Teletrabajar no implica que tengas un rendimiento inferior o que solo estés pendiente del móvil y los correos electrónicos. Evitar las interrupciones es fundamental para que puedas optimizar el tiempo y el rendimiento. Y si vives con más personas en la casa es importante que respeten tu tiempo y espacio. Te explicamos cómo hacer teletrabajo y que tu rendimiento no se vea afectado.
Hacer partícipe a todos los miembros de la casa
Teletrabajar con los niños en casa, demandando y reclamando atención, es una de las situaciones más difíciles y estresantes a las que puedes enfrentarte estos días. Es un buen momento para darle espacio a los pensamientos positivos. Seguramente prefieras estar trabajando, aunque en condiciones que no son las óptimas, que no poder hacerlo. Tu esfuerzo es una manera de colaborar para que esto acabe cuanto antes, de demostrar tus valores y tu compromiso.
Para que no te distraigan, recuérdales que vas a estar un tiempo ocupada, mientras ellos duermen, hacen deberes, o ven la televisión un rato y que después vas a dedicarles el tiempo que necesitan.
Planificar, tener horarios y vestirte
Si tienes que trabajar en casa es importante que todo a tu alrededor esté dispuesto para que lo consigas. Mantén tus rutinas de aseo con la mayor normalidad posible, no hace falta que estrenes la chaqueta de primavera que tienes en el armario esperando suban un poco las temperaturas, basta con que te duches, te quites el pijama y sigas la rutina de belleza que aplicas cada mañana antes de ir a la oficina.
Los horarios te ayudan a no sentir que el teletrabajo se ha convertido en 24 horas conectada y en estado de alerta. Es probable que lo que hacías en 8 horas te lleve 10, organizarte es la mejor manera de conseguir productividad y optimizar tu tiempo. Planifica qué tareas harás cada día, con qué clientes contactar y cómo será la entrega.
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Tener un espacio personal aunque sea improvisado
La improvisación es moneda corriente en estos días, aprovecha del ingenio y la creatividad y monta un pequeño espacio de trabajo, lo más tranquilo y silencioso que puedas. Colocar el ordenador en la mesa del salón con los niños jugando alrededor y el televisor encendido es una fuente de distracción muy difícil de evitar.
Como estás en casa puedes aprovechar ese rincón con luz natural en el que las plantas han hecho un vergel o cerca de la ventana, para que puedas sentir menos agobio ante el encierro.
Hacer breves descansos y pausas concretas para comer
La planificación de los descansos y de los momentos de socialización también son importantes durante el teletrabajo. Algunas personas hacen descansos cada 40 o 60 minutos, esto ayuda a concentrarse al máximo durante el fragmento de tiempo que han destinado a trabajar porque saben que tienen un descanso pautado. Es decir, si sabes que entre las 10 y las 10:20 vas a desconectar para prepararte un café, te costará menos centrarte en lo que estás haciendo de 9 a 10. Otros teletrabajadores, prefieren hacerlo por objetivos, marcan metas concretas y realizables en un plazo de 2 o 3 horas y luego hacen una pausa.
Ni lavadora, ni telefonillo, ni buscar en la nevera algo para comer
Evita los paseos por la casa o las multitareas como poner la lavadora, aprovechar para tender la ropa o preparar la comida. Es probable que los 5 minutos que pensabas te iba a demorar esa actividad se conviertan en 15 minutos.
Trabajar en casa es como estar en ella sin presencia física. Busca no hacerte cargo de los recados, ni de contestar el telefonillo o de poner a descongelar la cena. Todo cuanto puedas concentrarte en lo laboral, reduce el tiempo y optimiza el rendimiento.
Y recuerda: teletrabajar no significa distanciarse socialmente de los compañeros y aquellas personas que hacen tu trabajo más agradable. Aprovecha herramientas y aplicaciones como Skype, Zoom o Google Hangout, para mantener el contacto.