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¿Serán seguras las piscinas este verano? Los expertos nos dan su opinión

Insisten en que no hay evidencias científicas de que el virus se transmita a través del agua y remarcan la importancia de respetar la limitación de aforo y la obligación de mantener la distancia mínima de seguridad


Actualizado 22 de mayo de 2020 - 15:22 CEST

Es una de las preguntas del millón en un país acostumbrado a disfrutar de las piscinas en cuanto llega el calor. Este año nada será igual, debido a la crisis sanitaria generada por el coronavirus, y, sin duda, una de las cuestiones que más se repiten entre la población es si serán seguras las piscinas este verano. Teniendo en cuenta que tenemos que seguir estrictas medidas de seguridad e higiene en cualquier acto de nuestra rutina diaria, sin duda, pensamos en estas alternativas de ocio y nos surgen las dudas. Hemos querido hablar con varios expertos para que intenten poner un poco de luz al respecto, teniendo en cuenta que, cada día, nos encontramos con novedades con respecto a la evolución de la pandemia que pueden cambiarlo todo en un abrir y cerrar de ojos.

El propio Ministerio de Sanidad, responsable máximo de la seguridad en una época marcada por la pandemia, ha elaborado un protocolo que entrara en vigor cuando puedan reabrirse los recintos, de acuerdo con el plan de desescalada. De lo que sí que parte el Ministerio es de que no hay evidencias científicas que indiquen que la covid-19 puede transmitirse a través del agua. Y, al igual que sucede con el resto de actividades, sin duda el aforo máximo permitido y la obligación de mantener la distancia mínima de seguridad son dos de los aspectos más relevantes a tener en cuenta. La función de los socorristas y el personal de las piscinas cobra aún más relevancia si cabe, pues serán los encargados de velar por el cumplimiento de esta normativa.

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El riesgo no es el agua

“Dadas las características y las vías de transmisión conocidas para el SARS-CoV-2, en el caso de las piscinas, el buen funcionamiento, mantenimiento y desinfección adecuada (por ejemplo, con cloro y bromo) de piscinas, jacuzzis o balnearios deberían inactivar el virus que causa covid-19. Esto implica que el principal riesgo de las piscinas debido al virus SARS-CoV-2 no es el agua. Los dos principales riesgos son las interacciones interpersonales sin respetar las distancias mínimas de seguridad y no realizar una limpieza y desinfección adecuadas de las superficies de las zonas comunes”, detallan el documento elaborado por el Ministerio de Sanidad.

Espacios seguros si seguimos las normas

Le preguntamos al doctor José Ignacio Peis, coordinador del grupo de trabajo de Actividades Preventivas y Salud Pública de SEMERGEN (Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria) si considera que, en líneas generales, las piscinas serán un lugar seguro este verano. “Las piscinas serán lugares seguros si seguimos manteniendo la distancia de seguridad y las recomendaciones higiénico-sanitarias. Hay que tener en cuenta que a día de hoy, en la Fase 2 de la desescalada el aforo máximo permitido es el 30 % del habitual (además se reducirá más si no permite a los usuarios mantener la distancia de seguridad de dos metros). Aunque sea complicado, difícil de llevar a cabo y además limite la accesibilidad a las instalaciones, permitirá que sean espacios seguros”, nos explica.

Planificar bien nuestra estancia en la piscina

¿Qué medidas de seguridad debemos tomar como usuarios de estos centros? El doctor nos explica que es importante en primer lugar, no acudir si tenemos síntomas. Además, conviene ir ya duchado de casa. "Debemos planificar nuestra estancia en la piscina, con enseres de un solo uso y no compartir cremas, gorros, gafas de sol o gafas de piscina. Hay que incidir en la distancia de seguridad con otros usuarios. Llevar bolsas para mantener recogidos los enseres para luego higienizarlos en casa. No se deben compartir toallas y hay que evitar estar directamente tomando el sol en el suelo”. El doctor insiste en que aunque sean lugares de esparcimiento, debemos adaptarnos a la nueva normalidad y evitar grupos numerosos, juegos colectivos (mantener a los niños vigilados para que no jueguen con otros niños, salvo los de la unidad familiar), juegos en el agua y nadar de una manera deportiva. “Los responsables del control de aforo para hacer posible la viabilidad de estas instalaciones serán quienes se designen por los administradores de Fincas y puede ir por sistemas de contaje manual o electrónico, cita previa o turnos, según se arbitre en la Junta Vecinal. El mantenimiento especial está regulado e incluye limpieza exhaustiva de zonas comunes, facilitar zonas de paso, anular aseos y duchas interiores siempre con control en cada apertura que también será limitada en el tiempo”, añade el experto de SEMERGEN.

