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Los motivos por los que deberías usar zapatos durante la cuarentena

Estar descalzo todo el día puede ocasionar desde lesiones hasta problemas circulatorios.


Actualizado 16 de abril de 2020 - 13:07 CEST

El confinamiento ha cambiado nuestros hábitos más arraigados. Sabemos de la importancia de mantener la rutina, de quitarnos el pijama, de hacer algo de actividad física al día, sin embargo, cuanto más se prolonga la cuarentena más difícil nos resulta mantenerlos.

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Si eres de las personas que lo primero que hace al llegar a casa del trabajo es descalzarse, es probable que pases estos días sin zapatos o con los zapatillas de andar por casa, cuando sacas la basura. Por muy cómodo y práctico que parezca es un modo poco recomendable.

Los podólogos aconsejan no pasar más de dos horas desprovistos de calzado y cambiar entre dos y tres veces al día de zapatos. No es un consejo específico de la cuarentena, lo correcto sería hacer de esta práctica algo habitual. Es una manera de cuidar los pies cuando pasas muchas horas fuera de casa y también ahora.

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Que el pie siempre esté sujeto

Los calcetines, las chanclas y las zapatillas de andar por casa son sumamente cómodos pero acarrean un problema invisible: no sujetan el pie. Eso que nos parece tan confortable puede terminar siendo lo más perjudicial.

Los pies soportan todo el peso corporal y, además, permiten la locomoción. Su composición es compleja y esto los convierten en una zona delicada y propensa a sufrir lesiones y diferentes patologías. Si no utilizamos el calzado adecuado podríamos aumentar las posibilidades de lastimarnos o sufrir accidentes. 

Lo mejor para los días de confinamiento son aquellas zapatillas que sujetan todo el pie, también puedes utilizar zapatos cómodos, siempre y cuando permitan al pie respirar y la suela sea flexible.

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Descalza, pero con calcetines antideslizantes

Si te niegas a ponerte zapatos durante la mayor parte del día, los podólogos aconsejan que utilices, al menos, calcetines antideslizantes que permitan una buena transpiración del pie. Los calcetines para hacer pilates o yoga pueden servirte. En el caso de los niños ocurre lo mismo, aunque con ellos hay que tener más precauciones aún, si van a pasar algunas horas descalzos que sea con calcetines antideslizantes. De esta manera evitas caídas y golpes que pueden resultar peligrosos.

El calzado es una cuestión de salud, elegir uno inadecuado o estar gran parte del día descalzos afecta a la salud porque incide en el funcionamiento de las articulaciones, la columna vertebral y el cuello.

Si no usas calcetines es recomendable que laves y desinfectes bien los pies varias veces al día, por si llegaran a ser una vía de contagio.

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El pie de los niños

Con los niños hay que prestar especial atención. Les encanta corretear descalzos por la casa pero además de peligroso puede perjudicar su desarrollo. Su pie está aún formándose por lo que un mal calzado o la falta de este durante períodos prolongados puede producir lesiones o entorpecer su movilidad.

Los profesionales recomiendan zapatos cómodos, transpirables, con el arco marcado y el talón reforzado. En la medida de lo posible se aconseja que los zapatos sean nuevos, para que el pie no adopte la forma del pie del niño que los utilizó antes.

Las chanclas, las zapatillas de andar por casa y las alpargatas con medida

Son los zapatos cómodos por excelencia pero si abusamos de ellos podríamos terminar con dolor de espalda, una postura equivocada y hasta problemas de circulación.No se trata de que dejes de usarlos justo ahora que estás todo el día en casa, sino que alternes este tipo de calzado con otros.

La vuelta a la normalidad

El sedentarismo afecta la circulación y esto puede ocasionar hinchazón y retención de líquidos. Para evitar esta situación y las molestias de volver a un calzado cerrado, utiliza durante una o dos horas los zapatos que sueles llevar al trabajo. De esta manera acostumbras al pie y lo preparas para la vuelta a la rutina.

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