Ahora que disponemos de ese preciado bien como es el tiempo, es un buen momento para hacer todo lo que nos gustaría y que por el ritmo de vida que llevamos normalmente, no podemos llevar a cabo. Y una de esas cosas no es otra que dedicarnos un poco más de tiempo a nosotras mismas y disfrutar de una sesión de belleza completa. Ya que estamos confinadas en casa no será difícil y es la excusa perfecta para ‘desconectar’ del encierro, liberar el estrés y eliminar las toxinas de nuestra piel. Tras varias semanas de encierro no debes olvidar seguir con la rutina de belleza limpiando e hidratando el cutis dos veces diarias. Y, en esta ocasión, no te olvides de exfoliar, relajar e hidratar al máximo nuestro cutis. Nos bastará con preparar bien nuestros productos de cosmética que realizaremos con elementos que encontramos en casa. Y luego organizar nuestro particular spa encontrando el momento, disponer la habitación en la que nos relajaremos y poner música que nos gusta. Un ambiente para que belleza interior y exterior vayan de la mano en tiempos de coronavirus.
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Exfoliante con posos del café
El café puede convertirse en un buen aliado por su múltiple acción. Además de exfoliar, también combatiremos las ojeras y además nos aportará suavidad a la piel. Para ello necesitamos: 1/2 taza de café molido, 1/4 de taza de azúcar y 2 cucharadas de aceite de oliva.
Preparación: en un recipiente, mezcla el café con el azúcar y luego añade poco a poco el aceite de oliva. Remueve y aplica la pasta obtenida sobre la cara ligeramente húmeda dando masajes circulares. Tras unos 10 o 15 minutos retira con abundante agua tibia.
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Toalla caliente para relajar la piel
Recurrir a las toallas calientes que relajan la dermis es otro de los pasos a incluir en nuestro particular spa casero tras exfoliar la piel. Para calmar el cutis se necesita una toalla de manos que cubra el rostro por completo.
Preparación: humedecemos la toalla ligeramente con aceite de romero y la colocamos en un recipiente apto para microondas. Calentamos durante 30 segundos y nos la aplicamos sobre el rostro hasta que empiece a enfriarse, momento que aprovecharemos para dar un ligero masaje en el rostro.
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Máxima hidratación con miel
La miel es una gran aliada en cosmética. La materia prima que producen las abejas es uno de los mejores ingredientes para fabricar una mascarilla hidratante casera con la que conseguiremos una piel suave y tersa. Pero además el peróxido de hidrógeno con el que cuenta la miel es un compuesto antibacteriano que limpia los poros. Para la mascarilla solo necesitamos miel de abejas.
Preparación: verter en un plato varias cucharas de miel. Aplicarla sobre el rostro con los dedos y dejar que actúe entre 10 y 20 minutos. Transcurrido este tiempo aclarar con abundante agua fría hasta que la hayas retirado completamente.