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Si hace unas semanas María Pombo nos anunciaba que había estado más desconectada de sus redes sociales a causa de una mielitis, ahora nos deja a todos muy preocupados por la confirmación de la causa de esta inflamación de la médula espinal: una esclerosis múltiple, la misma patología que sufre su madre. La influencer explicó a sus seguidores que comenzó a sentir 'extraños' hormigueos por el cuerpo y que estuvo yendo al hospital para realizarse pruebas. La it girl contó que los resultados de las resonancias (cerebral y medular) revelaron una mielitis, una inflamación de la médula espinal que puede relacionarse con la esclerosis múltiple (EM). La propia Pombo indicó que en su familia están muy atentos a los síntomas relacionados con la EM, una patología denominada 'la enfermedad de las mil caras' por las múltiples señales que puede dar, entre ellas, los hormigueos y pérdida de sensibilidad en las extremidades, producidas por una mielitis.
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En este artículo, te explicamos qué es la mielitis, por qué se relaciona con la esclerosis múltiple y, además, qué avances ha habido en el tratamiento de esta patología y por qué no debemos estigmatizar a los pacientes, puesto que, con un diagnóstico temprano, como es el caso del que ha recibido María Pombo, la calidad de vida de las personas que sufren esclerosis puede ser muy buena.
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¿Qué es la mielitis?
La mielitis se caracteriza por una inflamación de una parte de la médula espinal. Existen diferentes tipos de mielitis. La tranversa es la que afecta a ambos lados de una sección de la médula espinal y puede dañar el material aislante que cubre las fibras de las células nerviosas (mielina).
Los síntomas de estas inflamaciones pueden durar horas o, incluso, semanas. “Las señales más características son hormigueos, debilidad y pérdida de fuerza en las piernas y los dedos de los pies”, nos explica el doctor Gurutz Linazasoro, neurólogo del Grupo Quirón-Policlínica Gipuzkoa y presidente de VIVE biotech. La mielitis trasversa puede progresar rápidamente hasta síntomas más graves, como parálisis, retención de orina y pérdida de control del intestino.
No existe tratamiento para este trastorno, únicamente, el manejo de la sintomatología, que suele realizarse con fármacos corticosteroides.
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¿Qué causa la mielitis?
No se conoce con exactitud qué produce la mielitis. Se sospecha que puede estar relacionado con una respuesta anormal del sistema inmunitario reconoce equivocadamente los tejidos del cuerpo como si fueran extraños y produce anticuerpos que atacan a los tejidos y los daña.
A pesar de que la mielitis podría ser la ‘antesala’ de una grave enfermedad como la esclerosis múltiple, tal como la propia María Pombo ha explicado a sus seguidores, muchos pacientes que la padecen se recuperan y no sufren otras secuelas y así lo remarca el doctor Linazasoro: "en ocasiones la mielitis no evoluciona hacia una esclerosis múltiple y los pacientes pueden recuperarse sin secuelas o con mínimas secuelas".
Por eso, es importante saber qué ha producido este trastorno ya que, según nos aclara el especialista en neurología, “puede estar relacionado con una infección, con una enfermedad autoinmune como el lupus o, como indica la influencer, con la esclerosis múltiple”. En este caso, se confirma, como decíamos, que la causa es una esclerosis múltiple.
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¿Qué es la esclerosis múltiple?
La esclerosis múltiple es una enfermedad inflamatoria autoinmune y crónica que afecta al sistema nervioso central y representa la causa más común de afectación neurológica discapacitante y no traumática en adultos jóvenes. Se desconoce la causa de la EM, aunque se cree que está provocada por un ataque del sistema inmunitario contra la mielina, interrumpiendo el flujo de información a través de los nervios. Algunos síntomas invisibles de la EM son la fatiga, la visión borrosa, la pérdida de sensibilidad en el cuerpo o la ansiedad.
Una de las peculiaridades de esta enfermedad es que afecta a cada paciente de una forma distinta, de ahí que se conozca también como “la enfermedad de las mil caras”. Aunque con frecuencia se asocia a la silla de ruedas, afortunadamente los nuevos tratamientos han permitido controlar la EM y mejorar el pronóstico, de manera que esta imagen es cada vez menos habitual y, por lo tanto, la enfermedad menos visible a los ojos de los demás.
