En qué consiste la intolerancia al gluten que tiene Aitana y cuáles son sus síntomas principales

No es extraño si en tu entorno conoces a alguna persona celiaca. Sin duda, el aumento de los diagnósticos hace que cada vez tengamos más presente los problemas que genera esta enfermedad, la celiaquía, también conocida como enteropatía sensible al gluten o sprúe celíaco. La cantante Aitana acaba de reconocer que padece este problema de salud, que se le diagnosticó a mediados de este año, como ella misma ha reconocido. Se trata de una enfermedad en la que está implicado el sistema inmune que hace que una persona reaccione a la ingesta de gluten, por lo que se ve obligada a eliminarlo de su dieta. Si nos atenemos a los datos de España, podemos afirmar que ronda el 1% de incidencia en nuestro país. Aunque suele diagnosticarse ya desde la infancia, también ocurre en edad adulta y, de hecho, no es extraño encontrarse con casos de personas que obtienen un diagnóstico cuando ya tienen muy lejos la niñez.

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Los mitos más habituales

El equipo de médicos de la plataforma online de análisis de sangre Melio ha hecho un recorrido por los principales bulos que surgen entorno a la enfermedad celíaca (EC).

• No es una alergia al gluten. Es, sin duda, una de las cuestiones más habituales que nos hacemos: ¿alergia o intolerancia? Las reacciones alérgicas también están mediadas por el sistema inmune de nuestro cuerpo -como la EC- pero por otras vías y con otro tipo de anticuerpos, por lo que no se debe considerar como una alergia.
• No entiende de niveles. 'A mí es que me sienta un poco mal el gluten'. Tal vez has oído alguna vez esta frase y es que existen personas que piensan que se puede ser un poco celíaco o muy celíaco, entendiendo como tal el nivel de respuesta que generarían ante la exposición al gluten. Esto es falso, no existen niveles de celiaquía, aunque es cierto que en una persona que siga la dieta estrictamente, si puntualmente ingiere una pequeña cantidad de gluten, esta normalmente no genera una gran respuesta. Sin embargo, si un celíaco no sigue adecuadamente la dieta, con poco gluten que tome ya manifiesta bastante sintomatología.
• No tiene cura. Lo cierto es que, pese a los estudios y las investigaciones que se llevan a cabo, a día de hoy se trata de una condición de por vida, por lo que un celíaco lo será siempre. Siguiendo una dieta estricta no presenta más complicaciones que el propio hecho de no saltarse la dieta.

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• No tiene tratamiento médico. No hay una pastilla que nos ayude a digerir mejor el gluten. Así, la única manera de poder tratar esta enfermedad es llevando una alimentación totalmente libre de este conjunto de proteínas. No existe un tratamiento médico posible más allá del cambio alimenticio que debe iniciarse una vez que tenemos confirmado el diagnóstico. Este giro en nuestra alimentación causa una mejoría en una o dos semanas.
• El gluten no solo está presente en los cereales. El gluten es un conjunto de proteínas presentes en cereales como el trigo, el centeno, la cebada, la avena y el triticale -cereal que procede del cruzamiento de trigo y centeno-. Pero hay que tener especial cuidado, pues puede aparecer también en algunos espesantes o aglutinantes que se usan en la industria alimentaria y que contienen alguno de los cereales, y que se puede encontrar en algunos embutidos, carnes procesadas, colorantes, salsas y otros alimentos procesados. Por eso, es fundamental que estén muy atentos a las etiquetas de los productos que consumen.

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¿Cuáles son sus síntomas?

La mayoría de la sintomatología afecta al aparato digestivo, pero no solo. Así, quienes la padecen y no están diagnosticados –o bien no siguen la dieta correcta- pueden sufrir los síntomas más habituales, sobre todo en el intestino delgado con alteraciones del tránsito intestinal, malabsorción de ciertos nutrientes o alteraciones cutáneas que tienen como consecuencias dolor de tripa, diarrea, pérdida de peso, digestiones pesadas, hinchazón, osteopenia, ferropenia o crecimiento lento en edades tempranas.

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¿Cómo se diagnostica?

Una vez que el paciente y su médico sospechan que hay un problema, y que puede ser causado por una intolerancia al gluten, para diagnosticar la enfermedad celiaca, es suficiente con realizar un test de celiaquía que se elabora a través de un análisis de sangre y suele realizarse cuando existen algunos de los síntomas anteriores. El paciente se somete a un estudio inicial con anticuerpos antitransglutaminasa, considerado patológico si se obtiene un nivel 10 veces superior al límite alto de la normalidad. Se puede completar el estudio con anticuerpos antigliadina o antiendomisio, cuya positividad (por encima del límite de la normalidad, que varía discretamente entre laboratorios) ya tiene significación. Además de a los pacientes sintomáticos, a veces se hacen test genéticos a familiares de primer grado de pacientes celíacos. Sin embargo, padecer la genética de riesgo no implica tener la enfermedad ya que es una variante genética de la normalidad.

En algunos pacientes basta con la analítica de sangre y la respuesta a la dieta sin gluten. En cambio, otros deben completar el estudio con una endoscopia digestiva alta para la visualización y toma de biopsias de duodeno, que serían estudiadas en el laboratorio de Anatomía Patológica.

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Los celiacos en tiempos de coronavirus

Sin duda, la llegada del coronavirus lo ha cambiado casi todo y ha generado muchas dudas en pacientes con dolencias crónicas, entre ellos los pacientes diagnosticados de celiaquía, entre los que ha generado cierta preocupación por saber si puede afectarles de manera diferente el contagio del virus. Sin embargo, desde la SEEC (Sociedad Española de Enfermedad Celíaca) recomiendan a los celíacos que sigan los mismos consejos emitidos por el Ministerio de Sanidad para evitar el contagio y que mantengan, como hacen, una estricta alimentación libre de gluten.