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Reconocer un problema es algo que no todo el mundo puede hacer con facilidad. Encontrar la raíz, la causa o el motivo por el cual nos bloqueamos ante determinadas situaciones, nos sentimos frustrados o irritados requiere de mucha práctica, meditación y, en ocasiones, de ayuda profesional. En este sentido, la escritura puede convertirse en una potente aliada; una vía de escape que nos permite plasmar sobre el papel todo aquello que nos preocupa y que de alguna manera no dejamos que salga al exterior. Esta herramienta es cada vez más utilizada en terapia por psicólogos y orientadores, que instan a sus pacientes a tomar papel y boli y plasmar sus pensamientos e ideas a través de la escritura automática. La intención no es redactar un texto 'perfecto', ni tampoco 'crear literatura'. Lo importante es intentar 'dejar volar el inconsciente' y no pensar en si cometemos o no faltas de ortografía o si lo escrito tiene o no sentido alguno.
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Despertar la mente dormida
La mente es un arma poderosa y muchas veces hace que bloqueemos, como mecanismo de autodefensa, algunos pensamientos o situaciones que nos provocan malestar. Aunque entrar en la parte 'dormida' de nuestro 'yo' pueda acabar generándonos tristeza o algún otro sentimiento negativo, aprender a aceptarlos y a convivir con ellos forma parte de la evolución y del crecimiento del ser humano como ser social. Los resultados de la escritura automática son verdaderamente reveladores y ofrecen al redactor una imagen de su vida que hasta entonces se encontraba oculta bajo su moral o propia conciencia. Aunque en muchos casos los expertos ayudan a la persona en cuestión a entrar en un estado de trance que les permita escribir de forma automática, tú misma puedes practicar este ejercicio, desde casa, recurriendo a la meditación.
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La escritura inconsciente nos ayuda a liberar y purificar la mente. La clave reside en dejarse llevar y escribir, como si nuestra mano fuese un ente independiente a nuestro cuerpo, con vida y voluntad propia. Quienes consiguen 'desconectar' y 'conectar' con su subconsciente a través de la escritura (o del dibujo) relatan en muchas ocasiones haber sentido una sensación de hormigueo generalizada por el brazo y la mano que redacta, como si 'alguien' o 'algo' les empujase a escribir. Esto no es más que parte de esa desconexión la realidad, que nos permite sacar a la luz problemas o dilemas que de otro modo podrían permanecer ocultos o bloqueados de forma permanente o indefinida.
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Un ejercicio que puedes poner en práctica desde casa
Busca un lugar tranquilo en el que puedas sentarte a escribir. Puedes ponerte algo de música relajante para lograr una mayor sensación de paz y bienestar y concentrarte. Aunque a veces esto puede requerir algo de tiempo, cuando estés lista coge el bolígrafo o lapicero y empieza a escribir sobre el papel lo primero que pase por tu mente. Continúa redactando, sin juzgar las palabras o pensamientos que estás plasmando sobre la hoja. No permitas que la lógica o la moral encuentren cabida en lo que escribes. Trata de dirigir tus pensamientos hacia aquello que te preocupe y aborda el problema sin temor. Cuando termines, respira y lee detenidamente tu trabajo. El resultado puede ayudarte a aclarar y descubrir emociones, así como liberarlas, y te sirven de guía a la hora de solucionar un conflicto.
