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Con toda España ya en fase 2 de la desescalada (algunas comunidades ya en fase 3), poco a poco, se van retomando actividades que han estado durante semanas paralizadas debido a la crisis sanitaria motivada por el coronavirus. Y es que, de forma paulatina, se van haciendo avances a medida que se va controlando la pandemia. En esta etapa, en la que ya se encuentran por ejemplo las dos principales ciudades del país, Madrid y Barcelona, se permite ya la apertura de los grandes centros comerciales, cerrados desde que se decretara el estado de alarma, lo que nos ha llevado a plantearnos qué condiciones de seguridad han de seguirse en estas grandes superficies para proteger la salud de todos los que acudan a ellos y minimizar el riesgo de contagios.
Controles de aforo
Una de las primeras limitaciones va ligada al aforo, (que no superará el 30% en las zonas comunes y el 50% dentro de los locales), y las zonas comunes solo se podrán utilizar para ir de una tienda a otra, no estará permitido permanecer en las áreas de descanso o infantiles, y, además, restaurantes, bares o cafeterías que se encuentren en dicho centro comercial deben acogerse a la normativa del sector de la hostelería. Los geles hidroalcohólicos se convierten, además, en un elemento más a disposición de clientes y empleados en muchos locales, y se ha colocado cartelería para ayudar a los clientes a mantener la distancia de seguridad.
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Las mascarillas, indispensables
Tal y como detallan los expertos de Dräger, multinacional del campo de la tecnología médica y la seguridad, aparte de mantener la distancia de seguridad de dos metros que especifican las autoridades sanitarias, es recomendable seguir una serie de instrucciones que ayuden a evitar que el coronavirus se extienda y pueda haber nuevos rebrotes. Y, como sucede en la mayoría de los espacios cerrados, dentro de estas recomendaciones se incluye el uso de mascarillas, que se han convertido en un aliado indispensable frente a esta pandemia. Así, desde la multinacional remarcan que en el caso de los profesionales que trabajen de cara al público, lo idóneo es que utilicen mascarillas autofiltrantes al menos de la categoría FFP2 (frena al menos 92% de las partículas). El objetivo es evitar contagiar y proteger del riesgo de contagio al otro. Este consejo también se puede extender a los consumidores, si bien en estos casos también pueden usar la FFP1 (que frena al menos 78% de las partículas) o las mascarillas quirúrgicas.
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© Adobe StockMedidas de higiene
Sin duda, han de extremarse las medidas de higiene. A la hora de la limpieza, los locales deben garantizar una correcta desinfección de sus instalaciones y productos para cumplir con la normativa. Uno de los métodos más comunes es la higiniezación con ozono, muy eficaz para combatir todo tipo de bacterias, virus y microorganismos. Sin embargo, puede ser perjudicial para la salud si no se toman las medidas de seguridad adecuadas con equipos de protección específicos. Según los expertos de Dräger, es imprescindible que el proceso de esterilización lo lleve a cabo una empresa especializada. Y es que, por ejemplo, la aplicación no puede darse en presencia de personas. Antes de utilizar el área desinfectada hay que ventilar adecuadamente y comprobar los niveles de ozono existentes en el aire ambiente mediante detectores homologados. Para ello, los profesionales deben disponer de los EPI´s adecuados. Después de su uso, todo el material debe ser limpiado y descontaminado. Hay grandes cadenas de venta de ropa que tienen previsto desinfectar los probadores después de cada uso, así como higienizar las prendas que se pruebe el cliente y no se vendan.
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¿Cómo detectar la fiebre?
Para detectar la fiebre –uno de los síntomas más claros del coronavirus–, los centros comerciales pueden ayudarse de cámaras térmicas, unas herramientas que escanean y detectan los focos térmicos de una persona que superen la temperatura fijada. Así, si se encuentra a alguien que puede tener según indica este medio unas décimas de más, esta pasaría a una segunda revisión más en profundidad para descartar un posible contagio.
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