Los estiramientos son unos movimientos suaves que se realizan tanto antes como después de realizar una actividad física. Son fundamentales para preparar nuestro cuerpo antes del ejercicio (estiramientos dinámicos), pero también para relajar nuestros músculos y volver a la calma de una forma más progresiva (estiramientos isométricos). Según los expertos, estirar no solo es una de las mejores formas para mantener los músculos saludables, sino también para lograr una mayor elasticidad. Para notar cómo nuestros músculos son más flexibles y, por consiguiente, cómo nos cuesta menos hacer diferentes ejercicios, debemos ser constantes con los estiramientos. Recuerda que cualquier momento es idóneo para realizarlos y despertar nuestro cuerpo, pero que debes evitar realizar movimientos bruscos y permanecer muy atenta a posibles dolores
Cogemos una colchoneta y la colocamos en el suelo. Nos sentamos, abrimos las rodillas y juntamos los pies. Empujamos las rodillas hacia afuera y aguantamos unos diez segundos. A continuación, cambiamos de posición y llevamos el cuerpo hacia adelante y los glúteos hacia atrás. Aguantamos diez segundos.
Nos sentamos, estiramos las piernas dejándolas abiertas y echamos el cuerpo hacia adelante. Aguantamos diez segundos en esta posición y cambiamos de ejercicio. Tocamos la punta del pie con el brazo contrario y aguantamos en esta posición diez segundos, sin forzar la espalda. Cambiamos y realizamos el mismo ejercicio con el lado contrario.
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Cogemos una colchoneta y la colocamos en el suelo para estirar el glúteo. Nos sentamos flexionando una pierna y colocamos la otra pierna por encima de esta. Con el brazo contrario, rodeamos la pierna y presionamos haciendo fuerza hacia el cuerpo. Aguantamos diez segundos y hacemos lo mismo con el lado contrario.
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Cogemos una colchoneta y la colocamos en el suelo. Nos sentamos, estiramos las piernas echando el glúteo hacia afuera y estiramos los brazos hacia el cielo. Nos dejamos caer hacia adelante, tratando de alargar el pecho hasta las rodillas. Con ayuda de la respiración, bajamos progresivamente. A continuación, flexionamos una pierna y llevamos los brazos hacia la pierna extendida, intentado llegar hasta el pie y aguantamos unos segundos. Hacemos lo mismo con el lado contrario.
De rodillas, estiramos los brazos y llevamos los glúteos hacia atrás, como si quisieran tocar los talones. Nos mantenemos diez segundos en esta posición, relajando la espalda y respirando acompasadamente. A continuación, nos estiramos hacia adelante hasta que nuestro cuerpo esté completamente en contacto con la colchoneta. Estiramos los brazos y subimos la cabeza arriba. Aguantamos diez segundos y regresamos a la posición de la imagen.
Nos ponemos en posición de cuadrupedia, con la espalda recta, las manos debajo de los hombros y las rodillas a la altura de las caderas. A continuación, apoyamos bien los dedos de los pies, levantando las rodillas y subiendo la cadera lo más alto que podamos, mientras mantenemos las palmas de las manos firmemente apoyadas sobre la colchoneta. Aguantamos diez segundos, bajamos la cadera y volvemos a la posición inicial mientras expulsamos el aire de los pulmones y descansamos. En yoga, esta postura es conocida como 'Perro hacia abajo', 'Adho Mukha Svanasana' en sánscrito, y es una de las más populares
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Nos colocamos de pie, con los pies unidos y los brazos a lo largo del cuerpo. Dejamos el peso de nuestro cuerpo sobre el pie derecho, flexionando la rodilla izquierda hacia atrás, acercando nuestro pie izquierdo hacia el glúteo. A continuación, cogemos la parte exterior de nuestro pie izquierdo con nuestra mano izquierda, llevando el brazo hacia atrás. Aguantamos diez segundos y hacemos lo mismo con el lado contrario. En yoga, se llama la 'Postura del bailarín' ('Natarajasana') y requiere de equilibrio y concentración.