Con el cambio brusco de temperatura, aumenta la incidencia de afecciones respiratorias como la gripe o el resfriado. En estos procesos, la congestión nasal, que a menudo se acompaña de mucosidad, es uno de los síntomas más molestos, ya que causa la sensación de taponamiento de la nariz y dificultad para respirar. ¿Qué lo causa? Se produce por una inflamación de la mucosa que tapiza la nariz junto con una vasodilatación de la misma, provocando un incremento del flujo sanguíneo en los sinusoides. Si has intentado remediarlo y no hay manera de que mejore (además de que no quieres comprar ningun tipo de spray), puedes probar con el yoga. Esta disciplina de moda tiene ciertos consejos y posturas que pueden ayudar a aliviar estos síntomas y malestares haciendo circular la sangre a los senos paranasales, abriendo así las cavidades de las fosas y aliviando la obstrucción que lo causa. Al hacer estos ejercicios hay que tener en cuenta que la respiración es un elemento clave, inhalar profundamente y exhalar por la nariz, siempre que se pueda.
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Soporte de hombros o postura de la vela
Esta postura se basa en apoyar el cuerpo en el cuello, hombros y antebrazos. Según B.K.S. Iyengar, autor del libro Yoga: The Path to Holistic Health, esta pose puede ayudar a aliviar los síntomas de los bloqueos sinusales. Para realizarla acuéstate boca arriba, dobla las rodillas y levanta los pies por encima de tu cabeza para que los hombros y el cuello sean quienes soporten el peso. Después, coloca las palmas de tus manos en la espalda baja y los antebrazos al lado de las caderas. Levanta las piernas hacia el techo, tratando de tocarlo con los pies y mantén la mirada hacia arriba para proteger el cuello. Hazlo durante 20 segundos.
Perro que mira hacia abajo (Adho Mukha Svanasana)
Es una postura de yoga de brazos invertidos que hace que el flujo sanguíneo vaya hacia los senos paranasales y así pueda ayudar a respirar sin problema. Para realizarla coloca las manos, directamente debajo de los hombros, y rodillas, asegurandote que estén en línea con las caderas, sobre una esterilla. Presiona las palmas según vas moviendo las caderas y la espalda, estira las piernas y extiende los talones hacia la estera de yoga. Tu cuerpo se queda entonces con una simulación de la letra V al revés.
El puente o postura de la rueda (Urdhva Dhanurasana)
Permite abrir el pecho y enviar sangre fresca a la cabeza. Para realizarlo debes acostarte boca arriba, estirar las manos a los lados y doblar las rodillas tratando de acercar los pies, separados al ancho de las caderas, a los glúteos. Una vez realizada la posición hay que hacer fuerza en los muslos y vientre a la vez que se empuja la pelvis hacia arriba. Inhala y mantén durante 30 segundos. A medida que exhalas vuelve lentamente a la posición inicial.
La postura de la pinza (Uttanasana)
Se realiza de pie sobre una esterilla de yoga intentando doblar el torso hasta que entre en contacto con los muslos. Separa las piernas al ancho de la cadera dejando los pies paralelos entre sí, dobla las rodillas y deja que tus manos lleguen al suelo. Sigue doblando las rodillas para que las caderas apunten hacia el techo. Esta postura ayuda a llevar sangre fresca al cerebro y permite llevar la atención a los senos paranasales.
El arco (Dhanurasana)
Esta posición ayuda a abrir el cuello y pecho para ayudar a mejorar la respiración. Llévala a cabo acostándote boca abajo, inhalando y flexionando las rodillas mientras llevas los pies hacia los glúteos. Sujeta los tobillos con las manos y estira la columna poco a poco mientras elevas las caderas. Mantén los hombros, piernas y el torso en el suelo.
Pose de la montaña (Tadasana)
Ayuda a corregir la postura, prevenir hernias y puede mejorar el equilibrio, además de ayudar a aliviar la congestión. Se trata de poner los pies juntos y la espalda recta, descender el sacro y posicionar la pelvis en vertical. Mientras tanto hay que extender los brazos a los costados del cuerpo y enderezar la barbilla, para que quede paralela al suelo. Puedes hacer una variación y llevar los brazos hacia el cielo.
El conejo (Sasangasana)
Con esta postura aumenta el flujo de sangre de cuello hacia arriba y ayuda a calmarse y respirar profundamente, incluso puede ayudar a la apertura de senos. Posición sentada, relajando los hombros y posando las manos sobre los muslos. Al expirar eleva las nalgas e inclínate hacia delante hasta que los muslos se encuentren casi en posición vertical. Agarra los talones o los tobillos con las manos y aguanta entre medio minuto y el minuto completo. Inspira y vuelve a la posición inicial.