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La importancia de tratar bien las aguas

En lo que sí que quiere insistir en doctor es en el hecho de que el agua no transmite el virus. “Se seguirá trasmitiendo por las gotitas al hablar en el agua o si tocamos ojos o cara estando contaminados. No obstante, se recomienda sobreclorar el agua a 1mg/litro de CRL (Cloro Residual Libre) para evitar la expansión por aerosoles (microgotas al agitar el agua) y suplementar con virucidas específicos. Existen también recomendaciones especiales de higienización para el agua del vaso de piscina y para la instalaciones que están recogidas en la instrucción correspondiente del Ministerio de Sanidad”, nos cuenta. "En principio, los métodos convencionales para el tratamiento del agua que incluyen la filtración y la desinfección, tales como aquellos que se usan en la mayoría de los sistemas municipales de purificación de agua, deben desactivar el virus que causa la covid-19. Si realizamos la cloración de la piscina siguiendo las recomendaciones habituales y aplicando las mejores prácticas, las piscinas no presentarán riesgos de contagio", añade por su parte la doctora Alicia Taboada, miembro de Doctoralia, quien añade que "según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una concentración residual de cloro libre de ≥0.5 mg/l en el agua de la piscina durante un mínimo de 30 minutos de contacto a un pH <8.0 es suficiente para matar virus envueltos como este coronavirus. Es decir, que con un nivel de cloro libre de ≥0.5-1 mg/l el agua no solo está desinfectada, sino que también tiene potencial desinfectante para eliminar cualquier virus o germen que pueda entrar en el agua. Por lo que es fundamental medir regularmente los parámetros principales: valor del pH y nivel de cloro libre, ya sea de forma manual o automática", añade.

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¿Más seguras las piscinas comunitarias?

¿Y qué será más complicado, garantizar la seguridad en las piscinas públicas o en las privadas? Pese a que al pensar en una piscina pública podemos pensar en más aglomeración y menos control, lo cierto es que, en opinión del doctor, “será más complicado controlar las piscinas comunitarias, ya que será difícil medir el aforo y mantener las normas, sobre todo si no hay personal específico para ello, por lo que recomiendo mucha responsabilidad personal para evitar situaciones peligrosas”. Mientras, considera que las piscinas públicas “tienen personal específico que cuidan las instalaciones y a los usuarios. Además vigilan para el cumplimiento de la normas. Lo complejo será valorar la viabilidad de las piscinas totalmente privadas en términos de rentabilidad económica”. La doctora Taboada sí que matiza que en principio en una piscina privada siempre la afluencia de público es menor, por lo que las medidas de distanciamiento serán más fáciles de cumplir, pero no por ello deberemos olvidar el control de calidad del agua.

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La seguridad en centros termales y 'spas'

También se han tenido que adaptar los centros termales, que cuentan con instalaciones en las que el agua es, no hay duda, gran protagonista. Uno de ellos es el Balneario de Mondariz, que ha puesto todos su medios en adaptarse a esta nueva normalidad, tal y como nos cuenta Laura Gómez, su directora médica. “Un trabajo cuyo principio es el garantizar la seguridad de usuarios, clientes y equipo, dotando sus instalaciones con los medios y equipos de última generación para preservar la calidad de sus reconocidas aguas mineromedicinales”, nos dice. Le preguntamos también si considera que las piscinas serán un lugar seguro este verano. “Sí son seguras. No existe evidencia de que el agua sea un medio de transmisión. Además, sumamos el hecho de que en el balneario cuidamos nuestras aguas de una manera muy especial porque el valor de las mismas y la calidad son la base de nuestro trabajo. Lo que realmente vamos a tener que variar es la capacidad de las mismas y controlar la interacción y el espacio entre las personas. Nuestras piscinas y circuitos de agua se volverán ahora más exclusivos por las necesidades de distanciamiento”, nos cuenta.

