El dolor de cuello es un problema frecuente que afecta a buena parte de la población. Esta dolencia no está únicamente vinculada a los movimientos bruscos, sino que puede aparecer como consecuencia de las largas horas sentados delante del ordenador, por un peso excesivo en el bolso o mochila, por una mala postura al dormir o simplemente por estrés. Y es que partimos de que el cuello es una de las partes más delicadas del cuerpo y una de las más afectadas a la hora de acumular tensión. Por ello, no solo debemos prestar atención a esta zona únicamente cuando vayamos a realizar deporte, sino que tenemos que ejercitarla cada día con movimientos suaves que nos permitan gozar de una vida exenta de dolor y molestias.
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Sin duda, estirarse es una de las mejores formas para mantener los músculos saludables y las articulaciones en condiciones óptimas. Afortunadamente, podemos conseguir aliviar tensiones y dolores de cuello poniendo en práctica una serie de estiramientos que deben formar parte de nuestra rutina diaria. Los podemos realizar en cualquier momento y lugar. Tomarnos un breve descanso en el trabajo, aprovechar mientras estamos disfrutando de una serie en el sofá o, sencillamente, al despertarnos cada mañana. Por supuesto, no debemos olvidarnos del cuello tanto antes como después de entrenar.
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Rotación de cuello
Nos colocamos de pie, con la espalda erguida y el cuello recto. Bloqueamos el hombro contrario para no rotar el tronco. Mantenemos el hombro derecho estable, sin que se adelante, y con la mano del mismo lado, empujamos suavemente la cara hasta la izquierda. Aguantamos unos 20 o 30 segundos y regresamos a la posición inicial. Ejecutamos el mismo movimiento con el lado contrario.
Lateralización de cuello
Nos sentamos en una silla con las plantas de los pies apoyadas en el suelo, la cabeza recta y la espalda erguida. Llevamos la mano derecha por encima de la cabeza hasta alcanzar la zona izquierda de la misma. A continuación, tratamos de llevar la oreja derecha hasta el hombro del mismo lado. Mantenemos la posición durante 20 segundos, regresamos a la posición inicial y repetimos el movimiento en el sentido contrario. No debemos inclinar el cuerpo ni elevar el hombro. Al realizar los ejercicios no debemos sentir dolor, pero sí tirantez.
Flexión y extensión de cuello
Para la flexión de cuello, colocamos las manos sobre la nunca, sin aplicar fuerza. Con el peso de nuestros brazos y una relajación del cuello es suficiente para sentir la tirantez que buscamos. Empujamos levemente el cuello hacia abajo y aguantamos en esta posición 20 segundos para, a continuación, regresar a la posición inicial.
Para realizar el movimiento contrario a la flexión de cuello, la extensión, bloqueamos los hombros y dejamos caer lentamente la cabeza hacia atrás. Aguantamos 15 segundos en esta posición y regresamos a la postura inicial. Podemos apoyar las manos levemente en la frente o empujar con suavidad la barbilla. Este estiramiento puede provocarnos mareos u otra molestia. De producirse, debemos dejar de realizar inmediatamente el ejercicio.
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