El yoga facial se ha convertido en una rutina sencilla de practicar con la que liberar el estrés y con el que además fortalecerás 57 músculos de la cara. Practicando solo 10 minutos al día estos ejercicios fáciles de llevar a cabo, también podrás olvidarte de inyecciones incómodas. Gracias a este ejercicio tonificarás los músculos del rostro, mejorarás la apariencia del cutis, minimizarás las líneas de expresión y también liberarás tensiones. Es precisamente el estrés, uno de los causantes de la aparición de arrugas y de que la piel luzca apagada, por lo que tendrás que ser aplicada y dedicarte menos de un cuarto de hora diario a relajar mente y cara. No te hace falta la ayuda de ningún utensilio como los cristales de cuarzo o el rodillo facial, tan de moda en los últimos meses. Solo necesitarás un espejo y tus manos. Lo más recomendado es que realices los ejercicios de yoga indicados para el rostro antes de irte a dormir, después de llevar a cabo tu rutina facial (limpieza e hidratación).
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Con esto aportarás más oxigenación a la piel, mejorarás la circulación y darás un efecto relajante al cutis, que se traduce en un rostro descansado, libre de tensiones y más joven. Simplemente hay que tener constancia y práctica, de tal manera que es posible recuperar la elasticidad de la piel del rostro e incluso hacer que parezca tres años más joven.
Neck roll
La zona del cuello es la primera que denota los signos de la edad. Para levantar y tonificar los músculos de esta zona hay que realizar el siguiente ejercicio: mirando hacia adelante, gira la cabeza hacia la derecha hasta que queda alineada con el hombro derecho. En esa postura inclina la cabeza hacia atrás y mantenla así entre 6 y 8 segundos. Vuelve a la posición inicial y haz el mismo movimiento hacia el lado izquierdo. Hay que repetirlo tres veces.
Papada
Colócate como si sujetaras tu cabeza con una mano, empuja la barbilla hacia abajo sobre los dedos que la sostienen y apoya el codo sobre la otra. Manten la postura durante tres respiraciones profundas. Después utiliza los dedos dando toques suavemente en la parte inferior de la barbilla. Alterna con cada una de tus manos durante 15 segundos.
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Desbloqueo mandibular para el óvalo facial
Con esta práctica trabajarás el músculo de la mandíbula, que suele doler al presionar los dientes (uno de los síntomas de estrés), por lo que conseguirás reducir el bloqueo dental. Pellizca suavemente la línea de la mandíbula debajo de la barbilla con el dedo índice, medio y pulgar de ambas manos. Presiona y suelta a lo largo de la misma línea hacia las orejas tres veces. Después pon los pulgares juntos en la región del mentón y arrástralos a lo largo de la línea de la mandíbula y aléjalos uno del otro tres veces. Cuando llegues a las orejas levántalos y empieza de nuevo. Lo ideal es hacer tres repeticiones.
Beso de Marilyn
Indicado para los labios, consta de dos partes. Primero, inclina la cabeza hacia atrás suavemente y, mientras miras hacia arriba, haz el gesto de dar un beso emulando a Marilyn Monroe. Repítelo 10 veces haciendo el sonido del beso. Después relaja la cara y respira profundamente. Segundo, tras exhalar imagina que estás soplando una vela, empujando los labios ligeramente. Relájate y repítelo dos veces más.
El trompetista
Aquí nos centraremos en las mejillas, y conseguirás levantarlas, suavizarlas y reafirmarlas. Llena las mejillas de aire despacio y luego pásalo de un lado al otro, durante 30 segundos. Para mantener el área de los labios fuerte y suave, puedes poner una mano sobre los labios como si estuvieras tocando una trompeta.
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El búho
Este es un ejercicio completo que te ayudará a reafirmar y a reducir las líneas y las arrugas de la frente. Haz una “c" con los pulgares e índices y colócalos alrededor de los ojos. Con los índices encima de las cejas y los pulgares sobre las mejillas, tira hacia arriba para tratar de levantar las cejas con los ojos muy abiertos. Manten esta posición durante dos segundos, relájate y repite de nuevo tres veces más. A continuación, quédate en esta postura durante 10 segundos.
Relajación
Termina tu sesión de yoga facial con un ejercicio de relajación. Golpea suavemente con las yemas de los dedos todo el rostro. Después, frota las palmas de tus manos hasta que queden calientes y colócalas sobre los ojos cerrados. Acompañalo con respiraciones profundas y destensa todos los músculos de la cara.