¿Se puede hacer deporte al aire libre si tenemos alergia? Es la pregunta del millón, y son muchas las personas que se plantean si teniendo diagnosticada alergia pueden salir a hacer ejercicio. “Son compatibles. Hace unos años decíamos aquello de evitar las salidas al campo en primavera, pero cada vez la incidencia de la alergia al polen en la población es mayor, y también se prolonga más en el tiempo. Por ejemplo en Madrid, el polen que más nos afecta es el de gramíneas (de finales de abril a primeros de julio) pero también hay una alta incidencia de arizónica (de final de diciembre a mediados de marzo) y vuelve a haber gramíneas en septiembre; es decir, no podemos decirle a la gente que se encierre en casa 6 meses”, nos comenta la doctora Gema García, jefa de Alergología del Hospital Universitario Sanitas La Moraleja.
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¿Qué podemos hacer si tenemos alergia y queremos practicar deporte?
En opinión de la doctora, es fundamental tener hecho un buen seguimiento del paciente en consulta, para que de esta forma tenga prescrita la medicación correcta y la inmunoterapia (vacuna) en los casos que esté indicado. “Igualmente damos 'truquillos' como el uso de gafas de sol, sprays nasales que sirven de filtro, medicación previa al ejercicio para asmáticos... El paciente bien estudiado reconoce sus síntomas y comienza con la medicación a tiempo para frenarlos en la medida de lo posible y controlarlos”, nos cuenta.
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¿Y si padecemos una crisis haciendo deporte?
A veces, aunque hagamos todo bien y el paciente esté controlado, puede haber crisis durante el ejercicio. “Si el paciente está muy sintomático, (sobre todo con el asma) y está en plena crisis, sí conviene que descanse o que modere su actividad en función de su estado. Como en todo, la aplicación del sentido común es la regla”, nos explica la experta en Alergología. “En el caso del asma, a veces, el propio paciente usa el broncodilatador previo al ejercicio, porque se siente bien como para hacer deporte, pero no está al 100%, en otras ocasiones inician ejercicio y a la mitad paran, usan el broncodilatador y siguen y, en otras ocasiones, lo usan al final. Pero en todos esos casos el paciente suele encontrarse bien y con ganas de hacer ejercicio. Cuando tienen síntomas intensos, crisis grave, o simplemente no grave pero disnea intensa, ellos mismos suelen elegir disminuir la intensidad o elegir ejercicios en los que el cansancio 'muscular' llega antes que el respiratorio, como la natación, tolerada muy bien por la mayoría de los asmáticos”, nos cuenta.
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¿Hay días en los que conviene evitar el ejercicio al aire libre?
La doctora nos explica que los días de mucho viento son peores en caso de alergia al polen, porque el aire "levanta" y moviliza el mismo. Mientras, los días de más lluvia son peores para los alérgicos a ácaros, pero mejores para los polínicos (porque baja el polen) y los de tormenta son malos para los alérgicos a alternaria, hongo ambiental cuyas esporas aumentan en los momentos previos/iniciales a las tormentas.
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¿Influye la hora del día en la que hacemos ejercicio?
Hay que tener en cuenta que el polen comienza a liberarse por la mañana, alcanza su punto máximo al mediodía y luego baja de nuevo; así que los mejores momentos son temprano, antes del amanecer, al caer la tarde y temprano en la noche. “Pero claro, si estamos en niveles muy elevados, estas variaciones se notan poco. En las zonas urbanas, estas subidas y bajadas ocurren más tarde que en zonas fuera de la ciudad”, nos dice.
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¿Mejor en la playa, la ciudad o el campo?
También hay diferencias en función de la zona geográfica. Así, en la playa los polínicos mejoran, mientras que los alérgicos a ácaros empeoran. La afectación suele ser mayor en la ciudad que en el campo por la contaminación, pero claro, si el polínico se traslada al campo y está muy sintomático, la doctora nos cuenta que también lo notará.
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¿Hay deportes más recomendables?
Como se ha comentado, la natación es ideal, salvo para los alérgicos a hongos (alternaria) que suelen empeorar en las piscinas climatizadas, igual que a veces los alérgicos a ácaros. Si hace un día muy ventoso, tenemos muchos síntomas y somos polínicos, si se puede ir al gimnasio, mejor.
¿Se debe usar mascarilla?
Es una de las dudas más recurrentes últimamente, acerca de un complemento indispensable en nuestras vidas desde que comenzó la crisis sanitaria del coronavirus. “Su uso actual es ideal para alérgicos al polen, ya que evita la entrada de los alérgenos. La mascarilla, combinada con gafas de sol y tratamiento, ideal”, nos cuenta la doctora.
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