% de los diabéticos tipo II.
No produce síntomas hasta que está en fases muy avanzadas, explica el Dr. Carlos Suárez, especialista en aparato digestivo del Centro Médico-Quirúrgico de Enfermedades Digestivas.
Ciertos medicamentos también pueden favorecer el hígado graso. Así como llevar una mala dieta. Por eso, y de la mano del especialista, hemos querido revisar qué alimentos favorecen la función hepática, así como cuáles son aquellos que pueden perjudicar la salud de tu hígado y propiciar el hígado graso.
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Cómo se diagnostica el hígado graso
En función de los síntomas, es probable que el médico te pida alguna de estas pruebas para conocer el estado de tu hígado y diagnosticar el hígado graso.
“La recomendación de los especialistas en aparato digestivo es que los pacientes con factores de riesgo de padecer hígado graso no alcohólico se sometan a pruebas de detección precoz de esta patología. Si es detectado precozmente puede ser reversible o puede ser controlado para que el daño hepático no progrese”, añade el especialista Carlos Suárez de CMED.
Analítica en sangre: que mida entre otras determinaciones serológicas transaminasas, colesterol, triglicéridos y glucosa.
Test Owliver: analítica en sangre que detecta la enfermedad y el grado de afectación del hígado (grado de grasa y de infiltración en el hígado).
Pruebas mediante diagnóstico por la imagen: ecografía, TAC, RMN y elastografía de transición.
Biopsia hepática: se extrae una pequeña muestra para analizarla en el laboratorio
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Alimentos ricos en ácidos grasos monoinsaturados
Contienen ácidos grasos omega 3 y 6 buenos para todo el organismo y para favorecer aumentar el HDL o colesterol bueno. Esto favorece la función hepática.
En esta categoría encontramos alimentos como los frutos secos como avellana, almendra, nuez, macadamia, aceite de oliva, de girasol, de canola o el aguacate.
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Alimentos ricos en fibra vegetal
La fibra es un aliado de todo el organismo. Facilita el tránsito intestinal, mantiene a raya los niveles de colesterol y de azúcar en sangre y mantiene una buena salud hepática.
Asegúrate de que en tu dieta incluyes alimentos como el salvado de trigo y avena, legumbres, frutos rojos (mora, frambuesa, arándanos, fresas), guisantes, frutos secos, semillas (lino , chia , amapola, sésamo), vegetales de hoja verde (espinaca, espárrago, acelgas).
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Alimentos ricos en ácidos grasos poliinsaturados
Al igual que las grasas monoinsaturadas, las poliinsaturadas son especialmente buenas para tu organismo. Son ricas en ácidos grasos omega 3. El consumo en alimentos ricos en estas sustancias puede ayudar a que el hígado graso no derive en cirrosis.
Consume alimentos sanos para tu hígado como la caballa, arenque, sardinas, anchoas, salmón, trucha o el atún.
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Alcohol
Ahora que sabes qué alimentos son buenos para tu salud hepática y ayudan a prevenir el hígado graso o a controlarlo para que no acabe derivando en una enfermedad más grave, toma nota de qué es lo que más te perjudica. Empezamos por el alcohol.
"Todo lo que pase de una copa de vino tinto al dia se considera cantidad de alcohol excesiva para la salud hepática", señala el doctor.
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Alimentos ricos en fructosa
Procura reducir el consumo de productos a base de jarabe de maíz, refrescos y gaseosas, zumos de fruta artificial, cereales dulces de desayuno, frutas en conserva, pasteles, bizcochos, galletas, tartas, bollos, de origen industrial, salsas dulces, kétchup, mermeladas, comidas precocinadas, ultracongelados y alimentos ultraprocesados. Este hidrato de carbono se metaboliza rápidamente por el hígado y se convierte en glucosa. Si abusas podrás tener problemas hepáticos, de diabetes o enfermedades cardiovasculares.
Alimentos ricos en grasas saturadas y grasas trans
Seguro que no te decimos nada nuevo si te advertimos de los riesgos de consumir un exceso de grasas saturadas y trans. Un consumo excesivo sobrecarga el hígado, aumenta la glucosa en sangre, y acaba ocasionando un problema de salud.
Ojo con las carnes rojas (vaca, cordero, cerdo), casquería, embutidos, lácteos enteros (leche, quesos curados, mantequilla, nata, helado), margarina, bollería industrial, snacks salados (patatas chip, doritos, etc…), aceite de palma.
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Alimentos ricos en sodio
El exceso de sal o sodio en la dieta no es bueno para ti. Aumenta la tensión arterial, puede favorecer las enfermedades cardiovasculares pero, además, también puede producir cambios negativos en las células hepáticas.
Opta por alimentos naturales y limita el consumo de alimentos precocinados, ultraprocesados, latas, conservas, congelados, sal, embutidos, quesos.
Alimentos con alto contenido en pesticidas
Algunos estudios sugieren que los alimentos tratados con productos químicos como pesticidas puede afectar a la salud hepática, además de la de todo el organismo. Por eso, el doctor te sugiere que tengas especial cuidado con algunos alimentos como la nectarina, manzana, espinaca, uva, melocotón, cereza, pera, tomate, apio, patatas, pimientos. No hay que dejar de tomarlos, pero sí lavarlos muy bien y escoger estos productos de origen orgánico si se puede.
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