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La diabetes es una enfermedad que consiste en la concentración elevada de glucosa en sangre de manera permanente o crónica. Existen tres formas de diabetes: la gestacional, la tipo 1 y la tipo 2, cuya principal diferencia es que mientras la 1 es considerada una patología autoinmune, la 2 es una enfermedad que puede prevenirse con unos hábitos saludables y la práctica de ejercicio. La vida sedentaria y el consumo de comida rápida, además del abuso de ultra procesados han hecho que, en los últimos años, los casos de diabetes hayan aumentado considerablemente. El 14% de la población padece diabetes tipo 2, unos datos preocupantes ya que los casos en menores han aumentado acorde con un incremento de la obesidad infantil, debido a la vida cada vez más sedentaria que llevan los pequeños de la casa.
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Leer: ¿Sabes cuáles son los efectos secundarios menos conocidos de la diabetes?
Entre los síntomas más identificativos de la diabetes tipo 2 están el aumento de la micción, un incremento significativo de la sed, mayor apetito, pérdida de peso, así como problemas en la vista y pérdida de sensibilidad en las extremidades. Para evitar estos síntomas y prevenir la diabetes, hay que tener en cuenta que, con solo cinco gestos, podremos hacerlo. Toma nota, porque cambiar nuestros hábitos son parte de la clave.
Actividad Física
Más vale prevenir que curar. Aunque son muchos los diabéticos que comienzan a realizar ejercicio cuando ya se les ha diagnosticado la enfermedad, los expertos recomiendan practicar deporte, aunque sea de manera moderada, a diario. Disfrutar del aire libre caminando, ir al gimnasio o nadar, son algunas de las actividades recomendadas que no suponen un gran esfuerzo físico, pero que sí tiene múltiples beneficios para nuestro organismo.
Leer: Ejercicio y diabetes, ¿qué es necesario tener en cuenta?
Evitar el sobrepeso
La alimentación es, junto con la práctica de deporte, uno de los pilares fundamentales para evitar la enfermedad. A pesar de la riqueza de la dieta mediterránea, el frenético ritmo de vida que rige nuestro día a día y el hecho de tener al alcance de nuestra mano la denominada comida rápida han hecho que la obesidad sea la nueva lacra de nuestro tiempo. Evitar el sobrepeso es básico para no adquirir otro tipo de enfermedades asociadas a los kilos de más, entre ellas la diabetes tipo 2.
Llevar una alimentación saludable
La dieta mediterránea es nuestra mejor aliada a la hora de prevenir la diabetes. Frutas y verduras frescas son los productos que debemos tener a diario en nuestras comidas y aprovechar, además, la infinidad de combinaciones y de cocinado que ofrecen. Además de los productos de la huerta, el pescado azul debe de convertirse en uno de los alimentos prioritarios en nuestra dieta. Caballa, atún, salmón y sardinas son productos del mar fundamentales para prevenir la enfermedad. Por otro lado, habrá que tener un consumo moderado de huevos y aves, y bajar considerablemente el de lácteos, carnes rojas y embutidos.
Leer: Diabetes: la dieta para mantenerla a raya
Tener especial cuidado con los carbohidratos refinados y los alimentos procesados
Los hidratos de carbono refinados y los alimentos procesados son nuestros grandes enemigos si queremos tener una salud de hierro. El azúcar, los refrescos y las harinas, son una fuente de problemas para nuestra salud. Para ello los especialistas recomiendan el uso de edulcorantes naturales como la miel, consumir zumos naturales y desterrar por completo los refrescos optando por el consumo de agua.
Incrementar la ingesta de fibra
Las legumbres, los frutos secos y los cereales integrales tienen que ser parte esencial de nuestra dieta. Su riqueza en vitaminas, minerales y sobre todo fibra, hacen que estos alimentos sean primordiales en nuestra alimentación. Las lentejas se han convertido en la mejor protección contra la diabetes, los distintos cocinados que ofrecen nos harán más divertidas las comidas en cualquier época del año. Su consumo recomendado es de dos veces por semana. Algunas de las opciones que tenemos para consumirlas son como plato de cuchara, en ensalada e incluso a modo de hamburguesa. Asimismo, los frutos secos han pasado de ser uno de los alimentos prohibidos, a convertirse en un snack saludable primordial de nuestro menú diario.