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rinitis© Gtresonline

La contaminación podría perjudicar a las personas con rinitis alérgica

Un estudio, en el que participa la Universidad de Córdoba (UCO), analiza el impacto de la contaminación en una de las afecciones más comunes derivadas de la alergia: la rinitis alérgica


Actualizado 11 de mayo de 2020 - 21:37 CEST

La primavera es una de las estaciones más esperadas por la inmensa mayoría. Los días se alargan, regresa el buen tiempo (aunque también la 'temida' etapa del entretiempo), aparecen las flores y surgen nuevos planes al aire libre. Sin embargo, esta época del año tan mágica y especial puede tornarse complicada para algunas personas. Para muchos, la primavera es sinónimo de alergias, especialmente al polen. La rinitis alérgica, también conocida como fiebre del heno, se produce por una respuesta alérgica a los alérgenos en interiores o al aire libre, como el polen o los ácaros del polvo. Este trastorno, que afecta a la mucosa nasal y produce estornudos, picor y obstrucción nasal, cada vez afecta a una mayor proporción de la población de los países desarrollados. No obstante, este problema podría verse agravado por la culpa de la contaminación.

Consenso internacional

La contaminación no solo afecta a los ecosistemas, al derretimiento de los casquetes polares o al aceleramiento de la destrucción de la capa de ozono. Son muchos los efectos a corto y a largo plazo que la contaminación atmosférica puede ejercer sobre la salud de las personas. El devastador aumento de la polución, sobre todo en entornos urbanos, ha hecho proliferar los estudios acerca de la relación entre contaminación y otros trastornos, como las alergias. En una de estas investigaciones internacionales ha participado Carmen Galán, catedrática del departamento de Botánica, Ecología y Fisiología Vegetal de la Universidad de Córdoba (UCO), quien ha expuesto que la contaminación del aire puede perjudicar seriamente a personas con rinitis alérgica.

En busca del consenso internacional sobre el tratamiento de la rinitis alérgica agravada por la exposición a contaminantes, el Comité sobre Aerobiología, Cambio Climático y Biodiversidad, de la Organización Mundial de la Alergia (WAO) ha publicado un estudio en el que se discute la posible influencia de los factores ambientales presentes en el aire en el desarrollo de las alergias. En esta investigación, en la que la prestigiosa profesora ha trabajado junto a personal investigador de Estados Unidos, Francia, Italia, Brasil, Japón, Alemania, Colombia, México, Líbano, Bulgaria, Argentina, Israel y Tailandia, se evidencia que la polución puede agravar la enfermedad alérgica de las vías respiratorias y aumentar la capacidad de respuesta.

Contaminación, determinante también en la aparición de enfermedades alérgicas

La exposición en zonas con mayor cantidad de contaminantes ambientales, como las ciudades, produce un aumento de la inflamación en las personas alérgicas que se manifiesta con irritación de la mucosa nasal, estornudos y otros síntomas respiratorios. Sin embargo, según ha indicado la institución universitaria, otros estudios recientemente publicados ponen de manifiesto que los contaminantes no son solo responsables de problemas relacionados con la inflamación, sino que también "son determinantes, junto a los alérgenos, en la aparición de las enfermedades alérgicas". Los estudios epidemiológicos muestran que el ozono, así como otros contaminantes generados por el tráfico, pueden tener relación directa con la rinitis alérgica, asma y dermatitis, afecciones muy comunes entre la población.

La reducción de la exposición a contaminantes, así como la restricción de emisiones contaminantes a través de prácticas de movilidad sostenibles, son medidas fundamentales para paliar este problema, que continúa en aumento. "Estas medidas y una medicina preventiva, participativa y personalizada adecuada serían las mejores formas de tratar de resolver el problema de las alergias, una enfermedad que afecta a una importante parte de la población humana", concluye la catedrática Carmen Galán.

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