Aunque muchas mujeres tienen la suerte de no padecerlas, otras muchas nos pasamos la vida luchando por reducir o disimular las dichosas ojeras. Profundas, oscuras, rojizas, con bolsas, sin ellas… existen multitud de tipos de ojeras y diferentes trucos para disimularlas o combatir cada una de ellas. También son diversos factores los que las producen, como pueden ser el componente genético, una mala alimentación o, quizás el más conocido de todos, la falta de sueño y descanso. La situación de encierro en la que nos encontramos actualmente no contribuye, por lo general, a su desaparición. El sentimiento de aislamiento y de falta de libertad puede generar numerosos problemas de estrés y de ansiedad en las personas, factores que, por otra parte, también influyen en nuestra calidad del sueño y pueden verse reflejados en nuestro rostro.
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El espejo del alma
Genética al margen, este problema estético puede estar ligado a las emociones. Por este motivo, es probable que hayas empezado a notar cómo tu rostro después de los primeros días de confinamiento empieza a verse apagado y triste y que tus ojeras se muestran cada vez más pronunciadas y oscuras.
Aunque estés durmiendo aproximadamente el mismo número de horas que antes (puede que incluso más), es posible que no estés descansando. Para evitarlo, trata de mantenerte activa durante el día, practica algo de ejercicio y procura mantener tu mente ordenada, reduciendo los niveles de ansiedad, en la manera de lo posible. Además de la falta de sueño, del estrés y la ansiedad, la tristeza es otro de los sentimientos que más favorecen la aparición de bolsas y ojeras, cuando esta viene acompañada de lágrimas. Lo mismo ocurre con la preocupación, que acaba reflejando en nuestro rostro una imagen de cansancio acumulado evidente. Realiza prácticas de meditación, de Yoga, date algún capricho y relaciónate con tus seres queridos a través de llamadas y videoconferencias para mejorar tu estado anímico.
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Trucos y remedios caseros
Dado que las ojeras son un componente estético, más allá de seguir las recomendaciones citadas anteriormente, nunca está de más recurrir a la cosmética para mejorar el problema. No descuidar nuestra rutina de belleza y aplicar cremas especiales para bolsas y ojeras, así como un buen contorno de ojos, puede ayudar notablemente a reducir y mejorar el aspecto de nuestra mirada, aunque también puedes recurrir a trucos y remedios caseros y fabricar tus propios productos y mascarillas sostenibles.
- Aplicando hielo en la zona conseguiremos desinflamarlas.
- Una mascarilla a base de limón reducirá las manchas, cuidado con no acercarla mucho a los ojos.
- Unas rodajas de pepino mejorarán nuestro aspecto gracias a su poder refrescante y antioxidante.
- Con un poco de pulpa de aloe vera, extraída directamente de las pencas de la planta, podremos mejorar mucho la apariencia de la ojera gracias a las propiedades reconstituyentes y regenerativas del aloe.
- Aplicando con las yemas de los dedos y a golpecitos unas gotitas de aceite de almendras, desde el lagrimal hasta el final de la ceja, también conseguirás reducir tu ojera, mientras hidratas la zona.
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