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La pandemia del coronavirus ha cambiado radicalmente nuestro estilo de vida. Desde que se decretara el estado de alarma, solo podemos salir de nuestros hogares para lo estrictamente necesario, como ir a la farmacia o al supermercado. Sin embargo, estas acciones tan cotidianas y sencillas se han convertido en una auténtica aventura que puede dar más de un quebradero de cabeza. Además de respetar unas normas básicas para evitar la propagación del virus, como respetar la distancia de seguridad, mantener los principios de limpieza o evitar tocarse la cara, debemos adoptar otras medidas de seguridad tanto antes como después de acudir a hacer la compra.
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Antes de salir de casa, elabora una lista con los productos que necesitas para ahorrar tiempo en el supermercado o tienda y reducir el número de salidas y trata de evitar las horas de mayores aglomeraciones. Una vez en el establecimiento, utiliza guantes de usar y tirar, evita usar carritos o cestas, practica el distanciamiento social y opta por el pago con tarjeta en vez de dinero en efectivo. Extrema las precauciones y sé consciente de lo que haces con tus manos, tanto con guantes como sin ellos.
Leer: Productos de limpieza y desinfección para protegerte también en casa del coronavirus
Y al llegar a casa...
Cuando llegas del supermercado, saca los productos de las bolsas, quítate y tira los guantes, lávate inmediatamente las manos con agua y jabón y evita tocarte la cara. Pero, una vez hecho este 'ritual', ¿hay que limpiar los productos que compramos en el supermercado antes de almacenarlos? Esta es una de las grandes dudas que asalta a buena parte de la población. José Antonio Lopez Guerrero, profesor y director del grupo de Neurobiología de la UAM, aseguró a RTVE que hay estudios que señalan que, en condiciones óptimas, el virus puede permanecer hasta varios días en plásticos, metales y cartón, aunque la carga viral es baja. A pesar de que contagiarse a través de plásticos, envoltorios o cartón no es la vía habitual, el riesgo no es nulo, por lo que los expertos aconsejan tomar una serie de medidas de seguridad. "Si queremos ir más allá, antes de quitar y desechar los envoltorios, podemos rociar la superficie con un pañuelo desechable con un poquito de alcohol de 70 grados", sugiere el director del grupo de Neurobiología de la UAM, que incide en que es importante lavarnos después bien las manos con agua y jabón.
En cuanto a las posibilidades de contagio a través de la ingesta de alimentos, la EFSA (European Food Safety Authority) ha emitido un comunicado para tranquilizar a la población en el que asegura que, hasta la fecha, no hay pruebas de que esto pueda suceder: "En la actualidad, no hay pruebas de que los alimentos puedan ser una fuente o una vía de transmisión probable del virus".
¿Y los productos frescos?
Los productos frescos nunca deberían lavarse con jabón, únicamente con agua fría. Utilizar jabón o cualquier tipo de desinfectante podría provocar náuseas, vómitos y diarreas. Solo debemos mantener las medidas de higiene recomendadas por los expertos. Lavar los alimentos antes de comerlos, lavarse las manos con agua y jabón antes de comer y cocinar, mantener limpias las superficies donde se manipulen alimentos, así como los utensilios utilizados.