Skip to main contentSkip to footer
contaminacion acustica© Gtresonline

Medio ambiente

La contaminación ambiental y acústica de los hogares aumenta por la cuarentena

Desde que se declarara el estado de alarma, hemos trasladado todas las actividades a nuestro hogar, que se ha convertido en lugar de trabajo, de descanso y entretenimiento. Como consecuencia se ha detectado un considerable aumento del ruido y un empeoramiento de la calidad del aire en el interior de las viviendas.


Actualizado 28 de mayo de 2020 - 19:55 CEST

Paradójicamente, el planeta ha sido el principal beneficiado de la crisis sanitaria de la COVID-19. Las drásticas medidas de aislamiento tomadas por los gobiernos de la inmensa mayoría de países para hacer frente a la pandemia han tenido graves impactos en la economía, pero han favorecido claramente al medio ambiente. Tal y como reflejan los datos, el cese de la actividad y el 'encierro' en los hogares para evitar la propagación del virus ha reducido de manera significativa los niveles de dióxido de nitrógeno (NO2) en la atmósfera. La calidad del aire de las ciudades ha mejorado drásticamente durante la cuarentena, pero no la del aire de nuestro hogar. Tanto es así que, según un estudio realizado por Netatmo, entre el 1 de marzo y el 26 de abril de 2020, en seis países europeos, el nivel de contaminación interior y el ruido han aumentado considerablemente como consecuencia del aislamiento.

Leer: Un estudio relaciona las muertes por coronavirus con zonas altamente contaminadas

Ambiente más ruidoso

Música a todo volumen, radios y televisiones encendidas, pequeños jugando, tareas domésticas cantando... No cabe duda de que, desde el pasado 15 de marzo, el ruido ha aumentado en la inmensa mayoría de casas españolas. Desde que se declarara el estado de alarma, hemos trasladado todas las actividades a nuestro hogar, que se ha convertido en un nuestro lugar de trabajo, de descanso, de entrenamiento y, por supuesto, de juego y entretenimiento.

Según el análisis elaborado por la compañía de domótica, el nivel de contaminación acústica aumentó ligeramente, de 41,46 dB de media en 2019 a 43,32 dB en 2020, lo que representa un incremento del 54 % en presión acústica. Un sensible incremento en el nivel de decibelios que puede provocar trastornos auditivos, además de efectos psicológicos como dificultad en el descanso, bajo rendimiento, irritabilidad, falta de concentración, malestar, ansiedad o estrés.

Leer: Cómo nos afecta la contaminación acústica

Y ambiente menos saludable 

El ruido no es el único problema que se ha potenciado en los hogares con el confinamiento. Según los datos, de media, el 45% de las viviendas supera el umbral de 1.000 partículas por millón (ppm) de CO2 al menos una vez por semana, en comparación con la media del 39% en 2019. No obstante, aunque las cifras no son nada alentadores, nuestro país está en la media de los vecinos europeos. Según el comunicado emitido por Netatmo, España se sitúa por detrás de Francia, pero por delante de países como Italia, República Checa, Alemania y Polonia.

Renovar el aire de nuestro hogar

La principal solución para mejorar la calidad del aire en interiores es tan fácil como ventilar nuestro hogar, al menos, dos veces al día. Abrir las ventanas de casa es altamente beneficioso para el organismo. Con este sencillo gesto, se eliminan las sustancias nocivas que se van acumulando en nuestro hogar, el aire se oxigena y se reduce la concentración de CO2. Recuerda que cuantas más personas vivan en una casa, más tiempo y más veces se debe ventilar y que es recomendable airear el dormitorio justo después de levantarse. Diez minutos son suficientes para poder disfrutar de un aire 'nuevo'.