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Los finlandeses lo definen como la receta del éxito para tener fuerza de voluntad y conseguir los propósitos que uno se propone. Es lo que esconde la palabra sisu, el gran secreto finlandés que consiste en ver la vida con determinación y firmeza. Este concepto, tal y como explican desde Visitfinland.com, significa “tener agallas’’ y promulga tener buena actitud para enfrentarse a situaciones adversas y los desafíos, adoptando en todo momento una actitud luchadora basada en la capacidad de no rendirse. Hemos hablado con Katja Pantzar, autora de varios libros sobre el sisu, quien nos explica que "es una palabra finlandesa que se refiere a una cualidad especial de coraje, fortaleza y resistencia, especialmente frente a grandes desafíos. No solo significa enfrentarse a los obstáculos de la vida de frente -incluso cuando pueden parecer imposibles- sino que un buen sentido de sisu puede prepararte para intentar actividades físicas audaces como el agua fría o la natación en invierno, que pueden aumentar tu bienestar".
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Un concepto cultural con más 500 años
Pero, ¿dónde surge exactamente? La experta nos cuenta que algunos de los ejemplos más conocidos de sisu, un concepto cultural que se remonta a más de 500 años, se refieren a importantes victorias en tiempos de guerra y a increíbles hazañas deportivas. "Los ejemplos históricos más populares de sisu presentan una resistencia contra todo pronóstico, como la victoria de Finlandia al conservar su soberanía sobre la Unión Soviética durante la Guerra de Invierno. El conflicto comenzó en noviembre de 1939 con la invasión soviética de Finlandia y terminó con el Tratado de Paz de Moscú en marzo de 1940. Aunque los soviéticos tenían tres veces más soldados, 30 veces más aviones y 100 veces más tanques, el ejército finlandés consiguió ser más listo y disuadir al ejército soviético en las brutales temperaturas invernales de hasta 40 grados bajo cero. Otro ejemplo de sisu que se cita a menudo es el del increíble regreso del corredor olímpico finlandés Lasse Virén tras caer durante la carrera de 10.000 metros en los Juegos Olímpicos de Verano de Múnich de 1972. Virén no solo se levantó y siguió corriendo, sino que ganó la medalla de oro y estableció un nuevo récord mundial", explica.
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El ejercicio, un pilar importante
La autora, una auténtica experta en esta materia, nos cuenta que ese legado histórico de grandes logros se filtra en una actitud de sisu diario que parece traer alegría a muchos finlandeses. "Además de nadar en el mar durante todo el año, algunos ejemplos de sisu cotidiano incluyen el ciclismo o ir caminando al trabajo por su gama de beneficios para la salud, cuando podría ser más fácil viajar en coche. Otro ejemplo es salir a buscar bayas y setas durante los meses de verano y otoño, en lugar de comprarlas en la tienda. En 2019, cuando Finlandia obtuvo el primer lugar, por segundo año consecutivo, en el Informe sobre la Felicidad en el Mundo de las Naciones Unidas, muchas personas se sorprendieron, sobre todo los humildes y autocríticos finlandeses. Aunque el estereotipo de los finlandeses como personas un tanto taciturnas y silenciosas es anticuado, es cierto que los finlandeses no tienen la fama de ser las personas más extrovertidas del planeta", apunta, y añade que "si bien el Informe sobre la Felicidad examina una serie de factores de calidad de vida que favorecen el bienestar, también podría decirse que una de las principales construcciones culturales que contribuyen a la felicidad es esta estoica calidad finlandesa de sisu, de abrazar los desafíos de la vida incluso cuando parecen insuperables y no tomar la salida fácil. "La felicidad no se busca, sino se vive", recuerda un dicho finlandés. "Vivir siendo activo es una parte clave del desarrollo del sisu. Cualquier persona en cualquier lugar puede adoptar una mentalidad sisu, de construir la resistencia mental y física y empujar a través de los desafíos psicológicos y físicos, cualquiera que sea. Y no tienen que ser duros como la guerra o las victorias olímpicas, también pueden ser más pequeños diariamente como simplemente decidir salir a dar una caminata rápida cuando el clima no es óptimo", explica.
