A pesar de que el cerebro es uno de los órganos más importantes, no siempre lo cuidamos como requiere. Sabemos qué comer o qué no para perder peso, para tener energía y para evitar la retención de líquidos, pero ¿conoces los productos que potencian las funciones cerebrales?
Cómo nutrimos el cerebro es uno de los pilares para su correcto desarrollo. Cerca del 20% de la energía básica que nuestro organismo necesita para funcionar se destina a este órgano. El cerebro necesita mucha glucosa que extrae, en gran medida, de los hidratos de carbono de nuestra dieta diaria.
La vitamina B, C y E, los ácidos grasos Omega 3, los flavonoides y el triptofano sirven de estimulantes para el rendimiento del cerebro y favorecen la producción de neurotransmisores. Los neurotransmisores ocupan un lugar importante porque son los encargados de transmitir información entre las neuronas. Si este proceso se realiza de manera adecuada influyen en el rendimiento cognitivo de cada persona.
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Los ácidos grasos Omega 3 y los aminoácidos
Los ácidos grasos Omega 3 ayudan a combatir las enfermedades neurodegenerativas. El atún, el bonito, las sardinas, el pez espada, la caballa, las anchoas o el salmón son solo algunos de los pescados azules que mejoran el rendimiento cerebral y estimulan la memoria.
El triptofano es un aminoácido esencial porque estimula la hormona de la serotonina encargada de regular el estado de ánimo, el sueño, el apetito y la ansiedad. Este aminoácido está presente en el chocolate, el tofu, la soja, el plátano y los garbanzos, entre otros alimentos.
El poder de las vitaminas
La falta de vitamina B1 afecta directamente el funcionamiento del cerebro. Su falta puede alterar la memoria y las capacidades de aprendizaje. La vitamina B también es conocida como tiamina y puedes encontrarla en algunos frutos secos como las pipas, de girasol, los pistachos, la carne de cerdo, la avena y la levadura de cerveza.
El déficit de vitaminas del tipo B en los niños perjudica su desarrollo orque la vitamina B9 es parte de la cadena de formación de tejido nervioso. Puedes encontrarla en las verduras de hojas verdes y en las legumbres. Paradojicamente, las verduras y las legumbres no suelen estar dentro de los alimentos que más le gustan a los niños. Por eso es importante remarcar la importancia de su consumo.
La glándula pituitaria es la encargada de concentrar la mayor cantidad e vitamina C o ácido absórbico. Esta vitamina protege al cerebro de los efectos del estrés. Son alimentos ricos en esta vitamina los limones, los pimientos y las naranjas.
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La importancia de los antioxidantes y los flavonoides
Los antioxidantes ayudan a frenar el daño oxidativo de las células, propios del envejecimiento y el paso de los años. Lo mismo ocurre con los flavonoides que reducen considerablemente el deterioro cerebral. El té verde, el café y los frutos rojos como los arándanos, las moras, las grosellas y las fresas integran esta categoría.
El calcio no solo es bueno para los huesos
Minerales como el calcio intervienen en la comunicación entre las células nerviosas y regula la neurotransmisión. Algunos medicamentos alteran la reserva de calcio que posee el organismo por es es bueno aprender a distinguirlo en los alimentos e incorporarlo de esta manera a la dieta. Los productos lácteos son los más conocidos por contener grandes dosis de calcio, pero también existe calcio de origen vegetal, como el que se encuentra en las espinacas o las semillas de sésamo.
Magnesio y memoria
Es probable que relaciones automáticamente el magnesio con la estimulación de la memoria y la concentración por los complementos de venta libre. Lo cierto es que un correcto equilibrio entre magnesio y calcio evita la excitabilidad cerebral y efectivamente mejora el rendimiento cerebral. Se encuentre en el cacao en polvo y en las semillas de calabaza.
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