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Coronavirus: ¿puedo subir las defensas para evitar el contagio?

Es difícil que en poco tiempo puedas fortalecer tu sistema inmunológico para no contagiarte. Pero sí es cierto que ciertos hábitos te pueden dejar más débil y hacerte más vulnerable. Por eso debes sustituirlos por estos consejos de vida sana que debes seguir ahora y siempre


Actualizado 11 de marzo de 2020 - 19:47 CET

Tal como han explicado los expertos, las personas más vulnerables a contagiarse y a sufrir un peor pronóstico por el coronavirus SARS- CoV-2, responsable de la enfermedad COVID-19, son los mayores, enfermos crónicos y aquellas que tienen el sistema inmunológico más deprimido. Por tanto, uno puede pensar que fortaleciendo las defensas con aquellos considerados como ‘superalimentos’ que prometen este fin puede librarse de la infección y la enfermedad. Sin embargo, no es tan sencillo. Y, además, no solo la dieta influye en unas defensas más capaces de luchar contra este patógeno.

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En cualqueir caso, cuidar nuestra salud puede a ayudarnos a combatir esta amenaza. Y, si además de tomar las medidas de precaución necesarias (lavarse las manos, estornudar o toser en la flexura del codo, guardar una distancia de metro y medio o dos, no tocarse la cara), nos proponemos unos hábitos más saludables que cuiden nuestro sistema inmunológico, podemos ser más capaces de luchar contra el coronavirus, otros agentes infecciosos y, además, mejoraremos nuestra calidad de vida y nos ayudará a vivir más y mejor.

El doctor Luís López Tallaj, miembro de la Sociedad Española de Medicina Antienvejecimiento y Longevidad, nos ofrece unos consejos que repercutirán en nuestro sistema inmunológico y que están basados en los tres pilares de la medicina antiaging: alimentación, sueño y ejercicio.

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  1. Aprender a comer de manera natural. Los alimentos procesados, el azúcar refinado, los refrescos de cola y otras bebidas edulcoradas, entre las que se incluyen los zumos y batidos para niños, son malos para la salud y, por ello, para nuestro sistema inmunológico. Es fundamental descartarlos de nuestra lista de la compra.
  2. Los alimentos imprescindibles. Siguiendo con la nutrición, clave de nuestra salud y de cómo la reflejamos en el nuestro físico, nunca deben faltar frutas, verduras, pescado de temporada y carnes magras. Debemos reducir el consumo de carnes rojas, alcohol y nada de snacks y aperitivos preparados. Tomar lácteos en la edad adulta dependerá de carencias puntuales, pero la pauta es reducirlos.
  3. Un suplemento de vitamina D3. Cuenta con diferentes beneficios. Por ejemplo, reduce la severidad del asma. Por lo que puede ser útil para disminuir los síntomas respiratorios asociados a una enfermedad de las vías altas. El doctor recomienda, por ello, incluir un suplemento de Vitamina D3 en una dosis de 5000 UI al día en adultos.
  4. Descanso reparador. La calidad del sueño es vital para la salud y mantenerla a lo largo del tiempo. Para descansar mejor, es importante eliminar los aparatos electrónicos del dormitorio y mantener el cuarto en completa oscuridad. Si tienes problemas de sueño, puedes recurrir a un suplemento de melatonina. La pauta es de 10 mg de melatonina media hora antes de ir a la cama. No presenta efectos secundarios ni problemas asociados de adicción, como ocurre, en algunos casos con las benzodiacepinas, sobre todo si se toman sin control.
  5. La práctica deportiva es importante. Pero a cada edad la suya, sin forzar, para no producir desgaste oxidativo. Lo importante es huir del sedentarismo y desarrollar cierta actividad aeróbica. Caminar es buen ejemplo para todas las edades por ser un ejercicio completo y favorecer el contacto con el aire libre.
  6. ¿Estás ansiosa? Busca ayuda. El estrés y la ansiedad debilitan el sistema inmune, nos dejan indefensos frente a la enfermedad y nos envejecen. El mindfulness busca la atención plena para alejar la mente del ruido constante de los problemas. Se trata de encontrar un punto de descanso para la actividad cerebral. El yoga, la meditación o actividades como colorear, escribir o los hobbies pueden ser de gran ayuda.
  7. No al tabaco. Una de las sustancias más nocivas y cada día más relacionada con altos índices de mortalidad en todo el planeta. En casos como el del coronavirus y otros relacionados con el aparato respiratorio, puede alargar la enfermedad. Si la persona es mayor y fumadora, puede modificar la gravedad del diagnóstico
  8. Protégete. El protector solar nos debe acompañar todo el año, por lo que respecta al efecto nocivo de los rayos ultravioletas, y hay que tener precaución en cuanto a los daños de la contaminación. Las mascarillas, ahora presentes en las calles por el coronavirus, pueden ser de utilidad cuando se practica deporte en ciudades con altos niveles de polución.

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