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Discursos en celebraciones familiares, en la exposición de un proyecto, preguntas en una reunión de trabajo… En alguna ocasión, todos hemos tenido que alzar la voz para hablar en público. Mientras que para algunos esta acción no supone ningún hándicap, para otros puede ser una verdadera pesadilla. El miedo a hablar en público, científicamente conocida como glosofobia, provoca un incremento de actividad del sistema nervioso autónomo que se manifiesta con síntomas físicos evidentes como sudoración, temblor de manos y voz o palpitaciones.
No toda la gente experimenta esta fobia de la misma forma. Algunas personas directamente son incapaces de hablar en público, mientras a otras les genera cierta ansiedad, estrés y angustia. Esta dificultad, que sufren más las mujeres que los hombres, según un estudio Universidad de Karachi (Pakistán), tiene tres principales 'culpables'. Una experiencia negativa en el pasado, como burlas o humillaciones públicas, la timidez o la introversión y la falta de confianza son variables que influyen en la oratoria pública. Afortunadamente, existen trucos y consejos con los que se puede poder vencer el miedo escénico.
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Terapia de choque
Cuando queremos superar un problema, debemos enfrentarnos a él. Aunque en los instantes previos puede que sientas pánico y solo desees salir corriendo, tienes que ponerte a prueba para comprobar que nadie se ríe de ti, que puedes hacerlo y que es más fácil de lo que habías imaginado. Si evitamos una situación desagradable, solo conseguiremos agravar la magnitud del problema. La clave reside en la superación.
Ensayo, ensayo, ensayo
Es fundamental tener todo preparado. Tener la situación controlada contribuirá a calmar la ansiedad y conviene ensayar mucho. No solo debemos saber qué queremos decir, sino que también tenemos que considerar la puesta en escena, la duración y estilo del discurso, la voz y nuestro lenguaje corporal, un punto especialmente importante. Ponte frente al espejo y repite la exposición tantas veces como sea necesario para controlar el nerviosismo y sentirte a gusto.
Libérate de pensamientos negativos
No permitas que nadie te diga que no puedes. Libérate de pensamientos negativos y alimenta los positivos. En la mayoría de casos, este miedo es irracional y carece de fundamentos. Uno de los grandes 'ingredientes' que alimenta esta fobia es el tener que hablar frente a un grupo numeroso. Sin embargo, es lo mismo que tener que hacerlo con una sola persona. Solo debes llenarte de energía positiva y centrarte en mantener una conversación natural con el público, como si estuvieras dialogando con un amigo.
No olvides…
- Llegar con tiempo suficiente. Imprescindible para calmar los nervios. Podrás explorar con calma el espacio, visualizarte en ese contexto y comprobar que todo lo que necesitas está en un estado adecuado. Desde las luces hasta el equipo informático.
- Respirar hondo y relajarte. Inhala lenta y profundamente antes de subir al estrado y durante el discurso. También ayuda beber un vaso de agua. Esto le enviará a tu cerebro un mensaje de tranquilidad.
- Fijar la vista en un punto. Mientras estás hablando, mira a un punto en concreto o a una persona que nos genere tranquilidad. Otro de los trucos para calmar la ansiedad es coger un bolígrafo entre las manos.
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