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La pausa para el café, a debate: ¿cuáles son sus beneficios?

Los expertos insisten en que este pequeño paréntesis puede ser un buen aliado desde el punto de vista tanto psicológico como físico, pues ayuda a aumentar la productividad


Actualizado 25 de febrero de 2020 - 9:17 CET

Ha estado en el punto de mira en las últimas semanas: la pausa para el café ha entrado en el debate. Más allá de analizar si debe considerarse un tiempo extra de la jornada laboral, y si debería contabilizarse al margen de las horas de trabajo, sí que hemos querido plantearnos si es o no beneficioso dicho paréntesis, desde el punto de vista psicológico e incluso físico. Aunque en un principio pueda parecer que este break para el café en el trabajo roba tiempo a la productividad, en opinión de expertos como Mª Victoria Sánchez, Psicóloga Clínica, y Marisa Caban, Fisioterapeuta experta en Psiconeuroinmunología (PNI), su efecto es precisamente el contrario.

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Clave para recuperar la concentración

¿Las razones? “El cerebro no puede estar atento y focalizado en una tarea de manera productiva demasiado tiempo, necesita parar y descansar. Al principio, con cambiar de tarea en cuanto notamos que nuestra concentración no es la misma, es suficiente. Pero llega un momento de saturación: el modo enfocado ya no funciona. Y es que el cerebro tiene dos modos de funcionar: el enfocado y el difuso”, cuentan las expertas del GrupoLaberinto Psicoterapia para la Salud. Así, matizan que cuando hacemos una pausa para el café, salimos del entorno en el que estamos trabajando, hablamos con compañeros, nos tomamos algo, y entra en escena el modo difuso – que aunque el nombre no lo sugiera- es altamente productivo. “Combina ideas de formas nuevas y permite que al volver de nuevo al puesto de trabajo estemos más motivados, nos sintamos más frescos, podamos concentrarnos mejor y poner solución a cosas en las que nos habíamos quedado atascados”, nos explican.

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Al volver de nuevo al puesto de trabajo estemos más motivados, nos sintamos más frescos, podamos concentrarnos mejor y poner solución a cosas en las que nos habíamos quedado atascados.

¿Solo o acompañado?

De hecho, la pausa puede ser un momento en el que estar solos o facilitar el contacto con otras personas. Dependiendo de esto, si por ejemplo estoy en un estado de ansiedad o bloqueo, podré utilizar estrategias de autorregulación o corregulación. “Para la autorregulación puedo utilizar por ejemplo ejercicios breves de relajación o mindfulness. La corregulación tiene lugar cuando me conecto con otras personas que están disponibles, pueden escucharme, darme otras perspectivas, apoyo… en función de lo que necesite. En otros momentos me pueden animar y esto nutre la motivación y creatividad. Resumiendo, mis compañeros pueden ser base segura desde la que explorar (nuevas ideas o formas de resolver las tareas) o refugio a salvo cuando me siento inseguro, con ansiedad o bloqueado”, añaden.

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Beneficios también a nivel físico

Pero aún hay más beneficios, en concreto el aspecto físico de la pausa en el trabajo. Y es que no es bueno mantenerse sentado demasiadas horas al día y es importante moverse para favorecer el retorno venoso. “Si en ese descanso tenemos acceso a una zona al aire libre, podemos movernos, caminar o hacer ejercicio, nos da el sol y podemos mirar al horizonte. Se produce una cascada de distintos neurotransmisores que activan el sistema parasimpático y rompen la continuidad de cortisol y estrés del trabajo”, nos cuentan. “Tanto a corto, medio como largo plazo, mejora el sistema inmune y la resiliencia tanto física como emocional”, concluyen.

Una pausa muy presente en la cultura laboral española

Todo esto es importante, además, teniendo en cuenta que la pausa para el café juega un papel clave en el ambiente y la cultura de la empresa española. Así, según el 'Estudio sobre hábitos de consumo de café de los españoles' de Java Republic, 8 de cada 10 españoles toma café, y un 30% de ellos lo consume en el trabajo. Así, la interacción que se produce cuando se prepara y disfruta de una taza de café es muy beneficiosa para la cultura de la oficina en general, y una excelente manera de diluir el estrés en el lugar de trabajo. El hecho de parar durante la jornada laboral para tomarse un café es vital para cerca de 4 de cada 10 españoles trabajadores, que se toman un descanso de unos 15 minutos.

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Y la gran mayoría de los encuestados considera que este momento es vital para desconectar del estrés diario, seguido muy de cerca por aquellos que lo ven como un momento clave para socializar con los compañeros. Y es que detrás de la típica frase ‘tomemos un café’ hay toda una declaración de intenciones que invita a encontrarse de una manera informal con los compañeros con el objetivo de compartir preocupaciones e información profesionales, así como cualquier situación personal y formar vínculos más estrechos con las personas con las que se trabaja. Se crea de esta forma el clima perfecto para interactuar con personas que, de otro modo, no podrían hacerlo en la jerarquía laboral y para tener reuniones espontáneas en un ambiente más distendido, favoreciendo de esta manera soluciones creativas y el pensamiento original. Y, además, se recargan pilas para afrontar el resto de la jornada.

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