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Síntomas de la esclerosis múltiple
Entre los síntomas más comunes están:
- Fatiga
- Dificultad para caminar
- Incontinencia
- Problemas de visión (por ejemplo, visión borrosa)
- Espasmos musculares
- Entumecimiento u hormigueos en distintas partes del cuerpo
- Problemas de equilibrio y coordinación
- Dificultad al tragar
- Trastornos de razonamiento, aprendizaje y planificación
Precisamente esta variedad de síntomas ha llevado a que la EM sea considerada como la “enfermedad de las mil caras”.
¿Cómo influye la esclerosis múltiple en el embrazo?
Sólo en España hay aproximadamente 50.000 personas con EM y la enfermedad se ha convertido ya en la segunda causa de discapacidad en adultos jóvenes, superada solo por los accidentes de tráfico. Se trata de una enfermedad predominantemente femenina (3 de cada 4 afectados son mujeres) y se diagnostica entre los 20 y los 40 años de edad, un momento en el que se toman importantes decisiones, como la de ser madre.
En este sentido, el Dr. Miguel Llaneza, jefe de Sección de Neurología del Complejo Hospitalario Universitario de Ferrol y coordinador del Grupo de Estudio de Enfermedades Desmielinizantes de la Sociedad Española de Neurología (SEN), ha insistido en la necesidad de “normalizar la enfermedad en el entorno social, laboral y familiar del paciente”. Asimismo, ha explicado que “el conocimiento existente en este momento sobre la relación entre la EM y el embarazo permite planificar con la paciente el momento más adecuado para que pueda satisfacer su deseo maternal”.
Las pacientes con esclerosis múltiple que deseen quedarse embarazadas deben recibir un asesoramiento previo a la gestación. De hecho, el neurólogo puede definir un plan para compatibilizar el embarazo con la patología.
Según señalan desde Merck, esta patología no tiene un impacto significativo en la capacidad de concebir o para que un embarazo llegue a término. Tampoco en el desarrollo fetal. Sin embargo, sí puede afectar a la salud reproductiva.
Por otro lado, algunas pacientes pueden experimentar un brote durante el primer trimestre, después de haber dado a luz, coincidiendo con el momento de la lactancia, etapa que no está contraindicada. De hecho, tal como afirman desde Merck, las últimas guías recomiendan animar a las pacientes a a dar el pecho a sus bebés.
Un tratamiento que mejora la calidad de vida
Con el objetivo de contribuir a la normalización de la vida de las personas con EM y aportar sencillez a su tratamiento, recientemente se empezó a utilizar en España un nuevo tratamiento Mavenclad® (cladribina comprimidos), una nueva terapia oral para la esclerosis múltiple que cursa con brotes o episodios en los que aparecen nuevos síntomas.
La principal novedad que aporta cladribina comprimidos radica en que, a pesar de que la EM es una enfermedad crónica, es la primera terapia oral no continuada en el tiempo para su tratamiento. Así, el nuevo fármaco permite controlar la patología durante 4 años con un máximo de 20 días de tratamiento oral (hasta 10 días en el año 1 y otros 10 en el año 2), limitando así el impacto de la EM y del tratamiento en la vida de los pacientes. “Se ha comprobado que, tras dos años de tratamiento, 8 de cada 10 pacientes estaban libres de brotes y en 9 de cada 10 la discapacidad no había evolucionado”, explica Isabel Sánchez Magro, directora Médica de Merck, quien apunta también que la seguridad del nuevo fármaco “está definida mediante un registro de al menos 8 años de seguimiento a pacientes en el momento de su aprobación, un periodo más extenso al habitual”.
Esta pauta de administración permite que la planificación familiar sea una opción y no se vea limitada por un tratamiento continuado incompatible con el embarazo. Con cladribina comprimidos se puede planificar el embarazo durante el periodo libre de tratamiento, es decir, una vez que han pasado 6 meses desde el último día de tratamiento en el año 2.
Por otro lado, la Dra. Celia Oreja Guevara, jefa de Sección de Neurología del Hospital Clínico San Carlos, apunta que el nuevo fármaco también contribuye a normalizar la vida de los pacientes porque “requiere una baja monitorización, lo que significa que el paciente sólo tiene que hacerse tres analíticas de sangre en el primer año y tres en el segundo y no necesita ir frecuentemente al hospital, evitando que tenga que ausentarse de su trabajo”.
