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Si eres deportista, hacer yoga te beneficia doblemente

Descubre cómo esta disciplina puede modificar tu práctica deportiva y ayudarte a lograr un mayor rendimiento.


Actualizado 26 de febrero de 2020 - 13:01 CET

El yoga es una disciplina ancestral que, salvo muy pocas excepciones, no tiene contraindicaciones. En algunas situaciones concretas, su práctica favorece y asegura mejores resultados. Ten en cuenta que el yoga busca equilibrar el cuerpo y la mente y esto en un deporte de alto rendimiento es fundamental.

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La práctica habitual de yoga produce bienestar, reduce el estrés y mejora la percepción del mundo. Es una herramienta para conectar con nuestro interior y fortalecer la mente, el espíritu y el cuerpo. De los beneficios del yoga hemos hablado en varios artículos, sin embargo, si eres aficionada al running estas ventajas te sorprenderán.

El factor físico y el mental

Hasta hace poco se hablaba de la concentración de los deportistas de élite y de cómo la preparación mental intervenía favorablemente en los resultados. Sin embargo, ahora sabemos que el yoga es una de las herramientas que mejor se adecua al rendimiento deportivo. Aumenta la capacidad de concentración, mejora la flexibilidad y el equilibrio.

Hacer trabajar la mente y el cuerpo en conjunto, algo que no siempre aplicamos de manera consciente. La coordinación, la resistencia y la fuerza de voluntad son solo algunos aspectos de lo que puedes aumentar si practicas yoga y sales a correr.

Leer más: El yoga está de moda, pero ¿conoces cuál es su historia?

© iStock

Hay deportes, como el running o elciclismo, que desarrollan la musculatura de una parte del cuerpo, quedando olvidados otros grupos musculares. Y esto puede ser causa de lesiones. Si practicas yoga como complemento a tu disciplina deportiva, la musculatura del cuerpo se entrena toda por igual y evitas el posible riesgo de lesiones. 

Ayuda a prevenir lesiones

Los deportes que se caracterizan por consistir en movimientos repetitivos prolongados en el tiempo, como el running o el ciclismo, favorecen el desarrollo muscular de ciertas zonas del cuerpo dejando de lado a otros grupos musculares. Esta diferencia de fuerza es la causante de muchas lesiones. Al practicar yoga, la musculatura del cuerpo se entrena toda por igual.

Existen asanas específicas que estiran los músculos y los dotan de flexibilidad, es una manera de entrenar y proteger al cuerpo de posibles lesiones. La flexibilidad que aporta esta disciplina es otra de las condiciones que la hacen tan beneficiosa para cualquier corredor.

Aumenta la resistencia

La incorporación de la respiración pranayama, la que se utiliza en clase de yoga, aumenta la capacidad pulmonar, expande los pulmones y mejora la resistencia cardiovascular. La practica del yoga unida al deporte fortalece no solo físicamente sino también de manera mental. Si corres de manera habitual sabes a ciencia cierta de las dificultades añadidas que, en ocasiones, nuestra mente genera.

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Al practicar yoga entrenas tu manera de pensar y la concentración se transforma en algo habitual. Este proceso se incorpora a tu rutina de entrenamiento con mucha facilidad porque optimiza tiempo y resultados. Cuando permanecemos en estado de concentración los estímulos externos y la información se procesa de manera más rápida que cuando no lo estamos.

Mejora el estado de ánimo

Hemos hablado de los beneficios físicos del yoga, pero no hemos mencionado como influye la práctica habitual de esta disciplina en tu manera de plantear el día. Cuando incorporamos el yoga como una filosofía de vida, estamos apostando por una vida más relajada, donde el estrés no tenga cabida y seamos capaces de controlar y aceptar nuestros estados de ánimo.

El autoconocimiento aleja la ansiedad y algunos trastornos depresivos, de hecho, mejora el bienestar general y estimula la glándula pineal, responsable de la producción de melatonina entre otros beneficios. La glándula pineal es conocida también como la hormona de la espiritualidad o de la juventud, porque es la encargada de eliminar los radicales libres y tiene un gran poder inmunológico.

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