Poco a poco nos vamos haciendo a la idea de que vienen semanas por delante en las que toca estar en casa. Un aislamiento forzoso -pero vital para combatir la propagación del coronavirus-, que ha confinado entre cuatro paredes a familias, parejas, compañeros de piso y, también, a gente que vive sola. Ancianos, muchos, pero también gente joven que vive en pequeños estudios de las grandes ciudades en soledad. Una situación compleja desde el punto de vista psicológico, pues son personas que pierden el contacto humano durante un periodo que se nos antoja demasiado largo. ¿Cómo han de afrontar esta situación? "En primer lugar, hay que mantener una serie de rutinas, entre los que se encuentran mantener los hábitos de sueño, intentando levantarse y acostarse a la misma hora, no estar en pijama todo el día, marcarse obligaciones en la rutina diaria: ahora trabajo, ahora descanso, etcétera", nos cuenta el psicólogo Daniel Velázquez, miembro de Doctoralia.
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La importancia de mantenerse conectado
Pero, rutinas al margen, por encima de todo, el experto nos explica que es vital incluir toda la conexión posible con sus amigos, con su familia, con sus seres queridos por teléfono, mediante videollamadas o con mensajes de voz. Y es que a lo largo de estos días no son pocas las 'quedadas virtuales' que hemos visto a través de las redes sociales, algo que estamos seguros de que se multiplicará a lo largo de los próximos días. "Aun siendo conscientes de que la cuarentena es una realidad que nos ha venido impuesta, hay que pensar en positivo, lo que siempre ayuda. Vivas o no en soledad, tienes que pensar que esta forma de conectar es buena para ti y buena para los demás. Hay veces que las cosas no son buenas para ambos, lo que es bueno para los demás no lo es para mí y a la inversa. En este caso, todos ganamos. El que vive en soledad tiene que hacer un esfuerzo mayor en ese sentido para estar conectado vía voz o vía Skype con otras personas", nos explica Daniel Velazquez, que considera fundamental mantener un pensamiento positivo, para no crear bucles. "Hay que pensar que se ha impuesto, pero sobre todo saber que esto es temporal y que todo volverá a la normalidad, y hacer una visualización en proyección en positivo hacia adelante, sabiendo que en unas semanas todo se normalizará", nos dice.
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El lado bueno de las nuevas tecnologías
Las nuevas tecnologías, tantas veces denostadas -pueden ser, por ejemplo, enemigas de un sueño de calidad-, se convierten ahora en indispensables. "Las cosas no son buenas ni malas, de hecho las palabras bien y mal son de las 7 u 8 prohibidas, porque tendemos a usarlas de forma incorrecta. Al igual que pasa con el dinero o con el tiempo, Internet o el móvil no son buenos ni malos en sí. Lo malo es un abuso de estas tecnologías que me quitan tiempo de disfrutar de mí, de mi familia, de mi lectura, de mi vida. Pero en esta ocasión su uso nos puede ser de gran utilidad", apunta el psicólogo, remarcando la importancia de mantenerse en contacto con nuestros seres queridos.
Soluciones también para los mayores
Más complicado lo tienen las personas mayores que no tienen a su alcance las nuevas tecnologías. Pero también hay alternativas. "En su caso recurrimos al teléfono, a la llamada. No hay que ir a verles por ser más vulnerables, por lo que me encanta ver cómo esto está movilizando a los vecinos, que ayudan a los mayores, se ofrecen y les dejan la compra en la puerta para que no tengan que salir. Ellos deberían usar más el teléfono o incluso de forma muy sencilla, a veces terraza con terraza, hay más de un metro, y puedes hablar con la vecina de la derecha o de la izquierda durante horas sin problema de contagio", nos dice el psicólogo. Y es que pueden hablar con sus vecinas de patio o de balcón, ahora más que nunca. Daniel Velázquez concluye con un mensaje: "Es tiempo de apurar todas las posibilidades".
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