Ser una persona altamente sensible puede ser una oportunidad única de vivir y percibir el mundo, lejos de ser un problema, si descubres cómo hacerlo, es una forma maravillosa de afrontar la vida. Cerca del 20% de la población mundial tiene esta característica, solo algunas personas se caracterizan por ser tímidas e introvertidas, el resto disfruta de tener una vida social activa y, especialmente, de ser creativas. Esta es una de las principales virtudes de las personas altamente sensibles, su necesidad permanente de estar en contacto con el universo de los sueños, la imaginación y el arte.
El encierro puede afectar esa parte creativa de las personas altamente sensibles por falta de estímulos externos. Si el confinamiento, además, te ha obligado a permanecer sola en casa puedes notar como aparece cierta melancolía o sensación de apatía. Algo que, para otras personas no sería raro, para ti es un mundo desconocido: te aburres. Piensa en lo fabuloso de experimentar una sensación nueva, descubre como tu cuerpo y tu mente la asimilan y responden a ella. Tu mente está acostumbrada a procesar un exceso de información, de estímulos no siempre agradables y que, no siempre puedes, compartir con otros. El aburrimiento y la apatía por tener que permanecer en casa muchos días no te distingue de los demás. Es una de esas experiencias que puedes compartir porque afecta a la mayoría de la población por igual.
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Canaliza en el arte tus emociones
La gran mayoría de los artistas es altamente sensible, no es algo casual, en absoluto. Los estudios al respecto demuestran que el hemisferio derecho, vinculado con los sentimientos, la creatividad y las emociones, es más activo en las personas altamente sensibles que las que no lo son.
Sea cual sea la forma artística que elijas, encontrarás un vehículo para transportar tus emociones y darle forma a tus sentimientos. El arte permite inmiscuirnos en lo más profundo de nuestro ser y conectar con lo esencial, con lo que nos alegra pero también con lo que nos perturba. No siempre es una zona de confort, agradable de transitar, pero siempre es enriquecedora.
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La saturación de la información
Si en una situación normal el exceso de información te satura, durante estos días, en los que solo se habla de pandemias y virus las consecuencias pueden ser aún más intensas. A veces, se hace referencia a personas altamente sensibles como si estuvieran exentas del nerviosismo generalizado y de las situaciones que, per se, causan estrés y ansiedad a toda la población. Es importante que distingas lo que sucede a nivel general y lo que sientes tú. Probablemente necesites apagar el televisor mucho antes que cualquier otra persona y el proceso de asimilación de la información debas tratarlo con las herramientas de las que ya dispones o, si fuera necesario, consultar con un profesional.
La situación actual puede repercutir de una manera más intensa en tu organismo generando procesos de mucha ansiedad y hasta depresiones. Si ya has asumido que ser altamente sensible es una capacidad extraordinaria que requiere de un conocimiento personal íntimo y profundo ya sabes que la aceptación es la mejor herramienta para estos casos.
Tu percepción de la realidad, durante el confinamiento, puede verse exacerbada pero ten por seguro que la población general siente algo similar. Solo procura usar tus conocimientos y no abusar de la información. Recurre a los ejercicios de meditación, a la actividad física y al contacto con personas a las que quieres. Seguro que conoces mejor que nadie esos trucos que activan tu lado más creativo capaces de elevar tu espíritu y estado anímico.
Por último, si te aislas que sea momentáneamente pero no durante toda la cuarentena. Es un tiempo único a nivel mundial y las relaciones personales ayudan a comprender, aceptar y asumir lo que sucede de una manera global y positiva.
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