Es sin duda, uno de los aspectos que más preocupan a muchas personas en esta situación de confinamiento. Hay quien dispone de jardín o terraza, pero lo cierto es que un gran porcentaje de la población vive estos días de cuarentena en pisos y su único contacto con el exterior –salvo cuando salen a comprar- es a través de sus balcones o ventanas. Y más aún la gente mayor, que apenas pisa la calle siguiendo las recomendaciones de las autoridades. Echamos de menos el sol, tan agradable en estos días de primavera en nuestro país. Y esta falta de sol y, por consiguiente, de vitamina D, puede acabar pasándonos factura. Hemos hablado sobre este nutriente esencial para la salud, para aclarar sus mitos y certezas, con la doctora Nines Almazán, médico de familia de la Clínica Instituto Palacios de Ginecología y Salud de la Mujer.
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-¿Por qué cada vez nos encontramos con más casos de personas con déficit de vitamina D? ¿Es una dolencia que hasta ahora estaba infra diagnosticada?
Hoy en día en España más de la mitad de la población tiene unos niveles inadecuados de vitamina D, tanto los jóvenes como la población adulta y los ancianos. Varios estudios corroboran que esas deficiencias varían desde el 33% en los jóvenes hasta el 87 o 100% en los más mayores. En las personas mayores la piel va perdiendo la capacidad de sintetizarla y el hígado y el riñón también disminuyen su capacidad para convertirla en la forma activa de la misma (calcitriol). Es cierto que ahora se pide en los chequeos de rutina, lo que nos permite tener y valorar datos de los que antes no disponíamos.
-¿Somos conscientes de la importancia de tener buenos niveles de vitamina D?
Gracias a que los conocimientos sobre ella aumentan cada día, podemos decir que, ahora, se le da la importancia debida, ya que está implicada en el funcionamiento de varios órganos del cuerpo. Esto también nos obliga a seguir estudiándola, ya está considerada como una hormona, más que una vitamina. Actualmente la suplementación con Vitamina D está contemplada en los protocolos de salud, especialmente en los referentes a la salud ósea y en obstetricia.
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-¿Cuáles son las causas que nos llevan a tener posibles deficiencias de esa vitamina?
Es llamativo que en España, con las horas de sol que disfrutamos, tengamos más déficit que en los países nórdicos con bastantes menos horas de sol. Hay varios factores determinantes: en la dieta de la población nórdica hay mayor suplementación de vitamina D, en España el uso de los filtros solares está muy extendido, lo que dificulta su síntesis, desde mitad de otoño hasta la primera mitad de la primavera la inclinación de los rayos de sol no facilita la síntesis de la vitamina D en nuestra piel, y la contaminación y las nubes también la dificultan. Debemos tomar el sol directamente, no a través de cristales. Y visto esto, parece conveniente pensar que en España se deberían suplementar determinados alimentos. Hay algunas leches enriquecidas con vitamina D, pero en cantidades muy pequeñas.
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-¿Hay personas con más riesgo de desarrollar este problema?
Como he comentado antes, en las personas mayores, la piel va perdiendo la capacidad de sintetizar la vitamina D y el riñón también disminuye su capacidad para convertirla en la forma activa de la misma y, además, pasan menos tiempo al aire libre. También puede haber déficit en personas con determinadas enfermedades crónicas, en la mala absorción intestinal o por tratamientos debidos a enfermedades crónicas, personas que no reciban suficiente luz solar, en obesos, ya que su grasa se une a la vitamina D y esta no pasa a la sangre, etc. Además, las personas de piel oscura sintetizan menos vitamina D al competir con los receptores de la melanina.
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-¿Cuáles son las consecuencias para nuestra salud de esos bajos niveles de vitamina D?
La vitamina D ayuda al cuerpo a absorber el calcio. El calcio es uno de los principales componentes de los huesos, la falta de calcio mantenida durante tiempo nos puede conducir a una osteomalacia, osteoporosis y, por consiguiente, a fracturas óseas. La vitamina D también juega un rol importante en el sistema nervioso, muscular e inmunitario. En niños puede provocar raquitismo.
-¿Cuáles son los síntomas que nos pueden alertar de que sufrimos un déficit de vitamina D?
La deficiencia de vitamina D puede causar dolores musculares, debilidad muscular y dolor óseo a cualquier edad.
-¿Hasta qué punto puede ayudarnos la alimentación a paliar ese déficit?
Realmente solo el 10% de la vitamina D se consigue a través de la dieta, fundamentalmente pescados grasos azules, yema de huevo, lácteos, aceite de hígado de bacalao, etc. Así que la dieta suele ser insuficiente para conseguir las cantidades recomendables.
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-¿Realmente hace falta tomar suplementos de vitamina D? ¿Cuándo es recomendable recurrir a dichos suplementos?
Lo primero es saber si existe dicho déficit. En caso de sospecha su médico le pedirá un análisis de sangre para medir los niveles séricos de la vitamina D y si efectivamente existe déficit se debe suplementar. Actualmente existen muchos preparados en cómodas dosis, diarias, semanales, quincenales o mensuales con las que lograremos la cantidad que necesitamos. A los bebés que están siendo amamantados se les suplementa con vitamina D, ya que la leche materna no es muy rica en dicha vitamina.
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-¿Cómo tomar el sol para tener buenos niveles de vitamina D sin sufrir daños en la piel?
En este punto existe bastante controversia, los dermatólogos ponen muchas restricciones en la toma del sol, debemos usar el sentido común y conocer la sensibilidad de la piel de cada uno, las pieles más oscuras son más resistentes al sol y necesitan más tiempo para absorber la vitamina D, las pieles más claras al contrario, son más sensibles al sol y absorben más vitamina D en menos tiempo. Como regla general podríamos decir que durante la 2ª mitad de otoño e invierno sería recomendable tomar 5-10 minutos de sol al día sin protección solar. Y el resto del año, según va variando la inclinación de los rayos solares usar la protección adecuada y evitar el sol directo, sobre todo, en las horas centrales del día.
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-¿Cómo influye la falta de vitamina D en el embarazo?
La vitamina D del feto depende directamente de la concentración de la misma en la madre, por lo que mantener los niveles adecuados en la madre es importante. El déficit de esta vitamina durante el embarazo puede asociarse a un aumento de complicaciones maternas, en el feto y en el neonato. Los niveles de vitamina D a lo largo del embarazo van disminuyendo. Pero hoy en día las directrices y posicionamiento de la SEGO (Sociedad española de Ginecología y Obstetricia), respecto a la suplementación de la vitamina D son muy claras y aseguran una suplementación adecuada.
-¿Es necesario tomar suplementos de vitamina D también en los meses de verano?
Depende fundamentalmente de si se tiene déficit de vitamina D y de las horas de luz a las que se vaya a estar expuesto. Se podría decir que, por lo general y teniendo en cuenta lo anterior, en verano no es necesaria la suplementación.