Así, nos explica que siguiendo la nueva normativa “se ha complementado y extremado toda la higiene de las zonas comunes, con limpiezas diarias y tras su uso, siempre con las lista de productos virucidas aprobados por el Ministerio de Sanidad, así como equipos de última generación para una mayor eficacia. Nuestra principal tarea ahora es ser generadores de seguridad de nuestros clientes y usuarios, así como de todo el equipo. Por ello se han instalado los cambios necesarios en las instalaciones, se han incrementado las medidas con nuevos equipos de ozono, un mayor nivel de tratamiento en las aguas y un protocolo para acceso en el que el equipo estará atento a todas las necesidades que se presenten”.

Ventilar bien los espacios cerrados

Además, en relación con las piscinas públicas, el Ministerio de Sanidad también se hace referencia a la ventilación de los espacios cerrados, tales como vestuarios y baños, botiquín y salas técnicas. “El hacinamiento y la ausencia de ventilación son factores que favorecen la transmisión del virus. Se recomienda abrir puertas y ventanas exteriores para aumentar la circulación de aire en el área. Esperar el tiempo que sea necesario antes de comenzar la limpieza y desinfección. En el caso de que la ventilación se proporcione a través de medios mecánicos, estos deben conservarse en buen estado de mantenimiento, limpieza y grado de desinfección adecuado”, apuntan.

Además, la normativa apunta a que se deberá poner a disposición de los usuarios sistemas para la desinfección de manos a la entrada de la instalación, así como un sistema de limpieza y desinfección de calzado y uso de calzado exclusivo dentro de la misma. También una bolsa de plástico para material desechable que deberá depositar convenientemente cerrada en un cubo de basura (con tapa y pedal) a la salida de la instalación. Como es habitual, se favorecerá el pago con tarjeta de crédito o a través de aplicaciones móviles.

Ojo con los objetos personales

Es importante tener en cuenta que todos los objetos personales, como pueden ser la toalla, botes de crema, chanclas, mochilas, etc. deben permanecer dentro del perímetro de seguridad establecido, evitando de esta forma el contacto con el resto de usuarios. Y explican que se deberá realizar la limpieza y desinfección de las zonas de estancia y de tránsito de los bañistas, al menos 2 veces al día, haciendo un especial hincapié en las zonas más frecuentadas, es decir, los vestuarios, aseos, taquillas, duchas y lavabos. En aquellas superficies en contacto con las manos de los usuarios se deberá llevar a cabo una limpieza y desinfección más frecuente (pomos de las puertas de vestuarios, baños o duchas, barandillas, etc.).

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En resumen, desde el Ministerio resumen en 4 los puntos fundamentales que se deben tener muy en cuenta.

  1. Los riesgos asociados a la covid-19 están relacionados con la interacción entre personas que acuden a las piscinas. Las medidas más eficaces para evitar la transmisión del virus son el distanciamiento social y el refuerzo de la higiene de manos y respiratoria.
  2. La limpieza y desinfección diaria de superficies y zonas comunes es fundamental para evitar la propagación del virus.
  3. Para eliminar el virus hay que mantener correctamente el tratamiento y niveles de desinfectante residual en el agua de los vasos y duchas.
  4. Para prevenir la transmisión del virus los usuarios y los trabajadores deben cumplir las medidas de distancia social, cumplir las normas de higiene y aplicar los criterios técnicos de mantenimiento, limpieza y desinfección.

El doctor de SEMERGEN insiste por último en una idea: solo con responsabilidad y precaución podremos disfrutar de un baño estival que nos refresque y nos relaje en esta tensa situación.

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