Como ya habrás escuchado, el Ministerio de Sanidad ha cambiado su recomendación sobre el uso de mascarillas y estudia su uso en toda la población. De hecho, en su página web ha colgado varias guías sobre qué mascarillas deben utilizarse, así como su fabricación ¿Cuál ha sido el motivo de este nuevo rumbo para protegernos contra el coronavirus, más en la línea de otros países como China o Japón?
Te lo explicamos y, además, te ayudamos a confeccionar una mascarilla higiénica muy básica que, junto al lavado de manos y el mantenimiento de la distancia de seguridad, puede ayudarte a protegerte.
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¿Por qué tenemos que usar mascarillas?
“Por las nuevas evidencias que se extraen de los diferentes estudios que se están realizando a nivel mundial”, afirma la enfermera doctora Blanca Fernández-Lasquetty, Secretaria de la Asociación Nacional de Directivos de Enfermería (ANDE) y Patrono de la Fundación HUMANS.
La transmisión de este coronavirus es de una persona infectada a otra a través de las gotículas que expulsamos al toser o estornudar, así como al tocar superficies infectadas por estas gotas que pueden contener el coronavirus. Sin embargo, “las últimas investigaciones también han visto que una parte de estas microgotas, al pesar menos, pueden quedarse suspendidas y, además, recorren distancias mayores, por lo que aumenta el riesgo de contagio. El uso de mascarillas puede reducir esta probabilidad de infección”, señala la experta.
Otro motivo por el que se recomienda su uso es que los datos muestran que hay un gran número, mayor del que se pensaba, de persona asintomáticas que, a pesar de no mostrar signos de enfermedad sí pueden transmitir la infección. Por ello, la nueva recomendación del uso de mascarillas intenta evitar que esas gotas salgan al exterior y contagien. De ahí que tanto las personas enfermas como las que no debamos usarlas.
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Tipos de mascarilla
Existen diferentes tipos de mascarillas. De hecho, el Ministerio ha colgado una tabla en la que se resumen los distintos tipos de mascarillas o cubre bocas y sus diferencias de aplicación. Según el documento, las mascarillas con filtro o las quirúrgicas serían las más aconsejables para protegernos frente al coronavirus.
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Mascarillas con filtro
Los mascarillas con filtro -Filtro Protección Personal (FPP)- protegen de ‘fuera hacia dentro’, ya que están diseñadas para filtrar las partículas, aerosoles líquidos y patógenos presentes en el medio ambiente, impidiendo que sean inhaladas. No protegen frente a gases o vapores. Para ello, existen otro tipo de máscaras con filtros específicos para esos casos.
Las mascarillas autofiltrantes se rigen bajo la normativa europea UNE-EN 149 y se clasifican en base a su rendimiento en:
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Mascarillas FFP1: Tienen un 78% de eficacia de filtración mínima, 22% de fuga hacia el exterior. Protege de residuos no tóxicos y no fibrogénicos de polvo o aerosoles. Impide que se inhalen estos y los olores molestos.
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Mascarillas FFP2: 92% de eficacia de filtración mínima, 8% de fuga hacia el exterior. Igual que la anterior ofrece protección frente a residuos no tóxicos, sí frente a elementos fibrogénicos. De esta manera, impide que inhalemos fluidos tóxicos de polvo, aerosoles y humos.
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Mascarillas FFP3: 98% de eficacia de filtración mínima, 2% de fuga hacia el exterior. Actúa contra distintos tipos venenosos y tóxicos de polvo, humo y aerosoles. Es eficaz contra bacterias, virus y esporas de hongos.
Este tipo de mascarillas pueden tener válvula de exhalación que facilita la respiración y evita la condensación. Este tipo se recomiendan si se van a usar durante un periodo largo de tiempo. Sin embargo, no son aconsejables en pacientes con procesos respiratorios.
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Mascarillas quirúrgicas
Tienen como finalidad evitar la transmisión de agentes infecciosos por parte de la persona que la lleva. Es decir, están diseñadas de dentro hacia fuera para evitar la diseminación de microorganismos normalmente presentes en la boca, nariz o garganta.
También se pueden utilizar para evitar el contacto con las salpicaduras de fluidos y/o sangre potencialmente patógenos: por ejemplo en la realización de endoscopias, aspiraciones de secreciones, autopsias, intubaciones, hemorragias importantes,... .
