Respirar con consciencia plena, como primera acción del día, ayuda a desarrollar y mantener el nivel de concentración en el aquí y ahora durante toda la jornada. Es una manera de estimular delicadamente los músculos del cuerpo y de darle nuevas indicaciones a la mente. Algunos de los ejercicios son tan sencillos y rápidos que no te llevarán más de tres minutos, otros aúnan experiencia y práctica y unos minutos más de concentración.
Cuando respiramos de manera consciente equilibramos mente y cuerpo, distribuimos mejor el oxígeno por nuestro cuerpo y limpiamos el organismo al eliminar dióxido de carbono. Elegir correctamente un ejercicio para realizar por la mañana, bien temprano, es una manera de activar zonas del cuerpo, que aún permanecen en estado de relajación, y darles un impulso que las active.
Respiración intensa
La respiración intensa y profunda es buena para despertar los cinco sentidos y también a nuestra mente. Liberas el estrés residual que podría haber quedado del día anterior y eso te hace sentir más ligera y enérgica.
La mejor hora para realizar los ejercicios de respiración es por la mañana, cuando la casa aún no ha comenzado con sus movimientos y el bullicio natural. Busca un sitio en el que tengas tiempo para ti misma y no seas interrumpida. También puedes hacerlos sin salir de la cama si te sientes a gusto en ese estado de somnolencia, pero ten en cuenta que, si los realizas de esta manera, es factible que vuelvas a quedarte dormida.
Lo primero que debes hacer es sentarte cómodamente, con la espalda recta y teniendo consciencia de cada parte de tu cuerpo. Coloca la lengua sobre el paladar superior e inhala. Cuenta mentalmente hasta seis mientras lo haces y vas llenandoel abdomen con aire. Mantén la respiración y exhala, esta vez contando hasta doce. Repite este ejercicio contrayendo y expandiendo el abdomen durante uno o dos minutos.
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Respiración de fuego
Este ejercicio es conocido como respiración de fuego o Bhastrika Pranayama, activa todo el cuerpo en cuestión de segundos y también es una manera de calmar la ansiedad y el nerviosismo. Siéntate en una posición que estés cómoda y lleva las manos a tu abdomen. Inhala y exhala tan rápido como seas capaz de hacerlo.
La inhalación y la exhalación se realizan por medio de la nariz, mientras mantienes los ojos cerrados y la lengua pegada al paladar superior. Hazlo durante diez o doce veces y reduce el ritmo hasta notar que tu respiración está en los niveles habituales. Una vez que finalices, haz una inhalación profunda y exhala. Puedes repetir este ejercicio cinco veces, pero ten en cuenta que puede producir hiperventilación,. Debes que ser consciente del ritmo, la frecuencia y tu sensación corporal. Si notas mareos, reduce el ritmo y practica menos repeticiones hasta que tu cuerpo se acostumbre. No es conveniente que realices la respiración de fuego si estás embarazada, tienes problemas de ansiedad graves como ataques de pánico o si padeces epilepsia o hipertensión.
Respirar alternando fosas nasales
Este ejercicio puedes practicarlo en cualquier momento del día, aunque por la mañana es una dosis extra de energía, ayuda a equilibrar el estado de ánimo, alivia los síntomas de la depresión y disminuye la presión arterial.
Siéntate cómoda, con la boca cerrada y la lengua apoyada en el paladar superior. Coloca el dedo índice de la mano derecha haciendo presión sobre la fosa nasal derecha, inhala por la fosa izquierda, mantén la respiración seis segundos y libera la fosa nasal derecha para exhalar. Repite con cada fosa nasal nueve veces.
Este ejercicio, además, es bueno para aliviar el dolor de cabeza.
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Respiración de vientre sencilla
Este ejercicio es tan básico como imprescindible, puedes realizarlo tumbada en la cama si lo prefieres. Coloca una mano sobre el estómago, el dedo meñique cerca del ombligo y el pulgar cerca de las costillas. Inhala teniendo la precaución de no inflar el pecho. Cuando exhales hazlo muy despacio hasta liberar todo el aire, puedes repetirlo cinco veces.
Respiración equitativa
Este ejercicio puedes hacerlo recostada o sentada, es muy fácil de hacer pero requiere de concentración. Inhala por la nariz contando hasta seis, mantén la respiración durante cuatro segundos y exhala contando hasta seis. Notarás como, después de cada exhalación, tus pulmones se vacían por completo.
Respiración de la mañana
Para realizar este ejercicio debes estar de pie y notar que pisas sobre suelo firme y seguro.
Inhala de manera consciente y al exhalar inclina el cuerpo hacia adelante, deja que los brazos caigan y no fuerces la postura. Inhala al volver a la posición inicial, hazlo muy lentamente sintiendo como se acomodan las vértebras de tu espalda. Puedes repetir este ejercicio cinco veces todas la mañanas.
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