La hierba de San Juan también es conocida como hipérico o corazoncillo, su nombre científico es hiperucum perforatum y se la utiliza como planta medicinal desde la Antigua Grecia. De esta época datan los primeros estudios e investigaciones que se conservan en la actualidad.
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Es una planta perenne que no supera los 80 centímetros de alto, tiene un tallo rojizo y entre los meses de junio y septiembre brotan flores amarillas, de tamaño considerable y de las cuales se extraen las propiedades de esta planta. Es frecuente encontrar la hierba de San Juan en terrenos abandonados o en los bosques de todo el país.
¿Qué es lo que la convierte en una planta capaz de animarnos el confinamiento?
La hierba de San Juan está considerada una planta medicinal y se valora especialmente por sus propiedades antidepresivas. José Valero, autor del libro El poder curativo de las plantas, sostiene que sus hojas y sus flores tienen propiedades astringentes, antisépticas y diuréticas.
Los principios activos de esta planta residen en la cantidad de flavonoides, aceites esenciales, hipericina, hiperforina y taninos que contiene. Estos componentes no solo intervienen como reguladores del estado de ánimo sino que también han sido utilizados como complemento terapéutico para dolores de cabeza, asma, contusiones y para mejorar la digestión.
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Ayuda a reducir los efectos de la ansiedad y la depresión
Las infusiones de esta hierba se recomiendan para tratar los problemas de insomnio, el nerviosismo, la ansiedad y el estrés. Uno de los efectos más notables de la cuarentena sobre las personas es la aparición de problemas para dormir. Por eso, beber entre dos o tres tazas de esta planta podría ayudar a controlar el malestar ocasionado por la falta de sueño o un mal descanso.
También se la suele emplear durante la menopausia, para disminuir el malestar y regular los estados de ánimo propios de este momento, para la gastritis y para acompañar el proceso de dejar de fumar.
Cómo se utiliza
Cuando hablamos de los beneficios de utilizar ciertas plantas con fines medicinales solo lo hacemos con fines orientativos. Es imprescindible que, siempre que las utilices, cuentes con la supervisión de un médico o profesional para que no solo aconseje la dosis, sino que también acompañe el tratamiento y estés, en todo momento, controlada por él.
La manera más habitual de consumir la hierba de San Juan es como infusión. Se agrega una cucharada de flores secas en una olla con agua hirviendo, se dejan 5 minutos en reposo y luego se cuela. Otra opción es la tintura de hierba de San Juan, se vende en herboristerías y basta con que coloques unas gotas en agua. Si quieres aprovechar sus beneficios de manera externa también existe el aceite de hipérico o hierba de San Juan y las cremas.
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Algunas contraindicaciones
Al igual que ocurre con otras plantas medicinales no es aconsejable que utilices la hierba de San Juan si estás embarazada o en período de lactancia porque puede tener consecuencias para el bebé.
Si estás pensando en dejar de fumar, esta planta es muy beneficiosa pero nunca debes consumirla como un antidepresivo, sino como un método paliativo para sobrellevar la ansiedad que esta etapa pueda provocarte. Tampoco debes mezclar la ingesta de esta hierba con medicamentos antidepresivos o para tratar dolencias y enfermedades. Siempre consulta con tu médico de cabecera si es conveniente que la consumas y que sea él quien te asesore según tu situación particular.
Ya sea que la utilices por sus efectos cosméticos en cremas y aceites o por vía oral, la hierba de San Juan puede provocar fotosensibilidad, por lo tanto, si la usas no te expongas a los rayos solares o protege muy bien la piel.
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