¿Se pueden prevenir? ¿Tienen solución? Resolvemos todas tus dudas sobre las varices

Estamos, no hay duda, ante un problema que preocupa a muchas personas, que ven cómo, poco a poco, van apareciendo esas venitas inflamadas que van más allá de un mero problema estético en algunos casos. Las varices son una patología de origen vascular, cuya aparición genera cierto desánimo en quienes la padecen, conscientes de que no siempre es fácil encontrar un tratamiento satisfactorio. Hemos querido resolver todas las dudas que plantea este problema con la ayuda del doctor Juan Fontcuberta, Jefe de Servicio de Angiología, Cirugía Vascular y Endovascular de los hospitales universitarios Sanitas La Zarzuela y La Moraleja.

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1. ¿Qué son las varices?

La primera duda que nos surge es qué son exactamente. “Las varices son venas que se dilatan excesivamente debido a un funcionamiento anómalo. Son visibles a simple vista en forma de abultamientos debajo de la piel, o más superficialmente en forma de capilares de color rojizo o azulado. Forman parte de la denominada insuficiencia venosa crónica que afecta esencialmente a las extremidades inferiores y puede tener diferentes grados de severidad”, nos cuenta el doctor Juan Fontcuberta.

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2. ¿Solo un problema estético?

Tal y como nos explica el doctor, las varices son la manifestación de una debilidad en el funcionamiento del sistema venoso superficial de las extremidades. “Pero ello no significa que invariablemente vayamos a tener problemas clínicos. Afortunadamente el sistema venoso que permite el retorno de la sangre al corazón es complejo y depende de más factores que pueden compensar adecuadamente esta debilidad estructural. El más importante de todos ellos es el buen funcionamiento de la musculatura de las piernas que hace el papel de bomba muscular, exprimiendo las venas e impulsando la sangre hacia el corazón. Por ello es muy importante mantener un nivel adecuado de ejercicio”, nos detalla, y apunta que en general se recomienda tratar las varices cuando se producen síntomas como pesadez de piernas, cansancio excesivo, hinchazón de tobillos a última hora del día, y sobre todo cuando se producen alteraciones de la piel como cambios de coloración o áreas de inflamación y enrojecimiento en la zona de los tobillos. “De forma preventiva también recomendamos el tratamiento cuando el paciente observa una clara progresión y extensión de las varices y existe una causa clara y tratable en la exploración clínica”, nos dice.

3. ¿Cómo pueden llegar a afectar a la vida de quien las padece?

El doctor nos cuenta que abarca todo el espectro de síntomas, desde escasas molestias hasta situaciones de gran invalidez. “Hay situaciones subjetivas que, aunque pueden parecer leves, preocupan al paciente y le acomplejan, como por ejemplo el problema estético que plantean las denominadas ‘arañas vasculares’. Y por otro lado situaciones muy complicadas en grados muy avanzados de insuficiencia venosa, con afectación de la piel y aparición de úlceras venosas”, nos explica.

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4. ¿A quién afectan más?

Nos preguntamos si hay un perfil de pacientes que las padecen en mayor medida. “Por regla general, afectan algo más a mujeres en la edad media de la vida.  Tiene un claro componente hereditario y cuando se manifiesta en personas jóvenes suelen tener una mayor progresión hacia grados más avanzados de enfermedad”, nos dice el doctor.

5. ¿Hay factores de riesgo que pueden influir en su aparición?

“La aparición de las varices creemos que se debe fundamentalmente a un factor hereditario o constitucional. Sin embargo, sobre esa predisposición, hay factores que claramente provocan una progresión más rápida de las varices. Alguno de los factores más comunes son la falta de ejercicio, la obesidad, algunas profesiones que tienen que estar muchas horas de pie, factores hormonales o embarazo”, dice el doctor Fontcuberta.

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6. ¿Se pueden prevenir?

Es una de las preguntas del millón. “No está claro que sea posible evitar su aparición, pero al menos es posible mejorar su evolución y evitar su progresión hacia grados avanzados de insuficiencia venosa. Las medidas más importantes consisten en mantener un nivel de actividad física adecuado, evitar el sobrepeso, llevar medias de compresión elástica y cuidar la piel mediante cremas hidratantes”, nos dice.

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7. Una vez que aparecen, ¿cuál debe ser nuestro plan de acción?

Cuando ya nos encontramos con el problema, hay que tomar una serie de medidas. “Si provocan algún tipo de sintomatología, lo más adecuado es consultar con un especialista en Angiología y Cirugía Vascular que habitualmente realizará una valoración clínica y estudiará el origen del problema mediante un estudio eco-Doppler color donde se analiza la anatomía y el funcionamiento de las venas. Según los hallazgos propondrá una serie de recomendaciones y consejos respecto a la necesidad de tratar las varices”, nos cuenta el doctor.

8. Frente a las varices, ¿hay solución?

Muchos pacientes experimentan el desánimo al ver que no acaban de solucionar el problema. La pregunta es clara, ¿hay solución? “Es cierto que con frecuencia los tratamientos de varices quedan por debajo de las expectativas de los pacientes, sobre todo cuando pasan los años y reaparecen algunas varices en mayor o menor medida. Se trata de una enfermedad crónica sujeta a una predisposición de carácter hereditario y estos factores los podemos modificar, pero no hacerlos desaparecer totalmente. La modificación de determinados hábitos de vida, junto con la combinación de diferentes técnicas de tratamiento van a permitir solucionar el problema clínico en la inmensa mayoría de personas y también mejorar en gran medida los resultados estéticos”, afirma el experto.

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9. ¿Cuáles son los tratamientos a nuestro alcance?

El experto en Angiología y Cirugía Vascular nos explica que hoy en día se ha producido una auténtica revolución en la forma de tratar las varices. “Hasta hace poco tiempo a todos los pacientes con varices se les ofrecía la misma solución quirúrgica que consistía fundamentalmente en la extracción quirúrgica de las venas afectadas. Hoy en día existen tratamientos mucho menos agresivos que individualizados para cada paciente, que evitan al máximo la agresión quirúrgica como por ejemplo son las técnicas de radiofrecuencia, endoláser, aplicación de adhesivos o microespumas”, nos cuenta. La clave es individualizar el tratamiento. “A cada paciente se le estudia y se le propone una solución a medida de su problema, consistente en una o varias de estas técnicas combinadas, que pueden incluso aplicarse fuera del quirófano sin anestesia. Los resultados han demostrado una gran efectividad y un periodo post-tratamiento más corto y confortable”, concluye.

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