Para el dolor de cabeza, el malestar menstrual, si nos duele la garganta… La libre prescripción de muchos medicamentos ha propiciado que abramos el cajón de los medicamentos y tengamos un remedio para 'casi' todo. Pero no siempre somos conscientes de los riesgos que puede tener la automedicación. Por ejemplo, de dos fármacos tan utilizados como el ibuprofeno o el paracetamol.
Para ti que te gusta
Lee 8 contenidos al mes solo con registrarte
Navega de forma ilimitada con nuestra oferta
1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
- Relacionado: Dolor de cabeza: ¿cuándo es necesario acudir al médico?
Los riesgos de la automedicación
Cuando tomas estos medicamentos sin el consejo y supervisión de un profesional sanitario el primer afectado puede ser tu estómago. De ahí que los médicos receten fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINE), como el ibuprofeno, junto a un inhibidor de la bomba de protones o protector gástrico, como es el omeprazol. Sin embargo, la mayoría de nosotros recurrimos a él sin esta medida de precaución. Esto nos expone a sufrir náuseas, vómitos y hasta úlceras gástricas.
Asimismo, un exceso de estos medicamentos puede acabar dañando el corazón. Así lo indicó un estudio publicado en la revista médica The Lancet, que demostró que el consumo excesivo de estos fármacos (altas dosis y por tiempo prolongado) supone un mayor riesgo de problemas cardíacos. Este efecto se incrementa en personas que fuman, sufren hipertensión u obesidad.
Por otro lado, si se superan las dosis recomendadas de paracetamol (4 gramos) se puede producir una sobredosificación, que podría acarrear daños graves en el hígado. Incluso si no se superan las dosis recomendadas, un consumo prolongado de este fármaco aumenta los riesgos de morir de forma inesperada, de padecer un infarto, un ictus o de tener úlcera o sangrado estomacal, según un investigación publicada en la revista médica Annals of the Rheumatic Diseases.
- Relacionado: Si vas a tomar nolotil antes deberías saber esto
Control de la dispensación
A pesar de todas las advertencias, los españoles ingieren de media al año alrededor de 14 antiinflamatorios, según un estudio de la Agencia Española del Medicamento. El pasado año, además, se observó un número mayor de dispensaciones de Ibuprofeno 600 mg y Paracetamol 1 gr. que las recetas que los médicos generaban. Dosis que, en otros países, no se dispensan en farmacia, solo en la hospitalaria.
Debido a ello, y al abuso desmesurado de estos medicamentos, se adoptó la decisión de endurecer la venta sin prescripción de estos fármacos. En palabras del doctor Luis Santé Serna, jefe de servicio del Hospital Clínico San Carlos de Madrid y especialista de la Unidad de Dolor, “el éxito de esta medida debe de estar en concienciar a la población de hacer un uso racional del medicamento y la automedicación atendiendo a la molestia que se pueda tener. Las dosis ingeridas deben tener relación con la intensidad del dolor que se padece. Para dolores leves o moderados existen otras alternativas muy eficaces que no requieren receta (medicamentos publicitarios) y que son especialmente indicados para este tipo de molestias”.
- Relacionado: ¿Sirve el omeprazol para aliviar el dolor de estómago?
¿Te da pereza ir al médico?
Otro de los motivos por los que muchos españoles optan por la automedicación son las largas listas de espera para poder ser recibidos por un médico. Esto hace que un 71% prefiera consumir medicamentos sin consejo o receta del médico antes que 'hacer colas' o esperar a ser atendido durante horas por un 'simple dolor de cabeza'. Sin embargo, de ellos un 24% afirma haberse equivocado eligiendo el medicamento. Estas conclusiones se extraen del estudio ‘Los españoles y la medicina a domicilio’, realizado por la app sanitaria, MiMedicus.
Según los expertos de MiMedicus, los desplazamientos hasta el centro de salud y el riesgo de infección son el segundo y el tercer motivo que arguye este elevado porcentaje de la población que decide decantarse por el grave hábito de la automedicación o, lo que es más serio, por las consecuencias que puede acarrear practicarlo con las personas que tienen bajo su cuidado, como son niños o ancianos.
Para evitarlo, se puede recurrir a la atención sanitaria especializada a domicilio. Esto evitará desplazamientos, permitirá acceder a diagnósticos y tratamientos rápidos y oportunos, en un entorno de confianza y seguridad y, por supuesto, evitará los riesgos asociados a la automedicación.
Los riesgos de la automedicación