Mascarillas higiénicas
Este tipo de mascarillas no ofrecen protección. Sin embargo, sí pueden contribuir a limitar la propagación del virus. A este grupo podrían pertenecer los cubre bocas que podemos hacer en casa.
¿Puedo reutilizar la mascarilla?
Las mascarillas pueden ser reutilizables o desechables. Estas últimas están homologadas para ser aptas para un solo uso o si se mojan, por ejemplo, con la propia respiración de la persona.
Sin embargo, el desabastecimiento nos está obligando a alargar la vida de estas mascarillas. Y podrían reutilizarse si solo las usamos para ir, por ejemplo, a la compra. En este sentido, hay que extremar las medidas de higiene para no reducir su eficacia. Por ejemplo:
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Lavarse las manos antes de ponerse la mascarilla
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No tocar nunca la parte exterior de esta
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Lavarse las manos para quitarla
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Inclinar la cabeza hacia delante
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Quitarla por las gomas
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Lavarse de nuevo las manos.
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Si uso una FFP2 o FFp3, ¿ya estoy protegida?
Hay que recordar que las mascarillas, por sí solas, no protegen frente a la Covid-19. Y que deben usarse junto a las demás recomendaciones de higiene para evitar el contagio.
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Lavarse las manos con agua y jabón o una solución a base de alcohol
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Mantener una distancia de seguridad de unos dos metros
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Toser o estornudar en la manga o en un pañuelo desechable
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Si no podemos comprar mascarillas, ¿sirven las de confección casera?
En este sentido, la recomendación hasta ahora había sido no usar otro tipo de mascarilla si no está homologada. Esto se debe a que utilizar otro tipo de artículo, por ejemplo, un pañuelo que tape la boca podría darnos una falsa sensación de seguridad e incrementar el riesgo de contagio.
No obstante, “las últimas investigaciones sugieren un cambio en este sentido. Y se recomienda, incluso, si no tenemos nada, utilizar una bufanda o un pañuelo, aunque solo tengan una eficacia del 40-45%. Tras el uso, deben lavarse como si se hubieran infectado, es decir, a 60ºC como mínimo. Eso sí, sin omitir las recomendaciones de higiene para prevenir el contagio”, recuerda la doctora Blanca Fernández-Lasquetty.
También podemos fabricar nuestras propias mascarillas higénicas, ya que pueden funcionar como barrera. No serán homologadas y no sustituyen a una que puedas comprar en la farmacia. Pero el hecho de llevar algo en la cara puede evitar que nos la toquemos y que el virus pueda entrar en contacto con nuestras mucosas, puerta de entrada para que penetre en el organismo y se replique.
En este sentido, se ha hablado de diferentes materiales que pueden ser más eficaces que otros. Por ejemplo, bolsas de aspiradoras, fundas de almohada de 600 hilos o un tejido similar al pijama de franela. Asimismo, si ponemos más capas, por ejemplo, cuatro, la protección será mayor siempre y cuando, por supuesto, nos permita respirar sin dificultad.
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Cómo hacer una mascarilla higiénica casera
Es importante que tengas en cuenta que este tipo de mascarillas te ofrecerán una protección muy limitada. Sin embargo, sí pueden ayudarte a evitar que te toques la cara o reducirán la propagación de las gotículas al exterior.
Coge una tela, a poder ser impermeable, y córtala cuadrada, de unos 20 cm por ancho y por alto.
Divídela en pliegues de unos 2 cm cada uno de ellos y cóselos. También puedes usar una grapadora, e ir grapando cada uno de los pliegues.
Coge un par de cintas elásticas y córtalas para que midan cada una de ellas 20 cm. Si no tienes cintas, te pueden servir unas gomas de cocina.
Introduce la cinta en el interior y cóselo de nuevo para que la goma quede sujeta al cubre bocas y puedas sujetar la mascarilla por detrás de las orejas.
Recuerda que al utilizarla debes evitar tocar la parte delantera de la mascarilla, que es recomendable que la laves después de usarla y que no sustituye a una mascarilla recomendada por la OMS. Lávate siempre las manos antes de utilizarla y al retirarla. Y usa una solución a base de alcohol, así como guantes cuando salgas a la calle. Mantén siempre la distancia de seguridad de dos metros con todas aquellas personas que te encuentres.