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Nadar en pleno invierno
Destaca, por ejemplo, cómo en el país nórdico no descartan bañarse en el mar pese a las gélidas temperaturas. La natación en invierno es una práctica popular en Finlandia, que consiste en sumergirse o nadar en agua helada de unos 2 a 4 grados centígrados en un agujero excavado en el hielo de un lago o el mar. "Reunir el valor para hacer algo difícil (y aparentemente desagradable... ¡sí, el agua está helada!) es un ejemplo perfecto de sisu. No sólo estás ejercitando tu fortaleza empujándote a hacer algo difícil, una vez que has llevado a cabo tu inmersión sientes una gran sensación de logro", nos explica. "La gran sorpresa para muchos que intentan nadar en invierno por primera vez es la sensación de euforia posterior a la inmersión. Los nadadores se sienten energizados y exuberantes, ya que la inmersión en el agua helada libera las llamadas hormonas de la felicidad. Entre ellas se encuentran las endorfinas, los analgésicos naturales del cuerpo, la serotonina (que se cree que mantiene el equilibrio del estado de ánimo), la dopamina (el neurotransmisor que ayuda a controlar los centros de recompensa y placer del cerebro y que también ayuda a regular el movimiento y la respuesta emocional) y la oxitocina (también conocida como la hormona del amor). El agua fría también mejora la circulación sanguínea, quema calorías y el sistema inmunológico recibe un impulso, según las investigaciones. Muchos devotos siguen su baño helado con una sauna, el baño de vapor finlandés por excelencia, donde los bañistas (hombres y mujeres por separado) se sientan sin traje de baño, otra prueba de que se sienten cómodos con un poco de incomodidad -sisu- para los no iniciados", apunta.
Determinación, valentía y fuerza interior
Le apuntamos a la autora que hemos leído una definición bastante llamativa sobre sisu: una palabra que expresa lo que es Finlandia. ¿Es así? "Sí, creo que sisu expresa Finlandia en la forma en que es parte del carácter nacional, no te rindas ante los pequeños o grandes desafíos, que tiene una larga historia. También explica un enfoque muy finlandés para abordar muchos problemas, desde los de la vida cotidiana hasta los de mayor envergadura, como el cambio climático y la falta de vivienda. Por ejemplo, Finlandia es el único país de Europa que ha tenido éxito en la reducción del número de personas sin hogar, enfrentándose a ello de frente y ofreciendo una solución práctica: proporcionar hogares a los sin techo". Tiene, entonces, mucho que ver con el carácter de los finlandeses. "Creo que una historia de dificultades ha formado el carácter finlandés. Ya sea que se trate de un enfoque de que el clima frío no sea una barrera para salir al exterior o de buscar soluciones prácticas para resolver un problema como el de la falta de hogar", explica. La clave del sisu es tener determinación, valentía, fuerza interior. ¿Por qué pueden presumir de ello los finlandeses? "Porque en estos tiempos, la determinación, el coraje y la resistencia son necesarios para ayudarnos a hacer frente a todos los retos a los que nos enfrentamos, ya sea cómo mejorar nuestro propio bienestar, nuestras relaciones, nuestro trabajo o cuestiones de gran envergadura como el cambio climático".
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Sisu en la vida cotidiana
Le preguntamos si considera que con sisu se nace o el sisu se hace. "Creo que cualquiera, en cualquier lugar puede aprender un enfoque sisu de la vida al no tomar el camino fácil o cepillar los asuntos bajo la alfombra y avanzar en el tratamiento y enfrentarse a los desafíos hablando de ellos y proponiendo soluciones", nos dice y apunta a que puede ayudarnos a ser más resistentes en un mundo que cambia rápidamente y en el que hay muchos desafíos en nuestra vida diaria. Por eso, el concepto ha ido ganando peso, pues cuando dices que alguien tiene sisu estás destacando que es fuerte y tiene carácter, que no se rinde ante los problemas y es luchador. Y son cualidades que se pueden aplicar tanto en nuestro día a día, con pequeños cambios en nuestros hábitos hasta en grandes obstáculos más serios con los que tengamos que enfrentarnos. Así, una de las claves es tomar los problemas que se nos planteen como una oportunidad para superarnos y crecer. El objetivo es aprender a sacar la parte positiva de los momentos complicados.
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